La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, compareció este miércoles desde el salón de actos del Ayuntamiento de Leganés. Allí se celebró el Consejo de Gobierno de forma extraordinaria, pero los asuntos abordados en esta reunión estaban desde primera hora de la mañana en un segundo plano. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había pedido la dimisión de la dirigente madrileña por la denuncia de la Fiscalía contra su pareja sentimental, Alberto G. A., al que atribuye la comisión de tres delitos fiscales que se habrían traducido en un presunto fraude a la Hacienda Pública de 350.951 euros.
Todas las miradas estaban puestas sobre lo que tenía que decir la presidenta, que apenas tardó unos segundos en aludir a Sánchez. “El presidente del Gobierno, que va a aprobar la ley más corrupta de la democracia, la ley que amnistía a delincuentes y a presuntos terroristas, ha pedido mi dimisión, imagino que para intentar tapar ese escándalo”, pronunció. A partir de ahí, Díaz Ayuso habló durante algo más de cinco minutos de la investigación de la Agencia Tributaria a su novio y de la posterior denuncia de la Fiscalía y a continuación se puso a disposición de los periodistas.
La intervención de la líder del PP estuvo salpicada por duros ataques a Sánchez y otros cargos del PSOE, pero también fue una defensa de las actividades profesionales de su compañero, del que dijo que es falso que deba dinero a Hacienda y que es el erario público el que le debe a él 600.000 euros, y de otros miembros de su familia, como su hermano. Díaz Ayuso insistió en asociar las informaciones conocidas esta semana con "una persecución política escandalosa" desde el Gobierno central para perjudicarla.
"Sánchez busca desestabilizar a través de mi destrucción personal, cuando el único destruido aquí es él", lanzó la presidenta madrileña. "Todo huele a turbio", insistió, para asegurar también en esta línea que se ha dado una inspección de Hacienda "salvaje" y "sacada de quicio" que afecta a los ejercicios 2018, 2019, 2020 y 2021 y que los investigadores querrían extender también a 2022. Díaz Ayuso, además, se pronunció sobre la situación del piso en el que reside, que es propiedad de su pareja. El Gobierno central y la oposición madrileña han puesto el foco sobre este inmueble, afirmado que podría haber sido adquirido con dinero supuestamente evadido al fisco.
"No es un piso de un millón. No es mío. Está hipotecado. Está registrado mediante notario", expuso. La dirigente madrileña detalló que "temporalmente" vive "acompañando" a su pareja en su domicilio. "Él es un particular y puede comprarse la vivienda que le venga en gana y yo tengo derecho a dormir en la cama que considero como persona que soy libre para hacerlo”, argumentó para insistir que la casa "está legal, en ‘A". "Cuando Hacienda le devuelva lo que le debe, a lo mejor lo compra y así sí que es suyo", añadió. Porque Díaz Ayuso mantuvo este miércoles que el Estado le debe dinero a Alberto G. A.
"Es falso que sea él quien debe Hacienda a 350.000 euros por fraude… no solo no le debe nada, sino que es Hacienda quien le debe los casi 600.000 euros", afirmó sin dar más detalles del origen o justificación de esta supuesta deuda, para a continuación poner el foco en la filtración de la inspección fiscal a su pareja y de la posterior denuncia.
"Es un ciudadano particular que está siendo asediado por todo el poder de un Estado porque es mi pareja", lanzó. "¿Hablaríamos de todo esto si no fuera mi pareja? ¿Cuántos millones de inspecciones fiscales hay al año?", se preguntó. En su intervención, Díaz Ayuso también mencionó a otros familiares que también han ocupado titulares estos días y en el pasado.
Este es el caso de sus padres. "Mi padre murió sin deber un duro, siendo un hombre honrado. Mi madre no ha dado ningún pelotazo de nada: es una mujer jubilada ya desde hace mucho tiempo", afirmó. "Con mi expareja no tengo relación alguna. Mi hermano es un comercial, como tantos miles de comerciales de este país, que lleva 30 años haciendo lo mismo. Y mi actual pareja no está en ninguna trama", enumeró.
Durante la comparecencia, la política madrileña afirmó que se siente respaldada por su partido en este asunto y también tuvo tiempo y ganas de recurrir a cierta ironía. "La próxima vez que salga con alguien le pediré el currículum, si tiene alguna inspección de Hacienda y el certificado de vacunación", proclamó, para incidir: "Si soy culpable de algo es de tener una relación con un ciudadano anónimo".
Además, fue preguntada por el mensaje que publicó el martes en sus redes, señalando al Ministerio Público que interpuso la denuncia. "La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue Directora General en el Ministerio de Justicia con Zapatero", escribió, y este miércoles destacó que criticó, y lo hará "siempre", que datos de un particular fueran trasladados antes alas redacciones que al afectado. En un Estado de Derecho, aseveró, "no hay derecho a que los datos particulares vayan circulando por ningún sitio".
Este jueves, la presidenta de la Comunidad acude al pleno de la Asamblea y es del todo probable que la oposición, que ya le ha exigido que comparezca a petición propia y una comisión de investigación entre otras medidas, le pregunte sobre las palabras que pronunció desde Leganés y sobre otras adicionales.
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