Activistas de Venezuela, Nicaragua y Cuba denuncian graves torturas a presos políticos: "Las cárceles son catedrales del mal"

Manifestantes denuncian que la tortura en Venezuela sigue siendo una política de Estado, en Madrid, a 1 de noviembre de 2023.
Manifestantes denuncian que la tortura en Venezuela sigue siendo una política de Estado, en Madrid, a 1 de noviembre de 2023.
EUROPA PRESS
Manifestantes denuncian que la tortura en Venezuela sigue siendo una política de Estado, en Madrid, a 1 de noviembre de 2023.

La organización Prisoners Defenders ha lanzado la campaña 'Está pasando de nuevo' con la que intenta visibilizar la grave situación que viven los presos políticos en las cárceles de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Durante la conferencia de prensa celebrada este jueves, varios activistas denunciaron el incremento del "encarcelamiento sistemático e infundado de más de 1.480 personas" en estos países, así como también las torturas físicas y psicológicas a las que se enfrentan aquellos que osan alzar la voz contra los regímenes de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel dentro de los centros penitenciarios. "Nadie está a salvo", expresó Wilfredo Miranda, moderador del encuentro.

"Las prisiones de Cuba son precisamente lo que describió Luis Manuel Otero Alcántara [preso político]. Son catedrales del mal", indicó el abogado y defensor de derechos humanos Alain Espinosa al inicio de su intervención. En la isla hay actualmente 1.091 presos políticos y muchos son sometidos a "tratos crueles e inhumanos", a aislamientos prolongados, así como también a otro tipo de "medidas disciplinarias". Además, muchas de las cárceles ni siquiera poseen la infraestructura necesaria para albergar a tantos presos. A veces duermen en el suelo y en caso de poder contar con una litera el espacio que suele quedar entre la última cama y el techo es de escasos centímetros.

No obstante, el abogado recordó que esta situación no es nueva en las cárceles de Cuba, ya que desde que Fidel Castro llegó al poder en 1959 se comenzaron a implementar este tipo de procedimientos. También hizo referencia a las torturas llevadas a cabo en la prisión de Isla de Pinos, en la que, según las personas que estuvieron recluidas allí, el Gobierno llegó a colocar explosivos. "Muchos de ellos describían que debajo del suelo había un subsuelo que estaba lleno de explosivos supuestamente previendo la posibilidad de una intervención de un tercer Gobierno para, en ese caso, dinamitarlo todo", explicó Espinosa.

El Helicoide, sede del servicio de inteligencia venezolano y cárcel donde recluyen a la mayoría de los presos políticos.
El Helicoide, sede del servicio de inteligencia venezolano y cárcel donde recluyen a la mayoría de los presos políticos.
EUROPA PRESS

En los centros penitenciarios de Venezuela hay 269 presos políticos, según la organización Foro Penal. Sin embargo, el periodista y ex preso político Víctor Navarro explicó que en dicho país los números pueden variar. "En primer lugar porque secuestran a las personas, porque hay desapariciones forzosas y hay un proceso para su comprobación. Y en segundo lugar porque en Venezuela está la política de 'puerta giratoria', lo que significa que constantemente están metiendo y sacando presos políticos", explicó Navarro, quien fue recluido en 2018 en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y uno de los centros de tortura más conocidos del país.

Por este motivo, Navarro enfatizó la necesidad de visibilizar esta situación y de alzar la voz con el fin de poder llamar la atención de las democracias del mundo. "No subestimemos la capacidad de un tuit, hay gente que ha desaparecido forzosamente y ha aparecido por el impacto de las redes sociales. Hay gente que ha sido liberada por este tipo de campañas", indicó el director ejecutivo de la organización Voces de la Memoria. Además, destacó la necesidad de recibir el apoyo de otros países "porque esto ayuda a aumentar el costo político de aquellos que están causando atrocidades".

Aislamiento sensorial y otras formas de tortura

La activista nicaguense Yaritzha Mairena también corrió la misma suerte que Víctor Navarro en Venezuela y fue encarcelada por el régimen de Ortega. "No hay palabras para describir el sufrimiento humano que viven los presos políticos, sobre todo aquellos que reciben tortura física y psicológica", expresó. Además, recordó que muchos presos políticos son víctimas de aislamiento sensorial. "Les han quitado la luz y hasta el agua y los han aislado completamente sin la posibilidad de contacto humano para quitarles la noción del tiempo. Se trata de un ensañamiento total con la persona, de una forma de castigo", continuó la activista.

Mairena también explicó que se han registrado patrones comunes de torturas en los tres países además de la psicológica. "Entre las formas de tortura física están la golpiza; el amarrar a las personas; el ponerlas en lugares insalubres, oscuros y llenos de agua; el hacinamiento; el bridarles comida en mal estado; arrancarles las uñas y los dientes; y la violencia sexual en todas sus formas", enumeró la activista. Además, recordó que al sufrimiento de los presos políticos se suma el de sus familias. En Nicaragua, el número de presos políticos asciende a 121.

Durante la conferencia también se debatió sobre las sanciones impuestas sobre estos países. Los activistas coincidieron en que estas deben mantenerse y ampliarse con el fin de seguir teniendo una manera de ejercer presión. Sin embargo, destacaron que estas no pueden ser unilaterales, porque de esta forma no se alcanza el impacto deseado, y que se tienen que realizar sobre personas individuales. Por último, recordaron que la mejor manera de evitar el aumento del número de presos políticos es continuar elevando la voz y denunciar lo que sucede con el fin de lograr el apoyo de las democracias Latinoamericanas y también de otros países como España.

La prisión de Isla de Pinos, en Cuba, donde recluyen a los presos políticos.
La prisión de Isla de Pinos, en Cuba, donde recluyen a los presos políticos.
ASSOCIATED PRESS
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