El Papa lanza su autobiografía: dice que no renunciará, que no es comunista, que adora el fútbol y que no va a "ver más la televisión"

El Papa Francisco durante el rezo del Ángelus el pasado domingo 18 de febrero.
El Papa Francisco durante el rezo del Ángelus el pasado domingo 18 de febrero.
Vaticano / LAPRESSE
El Papa Francisco durante el rezo del Ángelus el pasado domingo 18 de febrero.

El papa Francisco tiene 88 años y el 13 de marzo cumplió 11 de pontificado. Lo celebra publicando un libro, una autobiografía. El 19 de marzo sale a la venta Vida. Mi historia en la Historia, escrito junto al periodista y vaticanista Fabio Marchese Ragona. En sus páginas, Berboglio, que describe el Vaticano como "la última monarquía absoluta de Europa", descarta renunciar porque su estado de salud no lo exige. Francisco se ve con fuerzas para continuar.

El diario Corriere della Sera ha adelantado una síntesis del libro y algunos pasajes. Las más de trescientas páginas recorren todos los aspectos de la vida del Papa, desde la relación con su familia, especialmente con sus abuelos, hasta su emigración a Argentina en 1929, o su "pequeño bandazo" en el periodo del seminario; pasando por la Segunda Guerra Mundial, con su dramático epílogo atómico, el golpe de Estado en su país y hasta Maradona.

En el libro, el Francisco ha escrito que no tiene planes para renunciar y que tampoco padece problemas de salud que lo requieran. No hay "condiciones para una renuncia" a menos que surja "un grave impedimento físico", posibilidad a la que respondería una "carta de renuncia" depositada en la Secretaría de Estado y firmada por Bergoglio al inicio de su pontificado. El Pontífice dice que goza de "buena salud y, si Dios quiere, quedan muchos proyectos por realizar".

Es humano, ¡no hay que escandalizarse! Cuando el Papa está en el hospital, hay quienes especulan en beneficio propio o con fines de lucro en los periódicos... nunca he pensado en dimitir"

Bergoglio asegura que sabe que algunos han esperado que "tras una hospitalización, hiciera tal anuncio" (el de su dimisión). "Tranquilos, es humano, ¡no hay que escandalizarse! Cuando el Papa está en el hospital, hay muchos pensamientos, y también hay quienes especulan en beneficio propio o con fines de lucro en los periódicos. Afortunadamente, a pesar de los momentos difíciles, nunca he pensado en dimitir", escribe.

A los que le acusan de estar "destruyendo el papado"

La autobiografía tiene sitio para recordar la renuncia de Benedicto XVI y su elección como Pontífice. Describe su dolor por haber visto "instrumentalizada" la figura del Papa emérito, "con fines ideológicos y políticos por gente sin escrúpulos", y por las consiguientes "polémicas" que "en diez años no han faltado y nos han hecho daño a los dos".

Se sintió herido por quienes escribieron "Francisco está destruyendo el papado", admite el Pontífice. "¿Qué puedo decir? Que mi vocación es sacerdotal: ante todo soy sacerdote, soy pastor, y los pastores deben estar en medio de la gente... Es verdad que el Vaticano es la última monarquía absoluta de Europa, y que aquí dentro se hacen a menudo razonamientos y maniobras cortesanas, pero hay que abandonar definitivamente esos esquemas", escribe.

Homosexualidad: no es la antesala de un cisma

En Vida. Mi historia en la Historia, el Papa imagina una "Iglesia madre, que abraza y acoge a todos, incluso a los que se sienten equivocados y a los que han sido juzgados por nosotros en el pasado". En ese punto se refiere a los homosexuales o transexuales "que buscan al Señor y que en cambio han sido rechazados o expulsados".

Es justo que estas personas que viven el don del amor puedan tener una cobertura legal como todos los demás"

Bergoglio reitera su decisión de "bendecir a las parejas irregulares", porque todos son amados por Dios, "especialmente los pecadores". Es su visión y escribe que "si los hermanos obispos deciden no seguir este camino, no significa que sea la antesala de un cisma, porque no se cuestiona la doctrina de la Iglesia".

Francisco insiste en el libro en la defensa de las uniones civiles, porque "es justo que estas personas que viven el don del amor puedan tener una cobertura legal como todos los demás". Pero dice ser consciente de que siempre hay "quienes intentan frenar la reforma, quienes querrían permanecer inmóviles en la época del Papa-Rey".

El aborto "es un asesinato"

Su apertura, ya sabemos se acaba al mencionar el aborto. El Papa hace una defensa de la vida humana, "desde la concepción hasta la muerte", donde el aborto "es un asesinato", realizado por "asesinos asalariados, ¡sicarios!", y la práctica del "útero en alquiler" es "inhumana".

Si los hermanos obispos deciden no seguir este camino, no significa que sea la antesala de un cisma, porque no se cuestiona la doctrina de la Iglesia"

Echando la vista atrás, el libro recorre la historia de la dictadura argentina, los profundos lazos de Bergoglio con quienes no salieron con vida, su compromiso de acoger a jóvenes en riesgo durante el régimen del general Jorge Rafael Videla, y también su intento fallido de salvar a su maestra Esther, muy importante para su educación. Aquella mujer fue secuestrada, torturada y tirada desde un avión, en los llamados vuelos de la muerte.

Repasa lo sucedido durante la dictadura argentina, cuando escondió y protegió a tres seminaristas. También trató de salvar a dos jesuitas que habían sido secuestrados por los militares. Al final fueron liberados y Francisco organizó su fuga de Argentina.

Hablar de los pobres no es ser comunista

Según escribe el Pontífice, lo que ocurrió en Argentina "fue un genocidio generacional". Al escribir sobre ello, no evita mencionar las acusaciones de que de alguna manera colaboró con la dictadura, desmentidas por la evidencia de su oposición "a esas atrocidades". Se refiere a su estancia en Córdoba y a sus errores: "Fueron errores cometidos por mi actitud autoritaria, tanto que fui acusado de ultraconservador... Estaba muy encerrado en mí mismo, un poco deprimido".

Hablar de los pobres no significa automáticamente ser comunista"

En ese punto, Bergoglio se acuerda de aquellos católicos altamente conservadores que le ven como un intruso comunista. "Hablar de los pobres no significa automáticamente ser comunista" porque "los pobres son la bandera del Evangelio y están en el corazón de Jesús", y que "en las comunidades cristianas la gente compartía la propiedad: ¡esto no es comunismo, es cristianismo en estado puro!".

El voto de no ver más la televisión

Vida. Mi historia en la Historia es un ejercicio de memoria donde el Papa se dirige también a los jóvenes. Les pide que "hagan lío", porque "el tiempo se acaba, no nos queda mucho para salvar el planeta". Y se acuerda de su pasión por el fútbol (escribe sobre Maradona) y de su voto de "no ver más la televisión".

Es importante volver a abrir el libro de los recuerdos y hacer memoria... para encontrar las cosas que no son buenas y las cosas tóxicas que hemos vivido"

"Llegados a cierta edad, es importante, incluso para nosotros mismos, volver a abrir el libro de los recuerdos y hacer memoria: aprender mirando hacia atrás, para encontrar las cosas que no son buenas, las cosas tóxicas que hemos vivido junto con los pecados que hemos cometido, pero también para revivir todo lo que Dios nos ha enviado de bueno. Es un ejercicio de discernimiento que todos deberíamos hacer, ¡antes de que sea demasiado tarde!", recomienda Bergoglio.

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