El pasado lunes 4 de marzo fue detenido en la República Checa un hombre de 27 años por conducir a velocidades hasta cuatro veces por encima de lo permitido con un niño de a bordo. Después de ser interceptado en un control policial, el varón huyó a través de varios caminos hasta que finalmente fue arrestado. Tras su detención, dio positivo en el control antidrogas.
Los agentes dieron el alto al vehículo, un Audi A6, en la calle Písečná de la capital checa. En un primer momento, los policías sospecharon que el varón no se encontraba en condiciones de conducir. Antes de que los agentes pudieran actuar, el conductor se dio a la fuga a través de varias calles y un bosque.
En el vídeo publicado por la Policía checa se observa como el conductor circulaba de forma temeraria, adelantando a otros coches en línea continua e invadiendo el carril contrario haciendo que otros coches tuvieran que apartarse. El vehículo llegó a alcanzar velocidades de hasta 150km/h en zonas limitadas a 30 km/h.
Tras más de 10 minutos de persecución, el conductor finalmente fue arrestado. En el interior del vehículo los agentes encontraron a un niño de 6 años que lloraba desconsoladamente en su sillita. Una vez fue a cargo de los agentes, el pequeño se mostró muy agradecido. "Gracias, señor policía", afirmó el niño, según recoge el medio checo Čas.
Después de ser sometido a una prueba de alcoholemia, el resultado fue negativo. No obstante, dio positivo en el caso del test de drogas, que arrojaba que el varón había consumido metanfetaminas. Posteriormente, los agentes descubrieron que el hombre ya había sido arrestado el 28 de febrero por conducir bajo los efectos de las drogas con dos niños de 4 y 6 años que no tenían sus sillas correspondientes.
"Dado que su conducción temeraria y arriesgada expuso a varios conductores, ciclistas y peatones, incluido un grupo de niños, al riesgo de muerte o lesiones graves, se enfrenta a una pena de prisión de 3 a 8 años", confirmó la policía checa, según recoge el medio citado.
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