El Ayuntamiento de Madrid va a reparar y mejorar la estética en el túnel de la plaza de Castilla debido al deterioro detectado en la última inspección realizada en el túnel: fisuras, paneles de revestimiento dañados o humedades. Todos estos desperfectos, consecuencia del normal deterioro de la infraestructura, son de carácter leve y no comprometen la seguridad de los usuarios.
La intervención, que será ejecutada por el Área de Obras y Equipamientos, comenzará a principios de primavera y se extenderá hasta los meses de verano. Para minimizar las afecciones al tráfico que se puedan producir, los trabajos se realizarán en horario nocturno.
El objetivo del Ayuntamiento con estas actuaciones es "detener el avance de los mismos y para que el túnel mantenga las características funcionales y resistentes con las que fue proyectado". El contrato para ejecutar estas obras supondrán una inversión de 1,9 millones de euros, según ha anunciado en rueda de prensa la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz.
Los trabajos se centrarán en la reparación de los paneles laterales con pintura que los proteja y mejore la reflectancia de la luz, también se saneará el hormigón con aplicación de pintura anticarbonatación y se renovará el sistema de canaletas y drenaje. Además, bajo la premisa de mejorar la seguridad, se levantará un pequeño muro de hormigón armado para separar ambos sentidos de circulación. Por otro lado, se mejorará la estética de la vía mediante la instalación de paneles que incorporen el nombre del túnel.
Un alumbrado más eficiente en el túnel
Esta futura intervención se unirá a la que se realizó recientemente para sustituir el alumbrado del túnel por otro tipo led de alta eficiencia energética. De este modo, se ha mejorado la seguridad de los usuarios de la infraestructura, al mismo tiempo que ha supuesto una importante reducción del consumo en esta instalación que permanece encendida durante todo el día. En concreto, se ha reducido la potencia instalada en casi un 80%.
El túnel de plaza de Castilla, ubicado en el distrito de Chamartín, da continuidad al paseo de la Castellana bajo dicha plaza y conecta con la Calle Agustín de Foxá. La infraestructura tiene una longitud total de 1.176 metros, de los cuales 734 corresponden al tramo cubierto y 442 a las tres rampas de acceso.
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