La familia de la cocinera asesinada el miércoles pasado por un preso que después se suicidó en la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona) ha criticado que ni la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, ni el secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, han asumido responsabilidades. “Siete días después no asumen la responsabilidad que les toca”, ha dicho Pablo Martínez, sobrino de la víctima.
Durante la protesta de funcionarios de prisiones en la plaza Sant Jaume de Barcelona, Martínez ha comparecido ante los medios de comunicación para señalar que es “la voz de Núria a la que le han arrebatado la vida, la han matado en su trabajo, le han negado la posibilidad de salir de una cárcel a su casa, como hacía cada día”, ha dicho, para añadir que todo ha sido culpa de una “gestión que no ha sido buena” por la cual hay dos responsables que “tienen que dimitir”.
El sobrino considera que los sindicatos del sector “se tienen que levantar porque los responsables políticos no están haciendo lo que tienen que hacer, que es apartarse”. Además, ha apuntado que la decisión de no apartarse del cargo es cobarde porque no asumen la responsabilidad de lo que estaban gestionando. Por eso, reclama justicia para su tía y critica que se culpe a los trabajadores por los efectos que las protestas están teniendo en las prisiones catalanas desde el jueves de la semana pasada.
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