El cierre de la M-50 es una cuestión de la que se ha hablado largo y tendido en la Comunidad de Madrid. Fue un debate que estuvo sobre la mesa durante la etapa de Esperanza Aguirre al frente del Gobierno autonómico, pero los planes acabaron en un cajón hace más de una década. Ahora que por fin parece que se va a tornar en realidad el tercer carril de la M-607, el posible cierre de la circunvalación ha vuelto a la primera plana de la actualidad regional porque lo cierto es que los problemas de movilidad no han dejado de existir en esa zona de la región.
Ha sido el alcalde de Colmenar Viejo, Carlos Blázquez (PP), quien ha vuelto a hablar del cierre de la M-50 como un proyecto que lograría solucionar las continuas retenciones que sufren miles de vecinos de la vertiente norte. Este martes, Blázquez ha organizado una 'cumbre' de alcaldes en su municipio para hacer un frente común y pedir al Ministerio de Transportes que escuche sus reivindicaciones.
Al encuentro asistirán una decena de regidores: los de Moralzarzal (PP), Soto del Real (PSOE), Manzanares el Real (PSOE), Cerceda-Boalo-Mataelpino (PP), Miraflores de la Sierra (PP), Guadalix de la Sierra (PSOE), Becerril de la Sierra (PP), Navalafuente (PP), además del concejal de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Tres Cantos (PP) y el citado alcalde de Colmenar.
La intención del anfitrión y de los primeros ediles del PP es que de la reunión salga un manifiesto para pedir al departamento que dirige Óscar Puente el cierre de la M-50 por dos frentes. Por un lado, trazando una carretera de acceso desde la M-607 a la A-1 que permitiese conectar, una vez pasado Tres Cantos, con la M-50 en Alcobendas. Por otro, estudiando el cierre de la M-607 con la A-6 para poder acceder a la M-50 en Las Rozas.
"Consideramos que el cierre de la M-50 permitiría una mejor y más rápida conexión de los vecinos de los municipios de la zona norte de la Comunidad de Madrid no solo con el Aeropuerto de Barajas y la Red Nacional de Autovías que conectan con todo el país, sino también con los municipios del este, sur y oeste de Madrid", sostiene el proyecto del PP. Este planteamiento no es el único sobre la mesa, ya que el PSOE apuesta por una alternativa que tiene como protagonista a otra carretera: la M-45.
Los ediles socialistas llegarán a la reunión de este martes con una propuesta que pasa por que la M-45 deje de ser una variante entre el distrito de Carabanchel y la localidad de San Fernando de Henares para convertirla en un "semianillo" entre Alcorcón y Cantoblanco (Fuencarral-El Pardo). "Es más viable, más sostenible ambientalmente y tiene un menor coste para la Administración que el cierre de la M-50", sostienen fuentes conocedoras del proyecto consultadas por 20minutos.
La iniciativa incluye un cambio al modelo público de gestión de la M-45, que fue construida bajo la modalidad de 'peaje en la sombra'. "Nuestra propuesta tiene un coste total estimado en 325 millones de euros, de los cuales 194 serían cubiertos mediante el ahorro del nuevo modelo de gestión de la M-45 y el resto -131 millones- sería el coste real para la administración de la creación del semianillo", detallan fuentes socialistas.
Estas mismas voces resaltan que la "vieja" propuesta del PP para la M-50 tenía un coste de al menos 2.100 millones hace más de una década, una factura que calculan que hoy estaría en torno a los 3.000 millones. "Ayuso pretende enfrentarse al Gobierno de Pedro Sánchez como lo hizo Esperanza Aguirre con Zapatero entre 2006 y 2011", aseguran, para recalcar que el planteamiento que hacen no es fruto de la casualidad sino que está largamente estudiado en las filas socialistas. De hecho, el actual secretario general del PSOE madrileño, Juan Lobato, conoce bien los problemas de capacidad que presenta la M-607 actualmente porque fue alcalde de Soto del Real entre 2015 y 2021.
La conversión de la M-45 en un "semianillo" supondría la ausencia de peajes, según sus valedores, que recuerdan que el proyecto de cierre de la M-50 que se abandonó en 2012 incluía un peaje de 12 euros para circular por los túneles que se ejecutarían bajo el monte de El Pardo. La afectación al ecosistema y al paisaje es otro de los puntos que destacan desde el PSOE. Su propuesta, inciden, respeta la dehesa de Alcobendas y se ha planteado desde el aprovechamiento de infraestructuras que ya existen. Esto también supone que el proyecto podría ser una realidad en tres años, frente a los 12 de ejecución que conllevaría el cierre de la M-50, de acuerdo con los cálculos que se hicieron en su día.
La reunión de este martes en Colmenar Viejo incluye una comparecencia del alcalde de la localidad para informar sobre los acuerdos alcanzados entre los regidores citados. Habrá que esperar hasta ese momento para ver qué alternativa de movilidad para el norte de la región se eleva hasta las oficinas del Ministerio de Transportes de Óscar Puente.
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