La Giralda de Sevilla, uno de los BIC más emblemáticos de la ciudad «se acerca más que nunca» a la torre original, que fue construida en 1.184 y cuya parte inferior es una alminar de la antigua mezquita, según ha publicado este jueves el Cabildo Catedral tras finalizar recientemente los trabajos realizados en sus cuatro caras que se iniciaron en 2017.
Según el arquitecto responsable de la obra, Eduardo Martínez Moya, estas mejoras ha posibilitado la recuperación de formas «que no se veían desde su construcción», como se ha detectado tras los trabajos de investigación y documentación de las formas de los paños de sebka -elementos decorativos en forma de rombo- de la cara norte; el análisis de los materiales (de ladrillos, morteros, revestimientos, pigmentos, maderas y metales); y las catas de reconocimiento de la fachada.
En cuanto a las labores de restauración, ha destacado la recuperación de volúmenes y piezas cerámicas, siendo «especialmente significativa» la intervención sobre la placa conmemorativa a los pies de la Giralda, que se ha reproducido «letra a letra» tras ser escaneada «con la más alta resolución y en 3D» y que se colocó en su día coincidiendo con el remate del Giraldillo que vino a unir el arte almohade y el renacentista.
"Cuando concluye su trabajo Hernán Ruiz, no sólo hizo el remate de la torre sino que intervino en toda la Giralda para dar esa continuidad y unir dos artes diferentes separadas por siglos". Ruiz "repintó" la torre "respetando los colores originales" e hizo un programa iconográfico "muy completo", ha añadido el arquitecto.
Los elementos que "se han perdido en su totalidad" han sido "catalogados y debidamente guardados" y sustituidos por otros similares después del estudio de los mismos, como ha sucedido con una pieza de piedra con la cara del profeta Isaías, ha explicado el responsable de estos trabajos en la Giralda.
La intervención realizada en la Giralda no ha sido sólo una tarea de limpieza superficial, sino que "ha estado a la altura de las grandes intervenciones hechas en el XIX y en los años 80 del pasado siglo", esta última bajo la dirección del arquitecto conservador Alfonso Jiménez, ha destacado el delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo catedralicio, Francisco Román.
Próxima intervención entre 2025 y 2027
Tras esta actuación, el Cabildo ha anunciado una futura intervención en el interior de la torre y en el cuerpo de campanas y de azucenas que prevé realizar entre 2025 y 2027. Estarían centradas en reponer la capacidad estructural perdida por las actuales estructuras metálicas de finales del siglo XIX, que son los actuales soportes de las campanas en los que ya se intervino en 2021.
Está previsto intervenir en las rampas y cámaras del interior y, finalmente, restaurar por completo el conjunto del remate renacentista. Al respecto, el Cabildo estudiará diversas opciones para compatibilizar las obras con las visitas turísticas al interior de la Giralda. La inversión se espera que sea, al menos, como la ya realizada hasta el momento que ha rondado los tres millones de euros, que han sido financiados con los ingresos obtenidos de las visitas a la Catedral
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