Draghi, el recurso para casi todos los dilemas de Europa: por qué suena como nuevo presidente del Consejo Europeo

Mario Draghi, primer ministro de Italia.
Mario Draghi, ex primer ministro de Italia.
Mario Draghi, primer ministro de Italia.

Casi todos tenemos un amigo o amiga a quien llamamos cuando tenemos problemas. En la política europea esa pauta se ha seguido en la historia reciente con un nombre: el de Mario Draghi. Cuando llegó la crisis del euro fue él quien pronunció aquella frase de "whatever it takes" (lo que sea necesario) para sacar a la UE de aquella recesión. Algo parecido sucedió en 2021 cuando cayó el Gobierno de Giusseppe Conte e Italia quedó abonada a un Ejecutivo de concentración bajo el alma tecnócrata de Draghi. Todos los partidos entraron, excepto uno: los Fratelli de Giorgia Meloni, ahora en el poder.

Pero la historia sigue y ahora mismo el ex primer ministro italiano tiene el encargo de la Comisión Europea para realizar un informe sobre la competitividad de Europa en tiempos tan exigentes y de tanto cambio; los resultados se publicarán durante el mes de abril y el trabajo de Draghi quizá no termine ahí porque su opción crece con mucha fuerza para convertirse en el nuevo presidente del Consejo Europeo. El que fuera 'salvador' de la moneda única se postula como una opción de consenso entre los Estados miembros de la UE.

"Es precisamente eso lo que le da bastantes números, es un perfil conocido, con carisma y que encajaría en el cargo sin tener a casi nadie en contra", resumen fuentes comunitarias consultadas por 20minutos, que al mismo tiempo tienen claro que "todavía queda mucho para empezar las quinielas de verdad". Es una cuestión de números: Draghi necesitaría el apoyo de los 27 Estados miembros para asumir el puesto que ahora mismo ocupa el belga Charles Michel. Y los números le salen: es un buen candidato a ojos de países como España o Alemania, pese a que estos tengan gobiernos progresistas; también para otros como Grecia o ahora Portugal, de ejecutivos conservadores.

Tampoco sería un problema Giorgia Meloni, al menos de primeras. ¿Por qué? Porque pese a no formar parte en su momento de aquel Gobierno de amplia coalición puede preferir que Italia tenga un alto cargo en la UE -no lo hace desde que el fallecido David Sassoli fue presidente del Parlamento Europeo- a boicotear a Draghi por cuestiones ideológicas. Es precisamente ese componente el que no complicaría al ex primer ministro: es un tecnócrata, alejado de partidismos y que de hecho por eso sonó también para reemplazar a Sergio Mattarella como presidente de la República, aunque finalmente renunció a esa opción.

En la Eurocámara, por ejemplo, también suena bien el nombre de Mario Draghi para el Consejo Europeo. "Si estamos hablando de que aquí lo importante son los acuerdos él ha llegado a tantos y de tantos tipos y en tantos momentos que es difícil que no encaje", explican fuentes consultadas por este medio. Eso sí, advierten de que será importante "ver el equilibrio entre países en el reparto de los altos cargos, porque por ejemplos los bálticos van a querer estar en primera línea en un momento en el que Rusia es una gran preocupación". Para el sur Moscú queda 'muy lejos' en términos estratégicos.

Daniel Gil, analista en The Political Room y especializado en UE añade que Draghi "siempre surge" en estas quinielas. "No hay tantas opciones para presidir el Consejo Europeo, y en su momento llegó a sonar el nombre de Pedro Sánchez", recuerda, poniendo sobre la mesa el hecho de que, dependiendo del resultado de las elecciones, "los socialistas van a querer su cuota". Si eso no se da, Draghi entra en la terna de gente "más independiente", pero Gil añade un componente más generacional: "Creo que la UE tiene que avanzar y él es una leyenda de Europa por así decir", pero quizá sea el momento de buscar "caras nuevas". Además, el analista se pregunta también "si el propio Draghi tendrá esa ambición" para ser el próximo presidente del Consejo Europeo.

Aquí lo importante son los acuerdos él ha llegado a tantos y de tantos tipos y en tantos momentos que es difícil que no encaje

Desde Italia llegan también voces a favor de que Draghi ocupe de nuevo un puesto en primera línea a nivel UE. "Sería un buen presidente del Consejo Europeo o de la Comisión", esgrimió el también ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, en una entrevista en El País. Pero aparecen algunos contras que en Bruselas se tienen en cuenta: "Es un hombre muy carismático, y eso a veces choca en las altas esferas", avisan en los pasillos de las instituciones, poniendo como ejemplo los importantes roces entre Josep Borrell, Ursula von der Leyen y Charles Michel durante la última legislatura. "Draghi se llevaría muchísimo foco si es presidente del Consejo Europeo y eso escoraría a la UE hacia una imagen todavía mayor de intergubernamentalismo", concluyen, con algunos recelos.

Costa, De Croo o Frederiksen, otras opciones

El de Mario Draghi no es el único nombre que se maneja para presidir el Consejo Europeo a poco más de dos meses de las elecciones europeas, pero parece que él sí es el único que reúne todos los requisitos para el cargo. Existe la vía de Antonio Costa. El ya ex primer ministro portugués es otro hombre con bastantes papeletas, y tiene muy buena mano en Bruselas además del abrazo de otros Estados miembros, pero la sombra de la corrupción sigue sobre su figura y eso le resta posibilidades. 

Si se mira hacia los nórdicos aparece la opción de Mette Frederiksen. El impulso a la Defensa por parte de su Gobierno hace que Dinamarca haya ganado peso en la UE, más allá de una cuestión geográfica que también pesa. Por último se podría valorar la opción de Alexander de Croo, que dejará de ser primer ministro belga con casi total probabilidad. No está entre los favoritos en cambio porque su llegada al Consejo Europeo sería reemplazar a un belga por otro, con la salida de Charles Michel, y eso no es nada habitual. Si se empiezan a tachar nombres parece que el que queda sin borrón es el de Mario Draghi.

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