Todo sobre Magyar Vagon: quién está tras el grupo húngaro que puja por Talgo y por qué el Gobierno quiere 'descarrilar' la operación

La OPA del grupo húngaro Magyar Vagón sobre la española Talgo
La OPA del grupo húngaro Magyar Vagón sobre la española Talgo
Henar de Pedro
La OPA del grupo húngaro Magyar Vagón sobre la española Talgo

Se está más cerca de tener que aprender a decir "Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol" en húngaro (algo así como Könnyű csuklós vonat Goicoechea Oriol). Un empresa húngara acaba de formalizar la OPA sobre la española Talgo y para ello ha presentado, ahora sí, una Oferta Pública de Adquisición (OPA). Detrás hay dinero, mucho, pero también política, la que sale del despacho en Budapest del primer ministro Viktor Orbán, ese "amigo" de la Unión Europea.

Como se anunció en noviembre pasado, el grupo Ganz-Mavag (Magyar Vagon) ha presentado oficialmente ante la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) una opa para hacerse con el 100% de las acciones de Talgo. Pese a la oposición manifestada del Gobierno español, la oferta húngara valora al histórico fabricante de trenes en 619 millones de euros.

Ganz-MaVag nació de la unión de dos empresas húngaras industriales en la década de los 50, aunque el origen de ambas compañías se remonta al siglo XIX, según la información corporativa de su web. Su principal negocio es la producción de estructuras de acero industrial. Hasta 1997, la corporación estuvo controlada por el Estado húngaro. Hoy sigue así aunque formalmente esté privatizada.

Talgo gana más que Ganz-Mavag

No deja de ser curioso: los ingresos de Talgo casi triplican los del conglomerado húngaro que lanza la opa. La cifra de negocio del fabricante español en el pasado ejercicio fue de 652 millones de euros. A cierre de 2023, la cartera de pedidos de Talgo alcanzaba los 4.223 millones, un 54% más que en 2022, tras haber cerrado ventas por 2.100 millones.

En cambio, según la infomación oficial publicada, en 2022 Ganz-Mavag tuvo unos ingresos de 254,7 millones de euros. Todo ese dinero de la cuenta de resultados proviene de varias empresas: MAV Vagon, que aporta 109,6 millones; DJJ, fabricante de trenes, 77,1 millones; y el negocio internacional de Ganz-Mavag, 68 millones.

DJJ sería la encargada de ejecutar la compra de Talgo. Esta compañía está especializado en trenes ligeros y de mercancías, por lo que la compra de la española, que se ha especializado en fabricar trenes de alta velocidad, tendría lo que los expertos llaman sentido industrial.

Orbán, músculo financiero y político

Como señalan los analistas la opa sólo tiene sentido si detrás de quien la lanza hay suficiente apoyo financiero. Financiero, pero también político. El 45% de Ganz-Mavag es propiedad del Estado húngaro a través de Corvinus. Se trata de un fondo estatal creado para el desarrollo económico del país en el exterior.

Puede decirse que detrás de la operación está el propio Viktor Orbán, actual primer ministro de Hungría (que lo es desde mayo de 2010). Y no sólo por Corvinus. Ganz-MaVag está participada por Magyar Vagon, un holding privado pero cuyos empresarios están en la órbita de... Orbán. Detrás estaría András Tombor, persona de confianza del líder húngaro.

Todo lo dicho hace que la operación de compra de Talgo sea seguramente vista con buenos ojos en Moscú. Todo lo que sea poner palos en las ruedas de las bicicletas de la UE es bien visto desde el Kremlin, y que una compañía húngara se haga con una española es en buena medida un palo.

Talgo no ve problemas, sólo dinero

Sin embargo, el dinero sólo sabe de dinero. Al consejo de administración de Talgo poco le importa si Orban está detrás de la opa húngara; solo sabe que la oferta les parece "amistosa" y "atractiva" para los accionistas. De hecho, anuncia que colaborará para su éxito, incluso para buscar financiación si alguna entidad resuelve sus créditos por el cambio de control.

Talgo ha dicho en su comunicación a la CNMV que tiene una opinión "preliminar favorable" sobre el precio, cinco euros por acción, frente a los 4,39 euros a los que ha cerrado este jueves en Bolsa. El principal accionista de la constructora ferroviaria, Trilantic, a través de Pegaso, ha expresado al consejo de Talgo su intención de aceptar la oferta.

El Gobierno español quiere evitarlo

El Gobierno español no quiere que Talgo deje de ser española. El ministro de Industria, Jordi Hereu, considera estratégico al fabricante español y el de Transportes, Óscar Puente, dijo ayer a periodistas que el Ejecutivo hará "todo lo posible" para evitar que Magyar Vagon logre el control de Talgo.

El ministro Óscar Puente dice que el Gobierno hará "todo lo posible" para evitar la operación

Efectivamente, el Ejecutivo de Pedro Sánchez podría tener capacidad de veto haciendo uso del escudo antiopas. Pero en última instancia todo dependerá de la UE: la Comisión Europea debe autorizar la operación.

La opa valora a Talgo en 619 millones de euros y está supeditada a la aceptación del 50% del capital. Según la nota distribuida por la compañía húngara, el grupo resultante, si se lograse la fusión entre el consorcio húngaro y Talgo, podría alcanzar una facturación de más de 700 millones de euros.

Esa unión de empresas tendría una plantilla a nivel mundial de 5.550 empleados, con operaciones en Estados Unidos, Europa, África y Oriente Medio. "La operación permitiría al nuevo grupo resultante afrontar los retos que plantea la modernización del transporte ferroviario ante el reto de la descarbonización", explican.

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