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Laura Gómez, emprendedora: "Las personas con discapacidad podemos aportar mucho a la sociedad, y sería una pena que se perdiera"

Laura Gómez, en una de sus clases de yoga.
Laura Gómez, en una de sus clases de yoga.
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Laura Gómez, en una de sus clases de yoga.

Laura Gómez, conocida como Laura Liláh, es profesora de yoga y meditación desde hace varios años. En paralelo, lucha cada día con una progresiva pérdida de audición -del 80% en un oído y del 60% en el otro- que la obliga a lleva audífonos desde hace 12 años.

A pesar de las dificultades que le provoca la hipoacusia, decidió que no eran suficientes para impedirle intentar cumplir su sueño: crear un centro de ‘salud integral’, Tulatu, en Toledo, un espacio que ha nacido gracias a sus ganas de emprender y, entre otras cosas, a Inserta Empleo, la entidad de la ONCE destinada a apoyar el talento de las personas con discapacidad.

¿Cómo y cuándo nació Tulatu?Tulatu es uno de los términos latinos que se utilizaban para referirse a Toledo, ciudad en la que está el centro. Yo llevo muchos años dedicada a la enseñanza del yoga, la meditación…y siempre había tenido la inquietud de crear un centro propio. De hecho, lo intenté varias veces, pero en cuanto aparecían las dificultades, lo dejaba. Hace un par de años me lancé de nuevo después de hace un master un proyecto web en el que enseñaba mindfulness, y a partir de ahí empecé a tomármelo más en serio.

Para ponerlo en marcha, te ha ayudado el programa Por Talento Emprende, de la ONCE. ¿Qué ha supuesto para ti poder contar con esta ayuda?Para mí ha sido crucial en muchos aspectos. Cuando me dieron la discapacidad, vivía en Cáceres, volví a Toledo y contacté con Inserta empleo para que me ayudaran a buscar trabajo, donde me hablaron también de la parte que tienen para ayudar a los emprendedores. Aunque me decidí a empezar, sobre todo, tras acudir al congreso de discapacidad y emprendimiento, donde me encontré con muchísimas personas con discapacidad con unas ganas y unas capacidades impresionantes. Eso me animó mucho y empecé a hacer el plan de emprendimiento con ellos, algo que no sé si hubiera podido hacerlo sin la asesoría que me pusieron, porque para mí no es algo fácil. Toda la parte de asesoramiento para mí ha sido crucial.

Laura, durante un taller de meditación en Tulatu.
Laura, durante un taller de meditación en Tulatu.
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¿Con qué otros apoyos has contado?También me ayudaron desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha con subvenciones que dan a la gente que se da de alta como autónoma, y otras personas que me han apoyado en algún momento del proyecto, pero que luego decidieron no continuar. 

Siempre advierto de que tengo audífonos para que la gente lo sepa, les digo necesito que me hablen de frente, más despacio, que vocalicen…

Háblanos de tu negocio. ¿En qué consiste?Es un centro integral en el que, mi principal objetivo, es que la gente se conecte con la salud, que aprenda a cuidarse, que sea la líder de su propia salud. En el centro hay diferentes actividades -yoga, meditación, charlas…- todas orientadas a al autoconocimiento para la generación de salud en general, tanto la física como la mental e incluso la espiritual. Creo que todos tenemos muchas herramientas para procurarnos salud, porque podemos ser saludables, incluso en casos como el mío, que tengo un problema de audición. A pesar de mi problema, yo me siento una persona con muchas ganas, mucha energía… 

¿Qué hacías antes de montar Tulatu?Lo mismo, pero de un modo más pequeño, alquilaba salitas en centros, hacía cosas para centros de mayores -que aún hago-, con el ayuntamiento, estuve dando clases en una asociación de personas sordas, de mujeres… donde me llamaban, pero era muy diferente porque no tenía un proyecto a largo plazo. La idea que tengo ahora para Tulatu es trabajar yo, pero que también vengan otros profesionales a impartir otro tipo de clases, cursos, actividades… 

A la hora de desarrollar tu actividad profesional, ¿te has encontrado con algún obstáculo debido a tu discapacidad?Sí, porque me limita mucho a la hora de comunicarme con las personas, y eso me dificulta a la hora de dar clases, sobre todo si son grupos grandes. Yo siempre advierto de que tengo audífonos para que la gente lo sepa, pero, aun así, no lo llegan a entender y siguen hablando normal, cuando yo necesito que me hablen de frente, más despacio, que vocalicen… y lo que hacen en gritar, chillar… Y no es eso. 
Yo a veces no entiendo lo que me está diciendo y por no estar todo el rato preguntando qué han dicho, me pierdo muchas cosas, y yo a los alumnos tengo que escucharlos, claro. A veces, para compensar, sobre todo cuando voy a al centro de mayores, me tengo que acercar mucho a ellos, si no, no entiendo lo que dicen.
Pero esto me pasa dando clase y en otros ámbitos, incluso en comidas familiares, donde conocen mi problema desde hace años. A veces me dicen ‘no hablas nada’, pero, claro, ¿cómo voy a participar en la conversación si no entiendo la mitad de las cosas que están diciendo?
Y luego está la gente que se te queda mirando los audífonos… Falta mucha sensibilidad con el tema, pero hay que tener paciencia con la gente. A pesar de todo, lo llevo bien, lo acepto e intento agradecer que el resto de cosas de mi salud está bien, se puede seguir progresando.

¿Siempre has tenido baja audición?Los audífonos los tengo desde hace 12 años, pero la pérdida la tengo desde hace mucho, pero no me quería enterar. Yo siempre digo que la audición la he perdido porque no me gustaba lo que escuchaba, jajaja… Hasta que mi familia me insistió para que fuera al médico y vieron que tengo el nervio dañado, porque los oídos los tengo bien. Mi padre, de hecho, se quedó sordo totalmente y nunca quiso lleva audífonos. 

El congreso de emprendimiento y discapacidad vi proyectos maravillosos que sería una pena que se perdieran, la sociedad los necesita

Después de tu experiencia, ¿qué consejos le darías a una persona con discapacidad que quiere montar su propio negocio o hacerse autónomo?Que si de verdad quieren hacerlo, que lo hagan, que se lancen, y que se rodeen de personas que le ayuden y que les asesoren, porque montar un negocio requiere de planificación, tiempo, un plan de empresa… y para personas como yo, que no tenía mucha idea, ese asesoramiento es fundamental. Y que se tomen las dificultades, que las tendrán, como un aprendizaje. 

¿Crees que son suficientes las ayudas o beneficios para las personas con discapacidad que quieren poner su propio negocio?Es cierto que, si se buscan, hay muchas cosas, pero tendría que haber más, porque las personas con discapacidad podemos aportar muchísimo a la sociedad, y yo de eso me di cuenta en el congreso de que te he hablado, porque son personas con mucha sensibilidad, mucha humildad, acostumbrados a superar dificultades, a sí mismos… En ese congreso vi proyectos maravillosos que sería una pena que se perdieran, la sociedad los necesita. 

¿Y qué perspectivas de futuro tienes?Pues los comienzos siempre son duros, y el arranque del centro está yendo despacio, pero tengo una mentalidad muy positiva y tengo en mente muchas cosas. Me gustaría que fuera un centro con personas comprometidas con la salud, con varios profesionales orientados a ese objetivo, un centro familiar, cercano… y donde la gente vaya a cuidarse, pero también de disfrutar. 

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