El euríbor se ha tomado un descanso de la bajada que inició en noviembre del año pasado y volvió a subir en febrero hasta situarse en el 3,67% de media en el mes. Eso sí, el repunte del indicador con el que se revisan la práctica totalidad de las hipotecas a tipo variable en España es más bien simbólico. Se trata de un alza de apenas seis centésimas que apenas tendrá impacto sobre la mensualidad de los préstamos.
Las hipotecas variables que solo tengan una revisión anual y les toque hacerlo con el euríbor de febrero sufrirán una subida de cuota como máximo del 1,4%. Este incremento, aplicado a un préstamo tipo de 150.000 euros a pagar en 25 años con un diferencial sobre el euríbor de un punto, implicaría una cuota de 848 euros al mes (apenas 11 euros de subida). En el caso de un crédito de las mismas características, pero de 300.000 euros, estaríamos hablando de 23 euros más.
En cambio, las familias que revisen semestralmente la cuota de su préstamo se beneficiarán de bajadas en su mensualidad que pueden alcanzar el 4%. Para una hipoteca como la mencionada anteriormente, el alivio en la cuota rondaría los 35 euros en el caso de los préstamos de 150.000 euros.
La razón por la que las hipotecas que se actualizan una vez al año subirán y las semestrales bajarán es tan sencilla como que el euríbor que se registraba a estas alturas del año pasado (3,534%) era más bajo que el actual. Mientras que el mismo índice en agosto de 2023 (4,073%) era superior al 3,67% en el que ha cerrado febrero.
La interrupción en la bajada del euríbor se debe a las expectativas demasiado optimistas sobre los primeros recortes en los tipos de interés oficiales. Los mercados monetarios apostaron porque el Banco Central Europeo (BCE) empezara a bajar los tipos antes, pero parece que ahora empiezan a asumir que este momento llegará más tarde. ¿Por qué esto es importante? Al final, el euríbor refleja el tipo de interés al que se prestan los bancos entre sí, que a su vez está determinado por los tipos que el BCE exige a las entidades de crédito por prestarles dinero.
Lo que pasa es que los bancos comerciales no esperan a que el BCE decida. Se anticipan a sus movimientos y adaptan el coste de los préstamos que conceden a sus expectativas. Por eso el euríbor ha bajado más rápido que los tipos de interés oficiales del BCE, que se mantienen desde septiembre del año pasado en un rango entre el 4 y el 4,5%. Es decir, en máximos históricos.
En cualquier caso, el BCE ha dado señales de que las primeras bajadas en los tipos de interés podrían llegar bien entrada la primavera. Por lo que se espera que el euríbor retome su descenso en los próximos meses. El consenso de analistas de Funcas prevé que el índice se sitúe en el 3,25% a finales de 2024. En consecuencia, las cuotas de las hipotecas deberían seguir cediendo poco a poco a medida que avance el año.
"El euríbor es un indicador volátil y que suba o baje un poco cada mes es esperable. Lo que no esperamos es que vuelva a situarse por encima de la barrera del 4%", sostiene Simone Colombelli, director de Hipotecas del comparador y asesor hipotecario iAhorro. "Pese a que el euríbor haya subido levemente, si miramos su evolución a largo plazo, seguimos en un momento de estabilidad dentro de la bajada que se prevé que registre este indicador", añade. "El mercado se pasó de optimista al esperar una pronta bajada de los tipos del BCE y por eso el euríbor llegó a situarse muy cerca del 3,5%", señala, por su parte, Miquel Riera, analista de HelpMyCash.
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