El sector agroalimentario aporta a España más del 9% de su PIB. Somos uno de los principales productores mundiales de hortalizas, de fruta, de vino, de aceite de oliva y somos una potencia en la industria cárnica y en pesca. La historia de España no se entendería sin un sector que ahora, legítimamente y con mucha razón, pide ayuda. Es una llamada de socorro, difícil de satisfacer, ya que algunas exigencias clave están vinculadas a la UE. Pero mientras Bruselas mueve ficha, que será muy lento, toca al Gobierno tomar medidas y soluciones efectivas. Si el campo español cae, el terremoto se sentirá en el conjunto del país.
OPINIÓN21.02.2024 - 06:05h
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