Día Mundial del Agua

El camino a la paz sigue el curso del agua

El agua puede ser causa de conflicto y vía para la paz.
El agua puede ser causa de conflicto y vía para la paz.
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El agua puede ser causa de conflicto y vía para la paz.

Siempre se ha dicho que el agua es vida y donde hay agua, hay vida. Por tanto, el agua es un derecho humano intrínseco a todas las personas. Como resultado, es un bien muy preciado, y, a la vez, una potencial fuente de fricciones. Sin embargo, una buena gestión de los recursos hídricos puede provocar un efecto dominó positivo que se traducirá en un progreso en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Conscientes de ello, desde Naciones Unidas han decidido enfocar el Día del Agua de 2024 en la búsqueda de la paz. Condiciones como el cambio climático o la mala distribución provocan que haya escasez de este elemento indispensable. A esto se le suma que más de 3.000 millones de personas dependen de aguas que atraviesan fronteras y se comparten pero, sin embargo, solo 24 países del mundo tienen acuerdos de cooperación a este respecto.

Con el objetivo de poner el foco en la necesidad del buen funcionamiento y de la gestión equitativa de todo el ciclo del agua, el lema de este año es Agua para la paz. El impacto, insisten, es mayor del que pueda parecer a primera vista. Esta cooperación puede producir una cascada de efectos positivos y eso es, precisamente, lo que se busca. Para ello, hay que considerar algunas claves sobre la importancia del agua.

Lo principal a tener en cuenta es que este recurso es un arma de doble filo. La dificultad para acceder a agua potable provoca grandes tensiones pero, a su vez, es un argumento fundamental para la paz. Es innegable que cada vez más a menudo las migraciones masivas se colocan en el centro de las agendas políticas, donde todos los planes deberían pivotar en torno a la cooperación en materia de agua. Por último, no hay que perder de vista la esperanza de que el agua sea capaz de sacarnos de una crisis a través, no solo de las acciones a nivel local, sino de los convenios de Naciones Unidas.

Agua y disputa

Como se ha mencionado, el agua puede tener un papel preponderante en los conflictos desde distintos ángulos. En primer lugar, este recurso puede convertirse en el factor desencadenante de un enfrentamiento. Esto ocurre especialmente cuando dos usuarios consideran opuestos e irreconciliables sus intereses en torno a este elemento. Dichos desencuentros empeoran cuando la cantidad de agua potable y su calidad disminuye, ya que esto afecta tanto a la salud humana como al ecosistema.

En segundo lugar, el agua puede ser utilizada como arma una vez el conflicto ya ha escalado. Estos medios pueden servir tanto para obtener como para mantener el control sobre un territorio o una población y convertirse en un modo más de presionar y perjudicar al oponente.

Por último, es importante tener en cuenta que el agua puede convertirse también en un objetivo en sí mismo. Los recursos hídricos, así como los servicios para su mantenimiento o reparto, suelen ser objeto de ataques en medio de un enfrentamiento. El agua puede ser envenenada o su suministro cortado. Todo ello hace que se alcancen unas cotas de violencia que atentan contra la salud de las personas y contra el derecho internacional.

Las Naciones Unidas proponen el lema 'Agua para la Paz'.
Las Naciones Unidas proponen el lema 'Agua para la Paz'.
NACIONES UNIDAS

Agua y Paz

Con motivo del Día Mundial del Agua de 2024, las Naciones Unidas han querido hacer hincapié en la capacidad que tiene el agua para convertirse también en una herramienta para la paz. Para ello quieren poner sobre la palestra la importancia de la cooperación pacífica en torno al agua y transformar esta en una fuerza estabilizadora.

Una buena gestión del agua no solo puede ser un catalizador para el desarrollo sostenible, sino que es, como ya se ha mencionado, un derecho intrínseco a todos los aspectos del ser humano. Y esto se tiene que reflejar a distintas categorías. A nivel local y nacional, los servicios públicos y otros usuarios de recursos hídricos tienen que cooperar para promover una gestión integrada y una economía circular. Con respecto a las cuencas, es fundamental que se potencien los acuerdos y las instituciones que velan por la gestión intrafronteriza. Un ejemplo de esto es la Convención de la ONU sobre el Agua y la Convención sobre los Cursos de Agua, cuya firma compromete a los gobiernos a cooperar.

Dado que la responsabilidad en torno al agua tiene la capacidad de provocar esa cascada de efectos positivos, resulta fundamental unirse con la mentalidad de que el agua es un derecho fundamental y no solo un recurso que se aprovecha. La meta: generar prosperidad y fomentar la resiliencia ante desafíos comunes.

Una cascada de efectos positivos

Uno de los mensajes que Naciones Unidas quiere dejar claro en este Día Internacional del Agua es la enorme capacidad que tiene una gestión cuidadosa y generosa de los recursos hídricos de convertirse en una serie de consecuencias beneficiosas a nivel global. Ello requiere el compromiso de todos los actores sociales.

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