El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, presentará este martes el Plan de Acción de la Estrategia Española en trastornos del espectro del autismo (TEA), un reclamo que viene haciendo el colectivo desde hace años y que contará con una dotación presupuestaria de 40 millones de euros.
El Plan, que será detallado en el marco del Día Mundial de Concienciación del Autismo, que se conmemora este 2 de abril, servirá para "aterrizar" y "concretar" las medidas destinadas a las personas con TEA y a sus familiares durante los próximos tres años, tal y como detallan desde el departamento dirigido por Bustinduy. Se trata, según avanzó el ministro hace unas semanas, de una "hoja de ruta certera para que esta discapacidad tan prevalente se atienda y, sobre todo, se aborde desde un enfoque exigente de derechos humanos".
Aprobado en julio de 2023 por el Pleno del Consejo Nacional de Discapacidad, este plan lleva ya más de ocho años de retraso, y tiene como objetivo asegurar los derechos de las en torno a 450.000 personas con TEA que viven en España —más de un millón y medio si se incluye también a las familias—. El documento ha sido elaborado por el Real Patronato sobre Discapacidad a través del Centro Español de Autismo, y, según recalca el Ministerio de Derechos Sociales, recoge las demandas nucleares del colectivo. Es el instrumento que permitirá aterrizar y concretar las medidas de la Estrategia Española en las vidas de las personas con autismo y sus familias.
Desde Plena Inclusión Madrid celebran que por fin se consolide este plan de acción y destacan tres líneas cruciales dentro de las medidas a implantar: en primer lugar, todas aquellas medidas que tengan que ver con la vida independiente y la inclusión de las personas con autismo en la comunidad; en segundo lugar, la educación inclusiva y de calidad; y, por último, en la garantía del acceso al empleo.
Fuentes de la red de organizaciones reivindican a este periódico la necesidad de flexibilizar los servicios existentes de atención a las personas con TEA, porque, aseguran, "muchas veces no tienen alternativas de vida independiente y acaban institucionalizadas en centros". Piden, por tanto, más servicios de asistencia personal y, en definitiva, más recursos "para que elijan cómo y dónde quieren vivir", ya que, aseguran, "a día de hoy tienen pocas opciones".
En lo que respecta a la educación, solicitan igualmente más formación especializada para que los niños puedan aprender y participar en los colegios con los apoyos suficientes. Entra ahí también el tema del acoso escolar, especialmente alto entre el alumnado con autismo, pues sufren entre 2 y 4 veces más bullying que el resto de escolares.
Harían falta, por tanto, acciones concretas para reducir esa vulnerabilidad que sufren y que podrían concretarse con medidas de formación, sensibilización y, una vez más, con un fortalecimiento de los recursos en este ámbito. "También es importante que den apoyo en los espacios no lectivos, como el comedor o el recreo, porque es donde hay más situaciones de acoso", inciden.
Reivindican también acciones dirigidas al empleo, para que las personas con TEA puedan tener más opciones y que tengan la posibilidad de acceder al mercado laboral según sus necesidades. "Hay que tener en cuenta que dentro del espectro autista hay personas que tienen necesidades muy variables, por sus habilidades de comunicación o sociales. Es necesario un catálogo amplio de apoyos para que ni unos ni otros se queden fuera", inciden.
Bustinduy recupera el plan de Belarra
El despliegue del Plan aterriza una iniciativa que ya se impulsó en la anterior legislatura, con la exministra Ione Belarra, cuando acordó las líneas generales. El documento nunca llegó a presentarse, hasta que su sucesor, Pablo Bustinduy, lo ha recuperado para presentarlo este mismo martes y aterrizar, ocho años después, la Estrategia aprobada por unanimidad en 2015 con el fin de "promover el conocimiento y el respeto hacia las personas con autismo, favorecer la detección y diagnóstico precoz, contribuir a la inclusión en el empleo y la educación, impulsar la investigación o promover el acceso a la justicia y empoderamiento de derechos, entre otros objetivos".
Bustinduy anunciará este martes los detalles del plan y las novedades y modificaciones que se hayan introducido respecto al documento inicial, pero en el texto de 2023, también anclado a un presupuesto de 40 millones, ya se avanzó que iría distribuido en seis líneas concretas con sus correspondientes medidas. La primera línea va dirigida a promover "el conocimiento y el respeto" hacia las personas con TEA, con medidas de sensibilización y formación de los profesionales que les atienden.
La segunda buscaba mejorar la detección y el diagnóstico precoz, y prevé la elaboración de nuevos criterios y prácticas para facilitarla, así como programas de prevención; y la tercera "contribuir a la vida independiente" y a la inclusión de las personas con autismo en todos los espacios. Contribuir a la educación y al empleo inclusivo era el foco de la cuarta línea de acción, mientras que la quinta planteaba la elaboración de recomendaciones para favorecer el acceso a la justicia y de estudios sobre el abuso y la violencia que experimentan las personas con TEA, con especial atención a la violencia de género y al bullying.
Por último, el documento que se aprobó en verano de 2023 establecía también una mejora en la investigación, la formación y la innovación, poniendo en marcha estudios sobre las necesidades de estas personas a lo largo de su vida e impulsando redes y comités multidisciplinares de investigación.
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