La Audiencia de Jaén condena a un hombre a un año y medio de cárcel por arrancar parte de la oreja al maltratador de su hija

Sala de vistas de la Audiencia de Jaén.
Sala de vistas de la Audiencia de Jaén.
EUROPA PRESS
Sala de vistas de la Audiencia de Jaén.

La Sección Tercera de la Audiencia de Jaén ha condenado a un año y medio de cárcel a un hombre de 67 años por arrancar de un mordisco un cuarto de la oreja del maltratador de su hija en un momento en el que este la estaba agrediendo y amenazando de muerte.

Además de la pena de cárcel, este hombre deberá indemnizar a su exyerno con 8.583 euros, cantidad que se queda por debajo de los 20.000 euros que le reclamaba inicialmente la Fiscalía y la acusación particular. La sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press aplica la atenuante de legítima defensa incompleta al delito de lesiones por el que ha sido finalmente condenado.

Todo ocurrió el 22 de julio de 2021, tras presenciar cómo su exyerno agredía y amenazaba de muerte a su hija delante de las dos niñas pequeñas de la pareja. La sentencia recoge como hechos probados que el acusado ahora condenado, "al temer por la integridad de su hija, se lanzó de manera desproporcionada, mordiéndole en la oreja con tal brutalidad que le arrancó un 25%".

En lo que respecta al exyerno, este también resulta condenado por un delito leve de lesiones por los golpes que propinó a su exsuegro. La sentencia lo condena al pago de una multa de 360 euros, además, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizarlo con 126,44 euros.

Además, ambos acusados deberán indemnizar al Servicio Andaluz de Salud (SAS), como tercer perjudicado, en las cantidades que resulten por la atención médica dispensada a cada uno de ellos.

No recuerda haberle mordido la oreja

Durante el juicio celebrado el pasado 20 de marzo, el hombre relató que al entrar en la casa apresurado por escuchar gritar a su hija y a su expareja diciéndole que la iba a matar, solo sintió que el agresor se abalanzó sobre él y lo tiró al suelo, donde comenzó a darle puñetazos en la sien. Además, declaró ante el tribunal no recordar haber mordido la oreja de su exyerno.

"Fue él quien se abalanzó sobre mí. No creo que le diese ningún bocado porque me faltan dientes", ha dicho el acusado ante el tribunal. Como consecuencia del mordisco y de la fractura de dos dedos, la expareja de la hija tardó 55 días en curar y le ha quedado como secuela la pérdida parcial del pabellón auricular derecho

Así, el tribunal señala que al presenciar lo que le estaba ocurriendo a su hija, "no respondió a esa agresión de manera proporcional, al no ser racional el medio empleado para impedirla o repelerla". En este sentido, incide en que "a pesar de que ejerció legítimamente el derecho de defensa por su hija, no fue proporcionado el método utilizado consistente en propinar un bocado en la oreja (de su exyerno) con tan excesiva brutalidad que le arrancó parte de la misma".

La hija del acusado dijo en el juicio que cuando llegó su padre, su expareja la tenía agarrada por el cuello diciéndole que la iba a matar a ella y su entonces actual pareja. Antes, según su testimonio, había entrado en la casa rompiéndolo todo a puñetazos. La sentencia no es firme y se puede recurrir en apelación ante el TSJA.

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