El inusual ‘gato de la nieve de Alaska’, una raza felina minoritaria derivada del somalí

  • La raza del alaskan snow cat no despertó mucho interés, probablemente porque ya existen razas demasiado similares y no aportaba nada nuevo.
Se desconoce la situación actual del Alaskan snow cat, pese a que aún quedan algunos criadores en activo en Estados Unidos.
Se desconoce la situación actual del Alaskan snow cat, pese a que aún quedan algunos criadores en activo en Estados Unidos.
20minutos
Se desconoce la situación actual del Alaskan snow cat, pese a que aún quedan algunos criadores en activo en Estados Unidos.

En la década de 1990, en los estados de Minnesota y Florida, en Estados Unidos, un grupo de criadores de gatos se agruparon con un objetivo común: crear una nueva raza. A finales del siglo XX, el gato persa era el líder indiscutible en el comercio de gatos de raza, y comenzaba a despuntar un renovado interés por el abisinio y el somalí, su variedad de pelo semilargo.

Bajo estas circunstancias del momento, el grupo de criadores tenían un objetivo muy definido: querían crear un gato con la elegancia del somalí, pero con los huesos robustos característicos del gato persa, y que aportara un cuerpo y una cabeza más rotundos. Para ello, iniciaron un programa reproductivo con gatos persas chinchillas silver (o plateados) y somalíes de diversos colores.

Sin embargo, y citando a Sarah Hartwell, autora de diversos libros publicados sobre gatos y fundadora del reputado archivo de Messybeast, “el grupo de criadores estaban inventado la rueda”. O dicho de otra forma, sus resultados no podían diferenciarse de otros gatos ya existentes.

En Estados Unidos el estándar del somalí no admitía el color silver, pero sí en el estándar europeo, por lo que dicho color no resultaba nada sorprendente en el viejo continente. Además, y en la misma década, se había formalizado el registro de los espectaculares burmillas, que básicamente reunían las mismas condiciones que el gato de la nieve de Alaska. En consecuencia, el grupo de criadores no recibió el apoyo que sin duda esperaban y comenzaron a surgir tensiones, hasta el punto de que nunca llegaron a ponerse de acuerdo para estandarizar el aspecto y los colores del alaskan snow cat.

Comportamiento tranquilo y temperamento fuerte

La combinación genética de los persas chinchillas y de los somalíes también se reflejó en el carácter del gato de la nieve de Alaska. Debido a la robustez física proporcionada por los persas, son gatos menos ágiles que los somalíes, pero a su vez también menos delicados, lo que les hacía, en palabras de los fundadores, más aptos para lidiar con niños pequeños o en la convivencia con otros animales.

Los Alaskan snow cat, más relajados que los somalíes y abisinios, parecen haber heredado de estos un temperamento especialmente sensible. Son desconfiados con los extraños, muy apegados a su familia y con predisposición a la ansiedad por separación y el estrés. Por este motivo, no se aconsejan para hogares con exceso de movimiento o donde sus cuidadores vayan a permanecer largas horas fuera de casa.

La situación actual de la raza se desconoce, si bien aún existen criadores exclusivamente ubicados en Estados Unidos, pero no ha habido ningún movimiento para formalizar la raza desde hace años.

Si se está considerando dar la bienvenida a un nuevo miembro felino en el hogar, desde Animaleros alentamos a que se considere la adopción responsable o incluso a convertirse en casa de acogida. Esta es una manera de ayudar a los albergues y protectoras de animales, aliviando la carga que enfrentan en sus instalaciones.

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