¿Por qué se retiró Pepa Flores de la vida pública?

Pepa Flores, Marisol, fumando un cigarro en la ventana.
Pepa Flores, Marisol, fumando un cigarro en la ventana.
Cover/Getty Images
Pepa Flores, Marisol, fumando un cigarro en la ventana.

"Ahora solo soy una ciudadana de a pie: es lo que quiero y como mejor me siento". Aquella afirmación de Marisol al periodista José Aguilar hace años fue toda una declaración de intenciones y una de esas decisiones conscientes que te cambian la vida. Con ella, la historia de Marisol, que es también historia de España, comenzó a pertenecerle solo a ella. Y ni siquiera cuando en 2020 la Academia de Cine le otorgó el Goya de Honor, Marisol cambió de parecer. Su decisión de retirarse de la vida pública era inamovible, así que, en su lugar, fueron sus hijas quienes subieron al escenario a recoger el premio.

Son casi 40 años los que lleva Pepa Flores retirada del foco mediático y ahora ha sido fotografiada en Málaga, saliendo de su casa, por primera vez en más de cinco años, según la revista Lecturas. Pero, ¿qué la llevó a alejarse de los focos?

Las 7 vidas de Pepa Flores

En la de Pepa Flores han cabido muchas vidas; la del mito que nació con Marisol, la niña prodigio usada como icono del franquismo; la de la mujer que protagonizó aquel famoso posado en la revista Interviú; la de la joven que cambió sus ideales para militar fielmente en el Partido Comunista durante la Transición, o la de la cantante y actriz que debutó con Un rayo de luz, en 1960 y a la que siguieron muchas más.

Sin embargo, en sus viajes de ida y vuelta a los escenarios y televisiones de todo el país, la infancia de Pepa estuvo cargada de miradas críticas e intereses ajenos a ella que la moldearon para convertirla en un icono franquista. Su descubridor -cuando ella tenía 11 años- fue el productor Manuel Goyanes. Él la cambió el nombre, el pelo y hasta le operó la nariz. "Yo estaba como secuestrada. Cuando, ya siendo mayor, quería conocer chicos, me lo prohibían. Y si de los que conocía me gustaba alguno, me lo aislaban inmediatamente. Yo era intocable, ¿entiendes? Era su negocio", contaba Flores en una entrevista con Luis Morales para Interviú.

Quizás por eso, cuando Pepa decidió salir de aquella espiral de fama en la que no había descanso, el público la castigó. Por aquel entonces, todas las niñas querían ser como Marisol -se habían hecho hasta muñecas con su cara- pero ella estaba cansada: "En el franquismo robaron mi identidad. No quiero ser Marisol, quiero ser Pepa Flores".

El adiós a Marisol

Dejar atrás su personaje le salió caro. Cuando se separó del hijo de su productor, aparecieron pintadas en las que se la llamaba adúltera, traidora, puta. Lo mismo ocurrió cuando se posicionó a favor del Partido Comunista y contra el PSOE por la entrada de España en la OTAN. No quedaba rastro del mito franquista. 

"Olvidaos de Marisol, pertenezco al pueblo y soy del pueblo", dijo en una ocasión. Tenía 38 años y tres hijas -de su relación con Antonio Gades- cuando Pepa Flores regresó a Málaga, su ciudad natal, y abandonó su carrera definitivamente. Para entonces, ya había "recuperado el orgullo de clase" que la había intentado robar, y tenía claro que en su próxima vida primaría la paz, la tranquilidad y el anonimato, que compartiría con Massimo Stecchini, hasta su fallecimiento el pasado 6 de marzo de 2024.

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