Cómo identificar un buen criador de hurones: "Uno bueno se va a asegurar de que sabes de estos animales antes de darte un cachorro"

Una camada de hurones con tres semanas de vida.
Una camada de hurones con tres semanas de vida.
FURRY FERRETS
Una camada de hurones con tres semanas de vida.

El pasado mes de febrero comenzaba la época de cría de hurones en nuestro país, momento que coincide con las primeras hembras entrando en celo y, por tanto, también con las primeras montas. Todo este periodo se extiende hasta el verano, es decir, unos cuatro-cinco meses en los que podremos encontrar más crías de hurones en el mercado.

Sin embargo, si estamos pensando en adquirir un hurón, no podemos olvidarnos de hacerlo con responsabilidad: primero, informándonos de lo que conlleva mantener a estos animales; y segundo, acudiendo siempre a criadores responsables.

Pero, ¿cómo podemos diferenciar a un mal criador de uno responsable? ¿Es solo una cuestión de legalidad? Isabel Peña, experta en nutrición y educación en hurones con más de 13 años de experiencia y divulgadora a través de su cuenta de Instagram, Little Paws at Home, repasa algunos aspectos importantes a valorar y tener en cuenta.

"Personalmente, creo que no debería de haber camadas pasado el mes de julio, porque a pesar de que podemos encontrar cachorros hasta agosto, al estar fuera de la época de cría entran en celo muy pronto (los machos tienen su primer celo en noviembre o diciembre)" detalla. "Imagina un hurón con unos cuatro meses que entra en celo, cuando lo normal es que lo haga con al menos seis".

Peña comenta que los hurones puede tener desde dos o tres cachorros hasta 14 o incluso 16. "No obstante, lo normal es que críen entre seis y nueve", aclara. "Por otro lado, la gestación dura entre 40 y 42 días".

Cómo son los buenos criadores de hurones

En España cualquier persona puede criar hurones (desde que se aprobó la Ley de Bienestar Animal, siempre que queden registrados de forma oficial como criadores y a sus mustélidos como reproductores). "Hay criadores profesionales, dados de alta y otros particulares que crían por afición", explica Peña.

"Para ser un buen criador, personalmente creo que lo más importante es ver cómo los cría", opina la experta: "Hay criadores dados de alta que dan auténtica pena".

En este sentido, la experta en estos animales sí pondría atención en "poder ver cómo están sus hurones sin tapujos, no solo en redes sociales". "Hay personas que lo único que muestran es la foto bonita del hurón que con el que van a criar y poco más, así como otra foto antigua de las jaulas de las instalaciones y no hay nada más", advierte. "A mí eso me genera mucha desconfianza".

Para criar hurones sanos los padres tienen que estar en óptimas condiciones, algo que no puedes conseguir dando un mal pienso

"Por otro lado, una persona que te muestre esas cosas sin problemas y que te diga como viven sus hurones adultos, te mande vídeos y fotos sin ninguna pega, puedes hacerte una idea real de cómo los cuida y trata", asegura.

Peña explica que, al final, muchos criadores se centran en las fotos de catálogo, las cuales siempre son muy bonitas, y por eso hay que fijarse bien en lo que hay detrás. "Que jueguen y se relacionen bien, que salgan a corretear en un espacio seguro y en condiciones y que no estén todo el día metidos en jaulas", expresa.

"Por otro lado, para mí es muy importante que nos fijemos también en el tipo de alimentación que les da", añade la experta. "Ya no me meto en si da dieta natural o pienso, pero sí que debemos pensar que para criar hurones sanos los padres tienen que estar en óptimas condiciones, algo que no puedes conseguir dando un mal pienso".

De ahí que Peña destaque la importancia en fijarse en todos los aspectos de la vida de los padres, desde su espacio a su alimentación, pasando por el trato que le dan los criadores, el enriquecimiento ambiental que tienen, etc.

Otro aspecto fundamental para identificar un buen criador de hurones para la experta en estos pequeños peludos es el conocimiento que se tenga sobre la especie. "Va más allá de saber cómo criarlos", afirma. "Hay que saber cuánto dura un embarazo, qué tenemos que darle de comer la primera semana... Pero no solo eso, también tener un conocimiento general, sobre nutrición, educación, etc.".

"Si no sabes de una especie, entonces no deberías criarla", defiende Peña. "Porque al final, si vamos a adquirir un hurón de esa persona, tiene que ser capaz de explicarnos cómo tenerlo en todos los aspectos, desde alimentación y necesidades, hasta temas de educación o salud, como por ejemplo, la esterilización".

De hecho, algo que nos puede dar pistas sobre si estamos tratando con un criador responsable es que él mismo sea quién nos haga algunas preguntas antes de darnos a su hurón, ya que nos estará demostrando que no le interesa únicamente el dinero, si no que se preocupa por sus animales.

Si crías, quieres que esos animales se vayan a una casa adecuada

"Un buen criador se va a asegurar de que conoces sobre hurones y, si no, te resolverá las dudas que tengas antes de dártelo porque es parte del proceso", explica Peña. "Si crías, quieres que esos animales se vayan a una casa adecuada".

Señales que nos indicarán un buen criador

En definitiva, nos puede ayudar a identificar a un criador de hurones bueno y responsable saber que:

  • Nos querrá conocer antes de darnos a su hurón. Como ya hemos comentado, un buen criador querrá saberlo todo sobre nosotros antes de darnos a su pequeño peludo. "Querrá conocer cómo va a vivir el bebé que ha criado", insiste la experta.
  • Respetará los tiempos de cría. "No va a darnos el hurón antes de tiempo, algo muy importante, ya que los bebés tienen que estar con la madre, con la que aprenden a socializar", advierte Peña. "Esto evitará problemas como mordiscos, entre otros".
  • Que no apoye los castigos en la educación. Un criador que hable de castigos físicos y que los recomiende ante mordiscos o conductas indeseadas también es una advertencia enorme. "Los mordiscos no se solucionan dándole un toque en la nariz al hurón", asegura la experta.
  • Un criador será sincero. Relacionado con la educación y los mordiscos, Peña recuerda que los hurones utilizan mucho la boca. "En algún momento podrán hacernos daño, por eso creo que parte del trabajo de un buen educador es abrir los ojos a las personas que quieren un hurón y explicarles que muerden", detalla Peña. "No obstante, hay que diferenciar entre esto y un hurón al que no podemos ni tocar porque no está socializado".
  • No poder conocer de la vida de los hurones. Como ha mencionado Peña, deberíamos desconfiar del criador que no nos muestre fotos de sus hurones adultos y que nos oculte cómo viven. "Que no haya vídeos de esos bebés y tan solo nos manden fotos es sospechoso", asegura. "No contar con ese material en el que podemos observar a los hurones y sus padres conviviendo, incluso al criador interactuando con ellos es una red flag enorme".
  • Hurones sin documentación. Por supuesto, algo de lo que no debemos fiarnos tampoco es que nos quieran entregar un hurón sin la documentación necesaria. "Que no venga desparasitado, o bajo de peso o enfermos...", enumera Peña. "Si los peques han tenido cualquier problema hay que retrasar la entrega y cuidarles hasta que estén recuperados".
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