Los 27 piden "más ambición" a Bruselas para aplacar la crisis de los agricultores y piden no centrarse solo en la PAC

El ministro de Agricultura, Luis Planas, antes del inicio de la reunión.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, antes del inicio de la reunión.
Alexandros Michailidis
El ministro de Agricultura, Luis Planas, antes del inicio de la reunión.

Quinientas propuestas sobre la mesa tenían este lunes los ministros de Agricultura de los 27 mientras a escasos metros de su reunión el sector se movilizaba. Bruselas quedó copada por un campo descontento, lleno de reivindicaciones y preparado para presionar a los políticos. Mientras, los titulares del ramo hablaron mucho, pero decidieron poco. "Tenemos que tomar medidas rápidas y contundentes", había avisado ya antes del cónclave el ministro español, Luis Planas. Pero ni velocidad ni contundencia, al menos de momento, aunque el titular belga, David Clarinval, reconoció que se trataba de "una de las cumbres más importantes" a este nivel de la historia de la UE.

Para lo que ha servido el encuentro es para que los 27 le pidan "más ambición" a la Comisión Europea en sus propuestas, que tienen que llegar, dicen los Estados miembros, "más rápido", con el objetivo de aplacar la crisis de los agricultores. Además, los países reclaman al Ejecutivo comunitario que no se centre solo en una posible reforma de la PAC porque, avisan, las preocupaciones del sector "van más allá". 

En ese escenario, el Consejo apoya modificar los reglamentos de base de la de la Política Agraria Común, sobre los requisitos medioambientales BCAM 8, sobre las tierras en barbecho; la BCAM 7 sobre la rotación de cultivos y la BCAM 6, con la idea de que se reduzca la carga burocrática, uno de los principales reclamos del campo. De hecho, la presidencia belga del Consejo ha recibido tras la cumbre a una representación de los agricultores.

Pero esto es solo una parte del todo. "Todas estas medidas tienen que ver con la PAC, pero hay que darse cuenta de que los agricultores sufren consecuencias de medidas ajenas a la PAC, por lo que muchos países han pedido analizar también otros instrumentos, como es el caso de los acuerdos comerciales", sostuvo Clarinval, al tiempo que el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, consideró que "es mejor incentivar que imponer" porque solo con esa fórmula, dijo, es posible que el sector cumpla con el Pacto Verde. No obstante, no dio fechas sobre cuándo pueden darse de manera cerrada las propuestas de mejora por parte de la Comisión, aunque confía que sea antes de las elecciones europeas del próximo junio.

"Debemos atender las preocupaciones de los agricultores y creo que estamos bien encaminados porque hemos tomado medidas para rebajar la tensión", reconoció el comisario polaco, que ve al sector como uno que en concreto "sufre más" que otros trabajadores, dada su importancia en las dinámicas de la UE. Eso sí, la presidencia belga insiste en que las movilizaciones violentas "son contraproducentes" para los agricultores. 

Y es que la reunión se ha producido en plena marcha en Bruselas de unos 900 tractores que se apostaron precisamente alrededor del edificio del Consejo, incluso con choques con la policía. A lo largo de la mañana se dieron las marchas más importantes, con incendios de contenedores que en algunos momentos los bomberos y la policía tuvieron que sofocar. No dejaron de sonar los petardos mientras los tractores rodeaban las zonas clave del centro de Bruselas, donde llegaron ya a lo largo de la tarde del domingo. Esta vez, a diferencia de las movilizaciones del mes pasado, no se concentraron tanto en la Plaza de Luxemburgo como en los aledaños de Schuman, la zona que engloba las sedes del Consejo y de la Comisión. La primera quedó rodeada, la segunda sirvió como punto de referencia y reunión para la mayoría de tractores. En esa ubicación se dieron algunas cargas policiales, y las patrullas desplegadas llegaron a emplear gases lacrimógenos.

Los principales reclamos del sector se pueden resumir en tres: una reducción de la burocracia, la ruptura de cualquier negociación con Mercosur para un acuerdo que, dicen, les deja "en desigualdad" y una revisión de la PAC para que sea más laxa en algunos aspectos. La PAC, en concreto, es una de las principales políticas de la Unión Europea. Al igual que la política monetaria, la potestad política de los países en materia de agricultura está cedida por los Estados miembros de la UE a la Comisión Europea, institución encargada de construir directrices y políticas unificadas. 

Es la política más antigua de la Unión, ya que data de 1962. Los principales objetivos de la PAC es unificar criterios en materia de producción y distribución agrícola, centrando su atención en proporcionar alimentos asequibles, seguros y de alta calidad a los consumidores, conservar los recursos naturales y garantizar el nivel de vida de los trabajadores del sector. Ahora la nueva PAC abarca hasta 2027, aunque posteriormente no está previsto que se reforme demasiado, pues exigiría reabrir de nuevo unas arduas negociaciones.

Del total de 390.000 millones de euros que se incluyen para esta partida -desde 2021-, España recibirá algo más de 47.700 millones, siendo por tanto el tercer país más beneficiado, solo por detrás de Alemania y Francia. Se canalizará en la recepción de 5.000 millones de euros anuales en pagos directos y está previsto que se beneficien en torno a 700.000 ganaderos y agricultores españoles. A la vez, da mucho peso a los llamados ecoesquemas: la serie de exigencias para que los agricultores y ganaderos desarrollen prácticas beneficiosas con el medio ambiente. Serán una pata más importante si cabe a la hora de acceder a las ayudas. Está previsto que estos ecoesquemas reciban en torno a un 25% de las ayudas que se gestionarán por cada Estado miembro. "Mucho dato y poco avance real para el bien de los agricultores", reclama en conclusión el sector.

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