Cuba estalla ante el deterioro de su economía: "Las protestas por comida y electricidad apuntan al Gobierno, no a la Revolución"

Peatones caminan por un barrio típico de Centro Habana, este domingo en La Habana (Cuba).
Peatones caminan por un barrio típico de Centro Habana, este domingo en La Habana (Cuba).
EFE/ Yander Zamora
Peatones caminan por un barrio típico de Centro Habana, este domingo en La Habana (Cuba).

"Comida y corriente". Este ha sido el lema más coreado entre los manifestantes que hace dos semanas llenaron las calles de Santiago de Cuba. La sociedad cubana vive desde hace varios años un proceso de deterioro de sus situación económica, agravada ahora por los constantes apagones que pueden durar hasta 10 horas, la escases de alimentos y medicamentos y la falta de combustible. El escenario en el que se han producido las protestas apunta a la desesperada situación, ya que se trata de una ciudad históricamente ligada a la Revolución Cubana.

A diferencia de lo ocurrido en las multitudinarias manifestaciones de 2021, las peticiones de los asistentes a las marchas no se centraban en un cambio de sistema (o no del todo), sino en la situación crítica que viven; que recuerda más a los años noventa cuando el principal aliado cubano, la Unión Soviética, desapareció provocando el llamado 'periodo especial' y sumiendo al país en una situación de carencias que han arrastrado décadas. 

Los estragos de la Covid, los posibles fallos gubernamentales a la hora de aplicar medidas y las sanciones estadounidenses heredadas de la era Trump han creado un cóctel que ha estallado en unas movilizaciones que fueron rápidamente frenadas. 

Una economía deteriorada

"Con el coronavirus la isla cerró y, aunque esto pasó en todos los países, en Cuba la dependencia histórica del exterior ha afectado especialmente", asegura a 20minutos Anna Ayuso, investigadora sénior de CIDOB para América Latina. Primero fue la Unión Soviética y después llegó Venezuela, cuyos problemas económicos de los últimos años han provocado la reducción de la ayuda a Cuba. "Venezuela le proporcionaba petróleo a precios muy bajos no solo para consumo propio, sino también para revenderlo".

Actualmente, ese papel lo estaba jugando Rusia y, en menor medida, México. De hecho, el pasado domingo, llegó a La Habana un buque ruso con más de 90.000 toneladas de petróleo para paliar la crisis energética. Pese a ello, el inicio de la invasión rusa de Ucrania ha provocado que esa ayuda haya mermado.

Ayuso apunta también que las sanciones de Donald Trump (que ha mantenido Joe Biden) han afectado a una industria que había mejorado tras el periodo de apertura de Barack Obama: el turismo. "Cuando se rebajaron las sanciones, la población estadounidense empezó a viajar a la isla, llegando a recibir al doble de la que visita Cuba ahora", explica Ayuso. Una de las sanciones aplicadas por el Ejecutivo estadounidense fue la de poner problemas para ir a Estados Unidos si visitas Cuba

Por otro lado, la inversión de empresas se ha reducido porque en la recta final del mandato de Trump añadió a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Desde entonces, invertir en este país acarrea sanciones en Estados Unidos. Eso provoca, entre otras cosas, que empresas cubana no puedan acceder a según qué medios financieros. El endeudamiento ha llevado a que el Estado no pueda pagar los préstamos pese a la condonación de la deuda que recibió hace años. "Cuba depende de la importación de productos básicos, también de medicamentos y de alimentos, porque prácticamente necesita importar el 80% de lo que consume".

El Ministerio de Finanzas y Precios (MEP) de Cuba prorrogó la semana pasad hasta el próximo 30 de junio la exención de aranceles a los alimentos, artículos de aseo, medicamentos e insumos médicos que pueden traer a la isla los viajeros con fines no comerciales. Esta norma -adoptada tras las protestas de 2021 y que ha sido extendida varias veces- incrementará el límite del valor en aduana (de 200 a 500 dólares estadounidenses) para las importaciones que realizan las personas naturales mediante envíos.

Los expertos consultados aseguran que no existe un bloque como tal en cuanto a los alimentos, pero sí una obligación de pagar al contado. Es por ello que el Gobierno cubano trata de acaparar todas las divisas, incluidas las que llegan de las remesas, una importante fuente de financiación del Ejecutivo de Miguel Díaz-Canel. "Si en 2003 le daban a cada cubano le daban 200 gramos de café en la cartilla de racionamiento, el año pasado les daban 20 gramos de café. Y estamos hablando de un producto que se cultiva en Cuba", dice a este medio Eduardo Puig de la Bellacasa, secretario general del Instituto CEU de Estudios Americanos del CEFAS. "El pueblo cubano se ha empezado a rebelar en contra de estas carencias. Y el régimen lo que ha hecho ha sido endurecer la represión contra las protestas", asegura.

Disidencia y presencia estadounidense

Según reconoce Puig, el régimen "está luchando y reprimiendo las nuevas movilizaciones" pese a que no son por una cuestión política, sino de "pura subsistencia del pueblo". El presidente cubano acusó a "los enemigos de la Revolución" de estar detrás de las protestas para "aprovechar" y "desestabilizar" el país. "Varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos. Este contexto se intenta aprovechar por los enemigos de la Revolución, con fines desestabilizadores", escribió Díaz-Canel, que señaló a "terroristas radicados en Estados Unidos".

El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, ha asegurado este martes a Efe que Cuba "está en un momento clave" y que "hay razones para la esperanza", porque "el pueblo está protestando en la calle con valentía". Nichols afirmó que "los cubanos se están expresando a favor de cambios profundos en el país, a pesar de que el Gobierno sigue respondiendo con la represión".

Lo cierto es que estas protestas son muy diferentes a las del año 2021. "En aquel entonces cogieron por sorpresa al Gobierno. Fueron espontáneas, pero sí que es verdad que fueron apoyadas también desde el exterior", reconoce Anna Ayuso. Según la investigadora, es lógico que en un contexto donde no se da espacio y se reprime o fragmenta a la oposición, estos tengan que buscar financiación extranjera para subsistir. "En Estados Unidos hay muchas organizaciones, algunas del propio Gobierno, que dan apoyo a la oposición, pero muchas otras son ONG y sectores del exilio cubano que lo hacen por su cuenta".

Representantes del exilio cubano pidieron este martes en Miami que la comunidad internacional corte las vías de financiación del "régimen cubano", uno de los principales pilares que le ha permitido mantenerse con vida durante 65 años. "Cuba tiene ahora mismo 1.092 presos políticos. Está en la miseria, en torno a 600.000 personas se han ido de la isla en los últimos años", dijo José Luis García Pérez, el líder Prisioners Defenders.

Con todo, los problemas en Cuba están generando cada vez más malestar contra el Gobierno actual, incluidos entre personas afines al sistema cubano. "Las protestas por comida y electricidad apuntan al Gobierno, no a la Revolución", afirma Ayuso. "Las nuevas generaciones nacieron en el periodo especial y tuvieron ese momento de apertura. Hubo mucha esperanza durante un tiempo, pero ahora parece que todo esto se ha vuelto atrás. A medida que la economía se deterioraba se producía un retroceso muy grande", sentencia.

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