Las armas matan pero dan dinero y hacen crecer la economía. Y más que van a hacer. España ocupa el octavo puesto de exportadores de armamento en el mundo, pero el Gobierno quiere que eso mejore. La idea del Ejecutivo de Pedro Sánchez es que la industria de defensa española sea clave en el desarrollo de la nueva Estrategia Industrial Europea de Defensa.
El presidente del Gobierno se reunió este lunes con las principales empresas armamentísticas de España; una veintena de empresarios del sector a quienes agradeció su compromiso en el apoyo a Ucrania. Según Sánchez, la industria de la defensa española "impulsa el desarrollo tecnológico y genera empleo de alta cualificación".
La industria de la defensa española impulsa el desarrollo tecnológico y genera empleo de alta cualificación", asegura Sánchez
España ocupa el octavo puesto de exportadores de armamento (cuarto europeo), uno menos que en 2020 (el descenso fue del 3,3%), atendiendo a los datos del último informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) publicado en 2023. Sin embargo, la cuota del mercado mundial sí aumenta: del 2,9% de 2022 al 3,2% de 2023.
Qué es la Estrategia Industrial de Defensa
- Presentada el pasado 5 de marzo por la Comisión Europea y el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad, Común, Josep Borrell, la Estrategia Industrial de Defensa plantea "un ambicioso conjunto" de nuevas acciones para apoyar la competitividad y la preparación de la industria de defensa en toda la Unión. La iniciativa pretende reforzar la preparación industrial en materia de defensa en la Unión Europea, un objetivo para el que los Estados miembros deben "invertir más, mejor, de forma conjunta".
A la cita con el presidente Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, asistieron altos cargos de Arquimea Group, Escribano Mechanical & Engineering, Expal/Rheinmetall, Fecsa, la Fábrica de Municiones de Granada, GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Instalaza, Nammo Palencia, NTGS, Oesía, Saes, Urovesa, Aesmide, Tedae, ITP Aero, Sener, Sapa, Aciturri, Aernnova, GMV, Hisdesat Servicios Estratégicos, Indra, Navantia y Airbus.
De todas ellas hay cuatro fundamentales; las grandes cuatro patas de la industria de defensa española. Son Airbus, Navantia, Indra y GDELS-Santa Bárbara Sistemas, que copan más del 75% de la actividad de todo el sector nacional.
Según el informe Spain Defence & Security Industry 2023, que publica Infodefensa, las mayores empresas privadas del sector en España son Airbus Defence and Space (2.306 millones de euros en ventas en 2020, con un peso en el sector del 34,3%), Airbus Military (1.370 millones), Indra Sistemas (329), Airbus Helicopters España (267) y Santa Bárbara Sistemas (242). Se excluye a Navantia, que es una empresa pública.
Airbus, la base de casi todo
El consorcio europeo Airbus (Alemania, Francia y, en menor medida, España) es la más importante del sector. Sus diversas empresas copan sobre el 60% del valor de las ventas de defensa de la industria armamentística española. Su importancia no radica sólo en ese presente, sino en que su presencia de años en nuestro país ha sido la base sobre la que se ha hecho grande el sector español, al punto de que es mayor que la de, por ejemplo, Reino Unido, Italia, Corea del Sur, China o Israel.
En España están tres de las sedes de los segmentos de actividad militar del gigante aeroespacial y de defensa. Airbus Defence and Space, que concentra el grueso de la actividad en defensa del grupo y toda la relacionada con el sector espacial, y Airbus Military están en Madrid. Además, en Albacete está Airbus Helicopters España.
Navantia, la pública
"Somos una empresa estratégica para la defensa de España con proyectos de alta tecnología... Mantenemos y damos servicio a los buques de la Armada Española". Esa es Navantia, en palabras de la propia empresa (que es pública). Es la única compañía española entre las 100 más grandes del sector, según datos del SIPRI.
Navantia contaba con pedidos acumulados por 7.364 millones (un 8,2% más que en 2021) al acabar 2022. También logró contratos por 1.742 millones. En 2023 aseguró contratos que superan los 2.000 millones de euros.
De esa cantidad, la mayoría (1.800 millones) viene del programa Fleet Solid Support firmado por el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Este contrato es para la construcción de tres buques logísticos para la Royal Army británica. Más modesto (unos 160 millones), es el contrato con la Armada española para dos buques hidrográficos costeros.
El 68% de los ingresos de Navantia proceden de la exportación
Dado que un 68% de sus ingresos procede de la exportación, según datos de la propia empresa, su presencia internacional aumenta. Navantia tiene filiales en Australia y Arabia Saudí y oficinas en varios países (Noruega, Brasil, Turquía o India).
Santa Bárbara Sistemas, la norteamericana
Es uno de los fabricantes de armas más antiguos del mundo. Sus orígenes se remontan a Sevilla, varios siglos atrás. En 1960 se fundó Santa Bárbara Sistemas, tras la reagrupación de varias fábricas que pertenecían al Ministerio de Defensa español. El INI de entonces, el Instituto Nacional de Industria, era el principal accionista.
En 2001 la compró la estadounidense General Dynamics Corporation, uno de los principales proveedores mundiales de sistemas y servicios de defensa. Hoy, GDELS-Santa Bárbara Sistemas tiene su sede central en Madrid y fábricas en Sevilla y Trubia.
Lo último ha sido la entrega al Ejército de Tierra cuatro nuevos vehículos de combate de zapadores Castor (serán 36). A finales de 2023, el Ministerio de Defensa español adjudicó a Santa Bárbara Sistemas el mantenimiento de los tanques Leopard.
Mientras se esmeran en fabricar los 8×8 Dragón, el nuevo vehículo blindado destinado al Ejército de Tierra para sustituir a los BMR. En febrero, la empresa garantizó el cumplimiento de los plazos de entrega. El programa, que se remonta a 2007, contempla la fabricación de 348 unidades de estos vehículos con un coste de más de 2.000 millones de euros, el mayor contrato licitado por el Ministerio de Defensa.
Indra, mirando a las estrellas
Es muy grande, con casi 58.000 empleados, presencia en 50 países y operaciones comerciales en más de 140 países. Pero no sólo se dedica a la defensa. Indra tiene negocios también en los sectores del transporte, energía, telecomunicaciones, servicios financieros y sector público.
El Estado español, a través de la SEPI, es dueño de un 28% de Indra. En 2023 la compañía tuvo ingresos por valor de 4.343 millones de euros. Defense News, que no incluye a las empresas rusas, situaba en 2022 a Indra en el puesto 85º de las cien mayores empresas del sector de la defensa.
Su desarrollo mira a las estrellas. El próximo mes de julio echa a andar Indra Espacio, su filial aeroespacial, con la que la compañía quiere liderar el sector en España. La empresa aspira a que la actividad aeroespacial alcance una facturación de 1.000 millones en 2030.
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