Esterilización en hurones: por qué los métodos convencionales no son recomendables en estos animales

Celta y Xayah, dos huronas adoptadas en su nuevo hogar.
Celta y Xayah, dos huronas adoptadas en su nuevo hogar.
CEDIDA
Celta y Xayah, dos huronas adoptadas en su nuevo hogar.

La esterilización es un procedimiento que poco a poco se está volviendo más común e importante a la hora de tener mascotas a nuestro cargo, más ahora que, con el anteproyecto de la ley de bienestar en el aire, parece que todo apunta a que cualquier animal, comprado o adoptado, va a tener que ser entregado con la esterilización hecha o, al menos, con el compromiso de su realización. Pero, ¿es lo mismo realizar esta técnica a un perro o un gato que a cualquier otro animal?

Por regla general, las técnicas de esterilización que se realizan en perros y gatos son aplicables también a otros mamíferos. Sin embargo, hay casos, como el de los hurones, en el que los métodos convencionales no son tan apropiados ya que pueden causar patologías propias de estos animales como hiperplasia adrenal o cáncer de adrenales.

"La esterilización quirúrgica consiste en la eliminación de las glándulas sexuales o parte de ellas a fin de inhibir los ciclos estrales y la capacidad reproductiva de nuestros hurones", cuenta Laura Martínez, Auxiliar Técnico Veterinario (ATV) en Hospital Veterinario Mediterráneo. 

Puntos a favor y en contra de la esterilización

En el caso de los hurones, "el periodo de celo desgasta bastante tanto a machos como a hembra, además, éstas no suelen ser capaces de salir del celo por si solas, con lo cual, si no lo inhibimos se pueden mantener en un celo permanente", explica Martínez. 

"Esto puede constituir un riesgo para la salud del animal, ya que puede desarrollar aplasia medular, una anemia debido a que la médula no es capaz de fabricar glóbulos rojos", comenta. "Es por este motivo que, si no se desea criar, una esterilización es recomendable en el caso de los machos y necesaria en el caso de las hembras".

Por lo contrario, según la auxiliar técnico veterinaria, "está demostrado que la extirpación de las gónadas influye directamente en la aparición de hiperplasia adrenal o cáncer de adrenales, lo que también constituye un gran riesgo para la salud de nuestros hurones".

"Afortunadamente, a día de hoy existen alternativas a la convencional castración quirúrgica, ya que existen unos implantes inhibidores de celo que se administran de forma subcutánea y tienen el efecto de lo que llamaríamos una castración química", cuenta Laura.

Con esta técnica "el animal no entrará en celo y perderá su capacidad reproductiva, sin una cirugía ni extirpación de gónadas de por medio, lo cual eliminará el riesgo de padecer cáncer de adrenales posteriormente", concluye la experta.

Es por casos como el de los hurones, por el que es muy importante informarse bien sobre todas las opciones posibles y consultar siempre al veterinario adecuado y, a ser posible, buscar un especialista en la raza o el animal en cuestión, ya que nos proporcionará la información más concreta ante cualquier consulta o problema.

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