Siete meses después de su creación, el Gobierno ha presentado este jueves el primer Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC), un organismo constituido para abordar el impacto del cambio climático sobre la salud de los ciudadanos desde múltiples ámbitos. En la presentación han estado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; la ministra de Sanidad, Mónica García; y la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, que han subrayado la importancia de este nuevo observatorio para prevenir, responder y reducir el impacto del cambio climático.
Hasta ahora, y desde verano, el equipo interministerial del Observatorio se ha reunido en dos ocasiones, la última a principios de febrero. El objetivo principal de este nuevo organismo es apoyar el análisis, diagnóstico, evaluación y seguimiento de los efectos que tiene la emergencia climática en la salud, ofreciendo también apoyo científico- técnico al resto de administraciones públicas.
"La crisis climática es una crisis de salud. Está dañando a la salud del planeta, conectada con la de las personas", ha subrayado Morant, quien también ha insistido en que, aunque se trate de un problema global, "no afecta a todos por igual", pues implica mayores riesgos para la población más vulnerable. "La velocidad a la que aumenta la temperatura de la Tierra es alarmante y debemos actuar ya", ha subrayado.
Ha coincidido con ella la titular de Sanidad, que, desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha recordado que la salud "va mucho más allá" del sistema sanitario. Mónica García ha insistido en que se trata de un asunto que depende de otros factores, como el trabajo, la casa en la que se viva o el barrio en el que se habita. "Sabemos que existen grupos mucho más afectados", ha añadido, haciendo referencia a las personas mayores, embarazadas, niños, enfermos crónicos y personas de rentas bajas que, ha advertido, "son mucho más vulnerables a las olas de calor y los efectos del cambio climático".
Además, ha advertido, la crisis climática "va a amplificar las enfermedades". "En los próximos años podríamos ver cómo enfermedades como el dengue, propio de lugares más cálidos, puede llegar a suponer un problema de salud pública aquí", ha aseverado García.
Teresa Ribera, por su parte, ha señalado la importancia de abordar el problema desde la máxima colaboración institucional. "Es indispensable", ha subrayado la titular de Transición Ecológica, que también ha asegurado que una alerta mal dada o la falta de información sobre cómo actuar ante una alerta, puede suponer una mayor necesidad de atención de los servicios de urgencia de los hospitales y, en los casos más extremos, la "pérdida de vidas humanas".
Funciones del nuevo Observatorio
El nuevo Observatorio estará destinado a atajar las consecuencias de la emergencia climática, de forma transversal, y desde tres ejes principales: revisar y actualizar los indicadores de salud y cambio climático; crear un sistema de avisos y alertas para considerar las distintas amenazas de la salud que existan y que se vayan generando por los riesgos en cascada del cambio climático; y promover la cultura de la autoprotección, sobre todo entre colectivos y grupos más vulnerables.
Comentarios