Wos muestra al mundo su distopía íntima con su nuevo álbum

El artista argentino Wos
El artista argentino Wos
@wos.ds3/@victoriadelsel
El artista argentino Wos

"No existe la marcha atrás: nunca seré más joven que hoy", canta Wos en Caída Libre, una de las mejores canciones de su nuevo disco.

El 21 de marzo, Valentín Oliva, conocido también como Wos DS3 o sencillamente Wos, sorprendía con Descartable, su nuevo álbum de estudio tras varios años de rondar por EP´s y otros formatos breves.

Este actor, rapero, freestyler, compositor y rockero argentino de tan solo 26 años volvía a sorprender a crítica y fans con un nuevo movimiento musical exquisito, un trabajo largo de 16 canciones y 53 minutos en el que otra vez deja patente que es mucho más que un puñado de expectativas y éxitos pasados: lo suyo es nacer, triunfar y morir en lo más alto, pero con el firme propósito de volver para lograrlo de nuevo.

Nacido en Buenos Aires, Wos es otro más de los muchos artistas argentinos que han triunfado al calor del Quinto Escalón, quizá uno de los movimientos culturales más influyentes y representativos de América Latina.

Este movimiento, si es que puede llamarse así, fue una serie de ligas de batallas de gallos (freestyle) en Buenos Aires que se popularizó muchísimo gracias a Internet. Siendo en sus orígenes un junte barato y poco conocido, las batallas del Quinto Escalón empezaron a viralizarse en Youtube, consiguiéndose así que chavalitos de las plazas porteñas se hiciesen famosos en todo el mundo gracias a sus improvisaciones en las calles.

Como decía, este movimiento fue de todo menos pequeño, pues de él han surgido algunos de los artistas más importantes e influyentes de la escena argentina: desde Nicki Nicole hasta Duki, pasando por el todopoderoso Bizarrap, el Quinto se convirtió en la gran cantera de artistas del género urbano a mediados de la década de 2010; gracias a él, Wos comenzaría su gigantesco ascenso.

Valentín Oliva comenzó a viralizarse en redes con los primeros y más precarios vídeos de las batallas. En ellos podía verse a un jovencísimo Wos improvisando sobre bases manuales, hechas con la propia garganta y el puño, en los que el joven destacaba por un estilo afilado, pero también muy melódico.

Aprovechando este primer tirón precario, Wos comenzó a sacar canciones, y ahí desencadenó la locura. Corría el 2017 cuando sacaba la primera, Protocolo; y 2018 cuando encadenó con éxito notable los lanzamientos de Púrpura y Andrómeda con su victoria en la Red Bull Internacional, lo que lo convertía en el mejor freestyler de habla hispana del mundo. Wos estaba en lo más alto, sin embargo, todavía podía llegar más arriba.

En 2019, el porteño sorprendía a medio mundo con Canguro, su tema más icónico y viral hasta la fecha. Con este rapeo político – aunque con algunos toques en la instrumental que ya mostraban un futuro en el rock –, llegaba a todas las casas argentinas y latinas gracias a la moderna crítica social que contenía en el tema; una canción festivalera, sí, pero que dibujaba muy bien los problemas de su generación y conectaba como en un enchufe con los jóvenes.

En ese momento, Wos se volvió un icono absoluto de Argentina, un artista imparable apoyado y aupado por los exacerbados fans de su país, que tocaban el cielo con su obra. Wos estaba en lo más alto del rap tanto en su carrera musical como gracias al freestyle, sin embargo, decidió dejarlo.

En 2019, Wos anunciaba su retirada como freestyler y sacaba Caravana, su álbum debut (el cual puede considerarse un EP por su corta duración). Este trabajo, que aprovechaba la inercia de Canguro para tener un buen respaldo previo en ventas, venía ya con algunos temas como, Luz Delito, en los que volvía a demostrar su faceta con las guitarras.

Pasaron los EPs y los sencillos hasta que el artista sacó en 2021 Oscuro Éxtasis, su consolidación como polivalente músico que no quería ceñirse a ese mapa de rapero que le habían pintado en la mesa, sino que quería explorar y jugar y experimentar con todo tipo de melodías.

Portada de Descartable
Portada de 'Descartable'
Doguito Récords

En Descartable, su nuevo álbum, Wos coge el testigo del anterior y sumerge al oyente en una parábola de sonidos abstractos, muchos a caballo entre el viejo hard-rock y las melodías de la nueva hornada de artistas indies argentinos, para no dejar a absolutamente nadie indiferente.

El álbum empieza con una larga introducción futurista a cargo de unos pianos sintéticos que pueden recordar un poco, quizá en su primera escucha, a sonidos como el de bandas españolas indies; la melodía es lisérgica, está plagada de matices y es muy difícil de definir.

Ya más adelante, Wos seguirá creciendo los sonidos en hasta llegar a una importante parada en Quemarás, canción en la que cuenta con la colaboración del legendario cantante Indio Solari, uno de los grandes artistas intergeneracionales argentinos. Este tema, que es pura energía, muestra la maestría del grandísimo Indio en sus riffs y melodías muy bien construidas.

Más adelante, Wos se sumergirá en su universo mental en temas como Cabezas Cromadas, Morfeo o Caída Libre, piezas esenciales en las que se muestra al letrista sensible y herido que él.

Si algo caracteriza a este argentino – obviando sus ganas de reinventarse – es su gran capacidad como letrista y conceptualista. Todo el álbum aborda la idea del derrumbe y el dolor, de la distopía íntima que todos llevamos dentro y nos hace preguntarnos ciertas cosas por las que nos gustaría no tener ni la más mínima curiosidad.

Captura del videoclip de 'Melancolía'
Captura del videoclip de 'Melancolía'
@wos.ds3

Wos habla de la muerte, la juventud pasajera y el gran salto al vacío que pegó al alejarse del circuito rapero – “algunos se exaltaron porque me escapé del podio”, canta también –; todo Descartable, de principio a fin, es una grandísima oda al mal interior y las arrugas que empiezan a emerger y las ansiedades que te acompañan en la almohada, sin embargo, no es una pelea.

Lo más característico del álbum es que el autor no quiere vencer o siquiera combatir, sino solo desahogarse; lo que quiere Wos es contar lo que siente y describirlo y compartirlo con quien pueda tener dentro una distopía similar, pero no pedir clemencia o un indulto, como los que se aferran a las décadas lejanas porque se resisten a desaparecer.

Wos sabe que va a morir, lo tiene muy claro, y no busca más que dejar un legado de la distopía íntima que le corroe, en la que también hay momentos de felicidad y fuerza porque hasta en el derrumbe puede hallarse alegría. A su modo, quizá este disco sea puro estoicismo, pero un estoicismo muy bello. 

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