Entrevista

Mägo de Oz regresa con nuevo trabajo y nuevo vocalista: "No nos entra en la cabeza toda la violencia que hay en redes"

Mägo de oz
Mägo de oz
Nat Enemede Photograph
Mägo de oz

Si hay una banda que no puede faltar en sobremesas y fiestas, es esta.

Mägo de Oz, icónica banda de folk metal fundada en Madrid allá por 1988, sigue de gira como nunca. Tras un par de años de barbecho musical, el icónico grupo ha decidido volver, cambiando de aires y de vocalista, con Alicia en el Metalverso, su nuevo proyecto.

Este trabajo se estrenó a principios de 2024, el 26 de enero, y viene a ser una renovada apuesta de los de Villaverde por un sonido metalero, rotundo y potente; pero también una vuelta de tuerca para atraer a nuevos fans.

“Quería hacer una adaptación de Alicia en el país de las maravillas, llevaba casi 10 años con esta idea en la cabeza”, asegura Txus di Fellatio, líder y baterista de la banda, quien recibe a 20minutos junto a Moha, violinista, en la sede en Madrid de la discográfica Warner Music. “Quería coger la idea del cuento y darle una vuelta para contar las problemáticas del siglo XXI y que la gente joven se pudiera sentir mucho más identificada. Por eso decidimos que Alicia, la protagonista, fuese una chica transgénero que estuviera en la consulta del psicólogo”.

Aunque el concepto es nuevo, esto de los problemas del mundo online, la exposición excesiva y el pasarse el día navegando entre la red de computadoras que es Internet no es precisamente nuevo; de hecho, no es ni siquiera nuevo para la banda, pues en Finisterra, icónico álbum del grupo del año 2000, ya dejaban caer en temas como Satania estos problemas de estar crónicamente conectados.

“El concepto es muy parecido, sí”, asegura entre risas Moha, “pero no ha salido intencionado porque quisiéramos recuperar la idea; ha sido un poco de casualidad. Nosotros odiamos el mundo de Internet, no tenemos redes sociales”.

Txus di Fellatio, de Mago
Txus di Fellatio, de Mago
Nat Enemede Photograph

Aunque el concepto sea similar al de aquel éxito en ventas que fue Finisterra en el año 2000, las cosas han cambiado muchísimo desde aquellos años. De hecho, son tan diferentes han cambiado tres veces de vocalista desde aquel entonces. 

Tras la salida de José Andrëa en 2011, a la formación madrileña entró Zeta, nuevo vocalista del grupo. Este cantante madrileño de cincuenta años aguantó más de diez en las filas de la banda, sin embargo, en 2023 abandonó el grupo para dar paso a Rafa Blas, albaceteño de treinta y siete años que se hizo muy conocido en España tras ganar el programa La Voz en 2012.

“La verdad es que ha sido muy fácil trabajar con él”, asegura Moha en referencia al nuevo integrante. “Es un músico con mucho bagaje, no es alguien que haya llegado ahora para ponerse a cantar. Tiene mucha técnica y mucha profesionalidad, y hace muy fácil el trabajo”.

Puede que Rafa sea el nuevo de la banda, pero aseguran que el nivel de exigencia que se le pide a todos los miembros, da igual que uno sea el novato, es altísimo. Y Rafa lo ha dado: “exigimos al violín, a la flauta y a la guitarra”, continúa Moha, “exigimos al máximo para ver hasta dónde se puede llegar y él ha respondido. Se puede ver en el trabajazo que es el disco”.

“Además”, añade Txus, “es un poco como abrir la ventana y que entre aire fresco. Siempre que entra alguien nuevo con ilusión y ganas te contagia. La verdad es que estamos muy contentos”.

En este nuevo disco, además de la voz de Rafa se nota la intención de Magö por intentar renovarse y cantar sobre algo original; de hecho, no se ciñen a hablar de mundos oníricos como en otras ocasiones han hecho, sino que también han dejado espacio para tirar alguna que otra pulla, como en la canción homónima del disco, donde aseguran que cada vez que los atacan, se hacen más fuertes.

“Eso va dirigido a los haters, a quienes critican con insultos y odio”, asegura Txus. “Cuando alguien te critica con insultos y perdiendo la razón, te hace más fuerte. ¿Sabes lo que pasa? Cuando insultan a Moha o a mí, están insultando a los personajes y no a las personas, pues no nos conocen, pero no nos entra en la cabeza toda la violencia que hay ahora en las redes sociales. Si estás leyendo en una web algo sobre una banda y no te gusta, no te paras a poner un comentario, sino que te vas a lo que sí te gusta”.

“Insúltame o lo que quieras”, añade Moha, “pero si lo haces, eres un gilipollas”.

Más allá de los insultos que esta banda pueda recibir, lo cierto es que el nuevo álbum ha sido acogido con bastantes expectativas por sus fans. Mientras en otros trabajos explotaban su faceta celta, esa que todos sus oyentes conocen de mundos oníricos y sonidos muy folks, para Alicia en el Metalverso han decidido sumergirse en su álbum más jevi y duro de los últimos años.

Para Txus, sin embargo, la explicación es sencilla: “es que intentamos hacer algo distinto en cada álbum. El anterior era más celta y folk, y en este queríamos algo heavy. Hacemos las cosas según nos van apeteciendo en el momento, pero lo que no queremos es repetirnos”.

A pesar de que se encuentran en plena promoción de este trabajo, los madrileños tienen puesta la vista al frente – y en cierto modo, también atrás – pues el próximo año, 2025, se cumplirán veinte años de Gaia II: La voz dormida, y están preparando ya alguna que otra cosa.

“Queremos sacar una edición con el disco original, el auténtico”, vuelve a explicar Txus, “en el que vaya también uno nuevo remezclado. No queremos regrabar ni hacer nada así, pero sí volver a mezclar lo que teníamos para ver cómo sale ahora”.

Además de esto, la banda también tiene planes a corto plazo, pues este 14 de abril en La Riviera, Madrid, ofrecerán un concierto completamente gratuito y pagado por la banda para sus fans: “unos dicen que llenan el Bernabéu y se llevan no sé cuánto”, dice Moha entre risas, “y nosotros pagamos esto porque nos apetece”.

Más allá de Mägo, Txus di Fellatio también habla de Burdel King, su proyecto paralelo. Este grupo, mucho menos conocido que Mägo de Oz, es una especie de banda de glam metal que por sus letras sexuales y muy cosificadoras ha sido acusado de machista en multitud de ocasiones.

Y aunque hable, deja claro que por lo pronto no va a volver: “hoy en día no, pues seguro que me meten en la cárcel. Son letras muy brutas que no es que sean machistas, pues son como la conversación que podemos tener cuatro tíos o cuatro mujeres en un bar. Últimamente hay mucha exageración y se confunde lo que es la ironía con el machismo. No me apetece ahora meterme en jaleos”, termina de decir. 

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