El grupo húngaro Ganz-Mavag (Magyar Vagon) ha presentado oficialmente su opa para hacerse con el 100% de las acciones de Talgo, la constructora ferroviaria española. Ofrecen 619 millones de euros. La opa se ha hecho efectiva ante la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) pese a la abierta y declarada oposición del Gobierno español.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez está en contra de la operación y no solo porque considere que Talgo es un activo estratégico en un país que ha apostado tanto por la alta velocidad ferroviaria, como ha dicho el ministro de Industria, Jordi Hereu. En ese ministerio, como en el de Transportes, no pasan desapercibidas las conexiones de Ganz-Mavag con el líder ultraconservador húngaro Viktor Orbán y de éste con Rusia.
Tras el consorcio liderado por Magyar Vagon que ha presentado la opa sobre Talgo hay un grupo de inversores públicos y privados que están relacionados de una u otra forma con Orbán. Y por ello la operación seguramente sea vista con buenos ojos en el Kremlin. Que una compañía de "esta Hungría" se haga con una española es en buena medida un palo en la rueda española de la Unión Europea y eso siempre agradará a Vladimir Putin.
Tombor, un hombre de Orbán
El 45% de Ganz-Mavag es propiedad del Estado húngaro a través de Corvinus. Se trata de un fondo estatal creado para el desarrollo económico del país fuera de sus fronteras, gestionado por su Ministerio de Economía. Ganz-MaVag está participada por Magyar Vagon, un holding privado pero cuyos empresarios están en la órbita de Orbán.
Detrás está András Tombor, persona de confianza del líder húngaro, propietario del 50% de Ganz-Mavag. Él aparece entre los firmantes de la oferta de compra de Talgo. Nacido en agosto de 1973, se trata de un empresario millonario que fue asesor de seguridad nacional del primer ministro húngaro entre 1998 y 2002.
De hecho, Tombor aparece entre los firmantes de la oferta de compra de Talgo. Nacido en agosto de 1973, se trata de un empresario millonario que fue asesor de seguridad nacional del primer ministro húngaro entre 1998 y 2002.
Mira hacia Moscú, pero vive la vida de un aristócrata occidental"
"Mira hacia Moscú, pero vive la vida de un aristócrata occidental. Mientras tanto, reúne a jóvenes a su alrededor para prepararlos en un equipo de élite y mantenerlos en contacto con cargos importantes. Retrato del polifacético Tombor", leemos en una referencia de Tombor de 2016 en el medio húngaro Index.
De asesorar a Orbán a recomendar vagones rusos
Es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Győr y diplomado en Historia. También pasó por la Universidad Johns Hopkins, de la que es diplomado en Economía. Amante del polo (tiene su propio equipo), según la prensa internacional, Tombor reside oficialmente en Reino Unido. Desde allí administra sus empresas e intereses.
Se le acusa de haber presionado para que se compraran vagones rusos en la renovación del metro de Budapest
Dejó de asesorar a Orbán tras la derrota electoral del 2002. Entonces se centró en sus negocios. Su curriculum como empresario arroja luces y sombras. En 2014 fue presidente del Consejo de Desarrollo de Tokaj Borvidék, la región vinícola de los famosos vinos tokaj. La empresa pública vinculada a aquella actividad era Tokaj Kereskedőház y de la mano de Tombor acabó quebrando.
En 2016, se hizo con una participación en la agencia de publicidad Atmedia, a través de Visus Invest Kft., y el portal de noticias Mandiner. Medios húngaros apuntan que con esos instrumentos Tombor presionó a favor de que para la renovación del metro de Budapest se compraran los vagones fabricados por la rusa Metrovagonmas.
Millonario de la industria aeronáutica
Vendió aquellos negocios y pasó a invertir en la industria aeronáutica. Tombor es dueño de la checa Aero Vodochody, fabricante de aviones de entrenamiento militar y proveedor de Airbus.
En esa misma industria trabaja Gyorgy Bacsa, el otro firmante de la nota enviada a la CNMV en febrero para confirmar el interés por lanzar la opa a Talgo. Este ejecutivo tiene silla en el consejo de la gasista y petrolera MOL, que estaría detrás de los fondos que impulsan la compra del fabricante de trenes español. De esa petrolera también fue asesor Tombor.
Desde 2013, Bacsa es miembro del máximo órgano de decisiones del Budapest Stock Exchange, la bolsa de Hungría. Dos años después el índice pasó a ser público: el Banco Nacional de Hungría se hizo con su control.
Compró DJJ de manos rusas
Volviendo a Tombor, fue él quien en 2020 compró DJJ, el fabricante ferroviario especializado en trenes ligeros y de mercancías. La compró de manos rusas. Si la compra de Talgo sigue adelante, será DJJ quien se encargue de ejecutarla.
La filantropía la reserva para un colegio. Con una donación de su padre, fundó en 1996 el Mathias Corvinus Collegium, que se ocupa de mantener. No es una labor libre de interés: el credo de este centro educativo es, como su amigo Orbán, claramente conservador.
Colegio de élite, busca dar forma a los líderes de la Hungría del mañana, educando a los más talentosos desde la escuela primaria hasta la formación postuniversitaria. En el Mathias Corvinus es obligado leer la novela Alamut, la más famosa del escritor esloveno Vladimir Bartol. El relato está basado en una leyenda y tiene como trasfondo un análisis de la manipulación de las conciencias en los regímenes totalitarios.
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