La legislatura de Pere Aragonès llegará a su fin el 12 de mayo, cuando los catalanes acudirán a los colegios electorales para elegir a un nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya. Tras el rechazo de los partidos políticos a los Presupuestos que presentó el ejecutivo y que han provocado el avance electoral, muchos proyectos se han quedado en el aire.

Uno de los ámbitos que se verá más perjudicado es el de la educación, que no pasa por su mejor momento desde que se publicaron los malos resultados del informe PISA. A raíz del estudio, el Govern creó una Comisión para que un grupo de expertos analizase las mejoras educativas necesarias. Para aplicarlas, la consellera de Educación, Anna Simó, anunció que se destinarían 50 millones de los presupuestos que finalmente no se han aprobado. 

Además, también explicó que los 7.435 millones de euros totales destinados al sistema educativo catalán ayudarían a seguir con la climatización de las escuelas, a potenciar la educación inclusiva y, a mejorar la equiparación salarial del personal de la pública y la concertada.

Gestión de la sequía 

Otro de los principales problemas será la gestión de la sequía. Hasta ahora, el Govern de Pere Aragonès ha ido aplicando medidas para paliar la escasez de agua, pero también prevenía en las Cuentas una partida de 1.045 millones de euros para hacer frente a la crisis hídrica. 

Del total, 120 millones se iban a destinar para que los entes locales pudiesen realizar las mejoras necesarias para aplicar medidas restrictivas en sus localidades. El gobierno catalán también tenía previsto destinar 86,3 millones en las mejoras del riego, una medida incluida en el Plan para las mejoras del riego 2023-2030.

Vivienda y salud

La problemática de la vivienda en Cataluña es otro de los ámbitos que se verá tocado por el avance electoral, ya que el acuerdo entre el PSC y Esquerra Republicana incluía construir 4.000 nuevas viviendas de alquiler social con el objetivo de que la comunidad tuviese unas 10.000 para el 2026. Asimismo, se pretendía destinar 30 millones para la construcción de pisos con alquileres asequibles en suelo del Incasòl o parcelas cedidas.

El sistema sanitario catalán también se verá afectado por el rechazo de las cuentas y el fin de la legislatura de los republicanos. El PSC y ERC habían pactado crear un fondo extraordinario de 800 millones de euros para normalizar el gasto desplazado y acercar el presupuesto al gasto real que ahora se ha quedado en el aire. Asimismo, se contemplaba incrementar en 144 millones la partida destinada a sanidad, de los cuales 20 iban a ser destinados para salud mental y un 25% para la Atención Primaria.

Financiación de la cultura

En cuanto al sector de la cultura, las cuentas incluían facilitar la financiación de varios entes locales, de manera que, entre otras cosas, el Ayuntamiento de Gelida (Barcelona) y el de Súria (Barcelona) podrían construir nuevos espacios culturales. 

En lo que respecta al deporte, a raíz del rechazo a las cuentas, la Unió de Consells Esportius Catalanas ya no recibirá 400.000 euros, mientras que la Unió de Federacions Esportives de Catalunya 850.000. 

Industria, energía e infraestructuras

El Metro de Barcelona iba a ser uno de los grandes beneficiados de los Presupuestos para 2024 después de que se acordase invertir 57 millones de euros e iniciar la compra de 39 convoyes para el sistema. El objetivo era cubrir las necesidades identificadas en las líneas convencionales y en la futura L9.

En cuanto a la industria, la energía y las infraestructuras, estaba previsto incrementar en 47,7 millones el apoyo directo a la industria, aprobar un programa de 25 millones para la mejora de los polígonos industriales y destinar 100 millones hasta 2026 a obras y operaciones para el proyecto Catalunya Media City.