Makkai reflexiona sobre el 'true crime' en su nueva novela: "Las películas suelen arrancar con la muerte de la chica guapa"

La escritora Rebecca Makkai.
La escritora Rebecca Makkai.
Brett Simison
La escritora Rebecca Makkai.

La cultura pop se ha nutrido de los asesinatos de mujeres jóvenes, blancas y guapas, convirtiéndolas en productos e iconos y acercándolas al estatuto de mártires. 

Como bien demostró Nerea Barjola (Santurtzi, 1980) en Microfísica sexista del poder, crímenes como el de Alcàsser no solo marcaron a una generación de mujeres —limitándolas con el miedo, culpabilizándolas (por salir de noche, maquillarse, por llevar falda corta)—, sino que crearon una cultura del entretenimiento alrededor de la tragedia: en los 90, muchos programas de televisión explotaron el sufrimiento de los familiares y fetichizaron la violencia sexual en el plató.

Han pasado 30 años desde entonces y en EEUU los podcasts sobre crímenes de mujeres jóvenes y bellas, los famosos true crimes, son un fenómeno. En la novela Tengo algunas preguntas para usted (Sexto Piso), Rebecca Makkai (Skokie, Illinois, 1978) reflexiona sobre el género de los true crimes

En esta ficción, la protagonista, Bodie Kane, es la responsable del célebre pódcast Starlet Fever, centrado en la vida de estrellas del cine fallecidas. En 2018, a Kane la invitan a regresar como profesora adjunta a Granby School, el internado de élite en el que se graduó en 1995. En el taller, el tema que escogen sus alumnos para crear un pódcast es un suceso que Bodie Kane ha intentado olvidar: el asesinato de Thalia Keith su compañera de cuarto en el internado. 

Portada de 'Tengo algunas preguntas para usted'.
Portada de 'Tengo algunas preguntas para usted'.
Sexto Piso

"Thalia como hechicera, como princesa, como mártir. ¿Puede haber algo más romántico? ¿Puede haber algo más perfecto que una chica que muere antes de estar hecha del todo? Una chica como una hoja en blanco. Una chica como una proyección de los deseos de usted, ajena a los suyos propios. Una chica como un sacrificio al concepto de chica", se lee en la novela.

El año en el que la protagonista regresa a Granby no parece casual: 2018, un año después de que explotara el #MeToo. "Esta novela sería muy diferente si la hubiera escrito cinco años antes. La segunda trama, relacionada con el exmarido de la protagonista y el #MeToo, no estaría ahí. La protagonista revisita su pasado, como muchas de nosotras lo hicimos y lo estamos haciendo, y reflexiona sobre lo que le sucedió también a ella". El chico que se burlaba insistentemente de ella en clase, el que le tocó las tetas sin que ella quisiera, el que empujó su cabeza hacia su pene… 

El asesinato ficticio de Thalia Keith es horrible y el libro nos plantea preguntas. ¿Cuál es el límite de los true crimes? "Cuando lo escribí, pensé en las personas que trabajan en true crimes: nos confrontan a cuestiones éticas que pueden contribuir a resolver el caso, pero también a crear más trauma, a arruinar la investigación, e incluso a condenar a un inocente. También pueden fetichizar estos sucesos". Y escarmientan a las mujeres. "Así es, generan miedo".

Twin Peaks, la famosa serie de David Lynch, también giraba alrededor del asesinato de una bella, blanca y popular estudiante. En la novela, Makkai escribe: "Me inquieta el hecho de que las mujeres cuyas muertes me preocupan sean en su mayoría guapas y ricas. Que la mayoría sean jóvenes, como corderos que escogemos sacrificar". 

La cultura popular tiene su lenguaje y comparte códigos a la hora de fetichizar estos asesinatos. "Las películas suelen arrancar con la muerte de la chica guapa, nunca sabemos cómo era ella en realidad, solo que era virgen o promiscua y que por eso la mataron. La policía es inteligente y encuentra al verdadero culpable al final, al que se mete en la cárcel. Pero las cosas no son así en la realidad".

Al principio del libro, la protagonista cena con dos amigas. Al final de ese capítulo, le hace gracia una broma sobre el asesinato de Thalia Keith. "¿Cuáles son los límites del humor? Varios pódcasts mezclan el humor con asesinatos reales. Se justifican diciendo que el sentido del humor es esencial para sobrevivir. Entiendo el argumento, pero ¿y si estuvieran hablando del asesinato de un ser querido? Si fuera así, no se les ocurriría contarlo desde la risa. Intento ver programas cuyo objetivo sea mejorar las cosas". 

No obstante, la trama de Tengo algunas preguntas para usted es un true crime. En cierto modo, la novela funciona como un experimento: el lector comprueba lo difícil que es cerrar el libro, que nos atrapa desde las primeras páginas. La estructura, los personajes, la ambientación funcionan, pero también el tema: nos enganchamos a aquello que Makkai critica, al asesinato.

"Quería escribir un libro retador que implicara al lector. Quería escribir una historia de true crime que fuera un page turner (pasador de páginas) para que el lector se preguntara por ese impulso que lo lleva a interesarse. Por eso escogí una historia de ficción, porque podía ir más lejos". 

En el libro se analizan otras cuestiones como la edad, la clase social o las plataformas digitales. "He aprendido mucho sobre el sistema judicial de EEUU: aunque sobren pruebas sobre la inocencia de un acusado, es muy difícil que se anule una condena. Es dificilísimo conseguir que se vuelva a llevar a juicio un asesinato”.

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