Lo que hay detrás de la estrategia de los milicianos rusos que atacan territorio de Putin junto a Ucrania

Miembros de Legión de la Libertad de Rusia este jueves en el sentamiento Gorkovsky, en la región de Bélgorod.
Miembros de Legión de la Libertad de Rusia este jueves en el asentamiento Gorkovsky, en la región de Bélgorod.
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Miembros de Legión de la Libertad de Rusia este jueves en el sentamiento Gorkovsky, en la región de Bélgorod.

"Lucharemos hombro con hombro con nuestros hermanos ucranianos hasta que las tropas de Putin sean expulsadas de Ucrania (...). Y entonces Putin también tendrá que abandonar el Kremlin. Con los pies. Sólo entonces esta guerra habrá terminado". Este es uno de los miles de mensajes que comparten en sus redes sociales los grupos armados de voluntarios rusos que desde hace semanas atacan diariamente los territorios de la Federación Rusa, sobre todo los de Kursk y Bélgorod. 

No es la primera vez que esto sucede. Ya en 2023 grupos como la Legión Libertad para Rusia o el Cuerpo de Voluntarios Rusos realizaron incursiones armadas en territorios rusos cercanos a Ucrania. No obstante, lo que antes era una anécdota, desde la semana pasada se ha convertido en una norma. Estos ataques (coordinados con los lanzamientos de drones por parte del Ejército ucraniano) han obligado al Kremlin a tomar medidas y ya han restringido el acceso a varias localidades de Bélgorod y están evacuando a miles de niños. 

La presencia de estos ciudadanos rusos contrarios al Kremlin se ha convertido en un elemento más dentro de la estrategia de Ucrania para combatir la invasión rusa. Son constantes los llamamientos desde el exterior para que se produzca un levantamiento popular de la población rusa y opositores al Kremlin en el exilio han insistido en que se financie y de apoyo político estas milicias. Algunas de estas figuras han anunciado desde Kiev la creación del 'Fondo 24.02', que pretende recaudar dinero a través de internet para enviar a la resistencia armada.

"El debate es si Ucrania les está financiando y hasta qué punto las ayudas que la Unión Europea y Estados Unidos han destinado a Kiev están acabando en estos grupos", explica a 20minutos Álvaro de Argüelles, analista de El Orden Mundial. "No sabemos si nuestros servicios de inteligencia son conscientes de ello y están de acuerdo, puesto que dentro de estos grupos hay perfiles de todo tipo, incluidos de ultraderecha", agrega. Uno de ellos es Denis Kapustin (fundador del Cuerpo de Voluntarios Rusos), un conocido militante de ultraderecha radicalizado en los ambientes de hooliganismo del fútbol alemán. 

Ciudadanos rusos para atacar Rusia

Los expertos consultados por este periódico coinciden en que, al margen de la financiación, cuesta pensar que estos grupos puedan operar dentro del territorio ucraniano sin el consentimiento del Kiev. Apuntan que Estados Unidos hizo en su momento énfasis en que no querían ataques terrestres vinculados a Ucrania y, por tanto, a Occidente o a la OTAN, contra Rusia. 

"Esto puede ser una forma de sortear esta petición", añade De Argüelles, que insiste en que este tipo de ataques coordinados hay que leerlos junto a los realizados por el Ejército ucraniano contra refinerías dentro de Rusia. "Ucrania está tratando de suplir esa falta de carencia de poder convencional con una guerra simétrica que de alguna forma suba los costes del conflicto a Rusia", afirma. Este tipo de ataques, que no estarían destinados a ser definitivos en el devenir de la guerra, si buscan afectar (como ocurrió con las sanciones) a medio y largo plazo. 

¿Estás a favor de que la Unión Europea tenga su propio ejército?

"En un contexto en el que la guerra convencional no favorece Ucrania porque no está recibiendo la munición y el material militar que se esperaba, está buscando nuevas formas de continuar el conflicto", explica el analista de El Orden Mundial. Estos hechos pueden ayudar a invertir la narrativa de los últimos meses, en los que Rusia tiene la iniciativa en la guerra tras la toma de Avdivka y en el que parece que Ucrania poco puede hacer a nivel militar. "Esta clase de incursiones vuelven a ponerse sobre la mesa que nada está decidido y que la ayuda que se les presta importa".

En el mismo sentido se expresa Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo CEU. "La guerra se está moviendo hacia territorio ruso" y busca "trasladar la sensación de que está dentro del propio país". Con todo, para Alonso esto no tiene per se que traer una respuesta dentro de Rusia contra Putin: "En vez de motivar e incentivar un golpe de Estado lo que va a provocar es totalmente lo contrario, reforzar la narrativa de Putin frente a los ataques de las Fuerzas Armadas ucranianas e, incluso, promover una avalancha de alistamientos".

¿Puede hacer daño real a Rusia?

Desde que el año pasado se produjo una insurrección armada interna por parte del Grupo Wagner, pensar en un levantamiento armado ya no es ciencia ficción. No obstante, la coyuntura actual es muy distinta. "Putin está en una posición de poder y esa clase de cuestionamientos internos los ha silenciado precisamente con la muerte de Yevgueni Prigozhin", asegura De Argüelles.

Así mismo, el analista reconoce que es complicado pensar en un levantamiento en este momento y que la oposición ha sido totalmente desarticulada. Alonso puntualiza que dentro de Rusia estos grupos armados que están con Ucrania no son vistos como héroes. O por lo menos esa es la idea que trata de promover el mandatario ruso. El presidente ruso ha pedido al Servicio Federal de Seguridad (FSB) que persiga sin tregua a los "traidores" rusos que han participado en las incursiones. "Cuando me refiero a estos traidores pido que no olvidemos quiénes son, que los identifiquemos a cada uno por su nombre, como siempre hemos hecho a lo largo de la historia del país. Los castigaremos, no habrá plazo de prescripción, estén donde estén", dijo Putin.

Estos hechos podrían servir al líder ruso para realizar la movilización que se había especulado que estaba aplazando hasta después de las elecciones. "Hay una reacción que es la de reunirse en torno al líder. Tras el 11 de septiembre en vez de acusar a George Bush de lo que había pasado, los ciudadanos estadounidense reaccionaron a favor. Después de los ataques del 7 de octubre en Israel pasó exactamente lo mismo de apoyar las acciones del Gobierno. Si antes especulaba con que una posible movilización sería solo después de las elecciones, ahora ya parece mucho más evidente", afirma Alonso.

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