Rusia intensifica sus ataques sobre Kiev tras enviar a prisión a cuatro sospechosos del atentado de Moscú con signos de tortura

Dalerdzhon Mirzoyev, sospechoso del tiroteo del atentado del viernes en Moscú, durante su declaración.
Dalerdzhon Mirzoyev, sospechoso del tiroteo del atentado del viernes en Moscú.
AP/LAPRESS/Alexander Zemlianichenko
Dalerdzhon Mirzoyev, sospechoso del tiroteo del atentado del viernes en Moscú, durante su declaración.

Con hematomas en todo el cuerpo y las caras desfiguradas han llegado cuatro de los acusados de perpetrar el atentado en Moscú del viernes pasado en el que murieron más de 130 personas y otras 180 resultaron heridas. Este domingo un tribunal de Moscú les ha imputado formalmente por terrorismo y les ha enviado a prisión preventiva. Tras haberse resistido a admitir que Estado Islámico estaba detrás del ataque (la propia organización yihadista los había reivindicado), Putin ha admitido en la noche de este lunes que los autores son "islamistas radicales", aunque ha continuado ligándolos a Ucrania. Con todo, desde este sábado el Ejército ruso ha intensificado los ataques a Kiev, donde este lunes un bombardeo en una zona residencial ha provocado al menos diez heridos. 

De los 11 detenidos relacionados con el atentado, cuatro de ellos han sido imputados e identificados como Dalerjon Barotovich Mirzoev, Saidakrami Murodali Rachabalizoda, Shamsidin Fariduni y Muhammadsobir Fayzov. Los tres primeros han admitido su culpabilidad tras aparecer ante los medios de comunicación con evidentes signos de violencia; uno de ellos sin oreja y otro en estado de semiinconsciencia. El tribunal moscovita ha celebrado la audiencia a puerta cerrada para mantener el secreto de la investigación y ha decidido elegir medidas preventivas hasta el 22 de mayo a la espera de juicio.

A última hora de este lunes el Kremlin ha valorado por primera vez la reivindicación que Estado Islámico hizo el mismo viernes atribuyéndose el atentado. El presidente ruso ha reconocido que el ataque terrorista ha sido obra de islamistas radicales, pero ha abogado por investigar "quién se beneficia". "Sabemos que el crimen fue cometido por manos de islamistas radicales, con la ideología de la que el propio mundo islámico ha estado luchando durante siglos", ha manifestado Putin. Acto seguido, el mandatario ha insistido en la teoría de que las autoridades de Ucrania se han beneficiado. "Nos interesa saber quién es el cliente", ha dicho.

"Los nazis [en referencia a Ucrania], como bien es sabido, nunca han desdeñado los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos. Especialmente hoy, cuando su anunciada contraofensiva ha fracasado por completo", ha añadido el mandatario ruso. Putin considera que el atentado buscaban sembrar el caos, pero se han topado con "unidad y determinación por resistir este mal".

Según reconoce a 20minutos Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacionales de Comillas ICADE, no es la primera vez que Putin utiliza el terrorismo para justificar sus acciones militares: "En 1999 utilizó varios atentados para justificar la segunda invasión de Chechenia y arrasar la región". Para Riego, "lo que está buscando Rusia es demonizar a los ucranianos, convertirlos en terroristas y cortar la ayuda occidental". Sobre la versión del Kremlin que asegura que los terroristas fueron detenido mientras trataban de huir a Ucrania, afirma que "no tiene mucho sentido" y que "llama mucho la atención que fueran detenidos sin chalecos suicidas".

Así mismo, Riego considera que habrá que esperar para dilucidar la autoría de los hechos y que pese a los detenidos son tayikos (cuya población es de mayoría chií y por tanto no estaría a favor del Estado Islámico), no es la primera vez que este grupo yihadista tiene como objetivo a Rusia. "El Kremlin ha ayudado a Bachar al Asad en Siria y ha cometido atrocidades contra musulmanes en Chechenia por lo que (Estado Islámico) tienen una narrativa recurrente" para querer atacar Rusia. 

Kiev sufre un nuevo ataque

Mientras esto ocurría, en las calles de Kiev se producía un nuevo ataque ruso. La capital de Ucrania ha vuelto a ser este lunes objetivo de bombardeos, el segundo a gran escala desde que se produjera el atentado del viernes por la noche. El alcalde, Vitali Klitschko, ha emplazado a la población a refugiarse ante el lanzamiento de proyectiles rusos y la respuesta de los sistemas antiaérea ucranianos. 

Pese a la activación de la defensa, los fragmentos de un misil han caído sobre un edificio de tres plantas del área de Pechersk, dejando al menos diez personas heridas, dos de ellas hospitalizadas. "Hasta el momento no hay víctimas", ha dicho Klitschko, quien ha detallado que el edificio alcanzado alberga unas instalaciones con fines deportivos.

Además de Pechersk, este último ataque ruso ha afectado también varios edificios situados en otras zonas de la capital ucraniana, como los distritos de Dnipró, Solomiansk y Holosiv. De acuerdo con el comandante de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nikolai Oleshchuk, el ataque sobre la capital ha caído alrededor de las 10:30, hora local. "El enemigo atacó Kiev con dos misiles balísticos desde la Crimea temporalmente ocupada", ha informado a través de Telegram.

En este sentido, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha aprovechado para recordar la necesitan de más sistemas de defensa aérea para salvar vidas. "Debemos poner fin a este terror", ha expresado. Así lo ha hecho también el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, que ha pedido a los socios en Occidente agilizar las entregas, en particular los sistemas Patriot estadounidenses. "No hay atrocidades que los bastardos rusos no cometerían, incluido un intento de un ataque balístico en el corazón de una ciudad multiplobada. Esto es un recordatorio de que Ucrania necesita urgentemente más defensa aérea" ha dicho.

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