Se cumplen 40 años de la muerte de Julio Cortázar, el autor que enseñó a jugar

El escritor Julio Cortázar.
El escritor Julio Cortázar.
Ulf Andersen / GETTY IMAGES
El escritor Julio Cortázar.

Cuando se cumplen 40 años desde la muerte de Julio Cortázar (falleció un 12 de febrero de 1984 en París después de una larga enfermedad), su obra sigue sorprendiendo y refugiando a lectores y escritores más interesados en encontrar preguntas que respuestas en la literatura. 

El autor argentino, nacido en 1914 en Bruselas durante una estancia temporal de sus padres en la ciudad, fue un jugador narrativo, un tejedor de símbolos dispuestos en laberintos. Quien entra en su imaginario, no sale indemne. Es imposible no emerger cambiado después de la lectura de cuentos como Casa tomada, El perseguidor o Continuidad de los parques, entre los favoritos de la escritora argentina Clara Obligado

"Hay varios relatos que me encantan. Continuidad de los parques, porque es el cuento breve más perfecto que he leído; El perseguidor, y sus dilemas sobre el tiempo; o Casa tomada, esa metáfora que se repite una y otra vez en la historia. He elegido tres, pero me he contenido, podría sumar algunos más. Por ejemplo, Las babas del diablo. ¿Sigo?". 

Primer volumen de 'Cortázar. Cuentos completos'.
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PENGUIN RANDOM HOUSE

Obligado, que en marzo publicará el libro de cuentos Tres maneras de decir adiós (Páginas de Espuma) lleva formando a escritores desde hace más de 40 años en su taller. "Me gusta ver cómo experimenta [Cortázar] y cómo desarrolla una técnica casi perfecta, se puede desmontar y salir de la lectura con una buena cantidad de ideas. Es un buen autor para enseñar a escribir, no defrauda nunca, y se entiende bien lo que está haciendo". 

"Hoy vemos el cuento de otra manera", continúa la escritora. "Hemos sumado perspectivas, pero, en su momento fue un revolucionario. Me encanta releerlo, explicarlo, todavía encuentro pequeñas luces que no había percibido en veinte lecturas. La gente sigue leyéndolo con placer y, en algunos puntos, no ha sido superado. Cortázar es, entre muchas otras cosas, una manera de mirar", plantea.

¿Se puede escribir cuento sin ser descendiente de Cortázar? Difícilmente, como tampoco se puede leer de la misma manera después de adentrarse en su obra. El autor de Rayuela (1963), una de las novelas más iconoclastas, hace malabares con la estructura, el lenguaje, la trama y nos predispone a ser traviesos. 

"No ha perdido actualidad porque es un autor que sigue planteando interrogantes. Rayuela de inmediato conectó con las inquietudes de los lectores que buscan preguntas. Y esa fue una de las alegrías del propio Cortázar, comprobar que los lectores valoraron la posibilidad de buscar las respuestas por sí mismos. También es un libro que se anticipó a las nuevas formas de leer, fragmentarias y discontinuas. Es como un libro infinito, al modo borgiano, ya que establece puentes y conexiones vitales y literarias, y permite una aproximación lúdica y desenfadada sobre todo tipo de cuestiones que son importantes para nosotros como personas sensibles”, argumenta María Ángeles Fernández, periodista y editora.

Y encima se divertía: en el prólogo de Cuentos Completos I (Alfaguara), Mario Vargas Llosa afirma: "Julio no jugaba para hacer literatura. Para él escribir era jugar, divertirse, organizar la vida —las palabras, las ideas— con la arbitrariedad, la libertad, la fantasía y la irresponsabilidad con la que lo hacen los niños o los locos”. 

Cortázar se reía de la solemnidad de algunos artistas que, como le gustaba decir, se ponen cuello y corbata para escribir. También se evadía en casa, donde albergaba un tablero de recortes de noticias insólitas, objetos extraordinarios que él fabricaba, revistas de física a las que estaba suscrito y un cuarto mágico donde se encerraba a tocar la trompeta, su cuarto de los juguetes.

El misterio en Cortázar

Cortázar consiguió que lo fantástico se convirtiera en cotidiano (Axololt), que lo difícil pareciera sencillo (El río). Logró que la disrupción, que lo experimental sonará fresco (Rayuela, Manual de instrucciones). Subvirtió el orden convencional del cuento (La noche boca arriba), revolucionó el punto de vista, el tiempo narrativo (El perseguidor) y la organización de las historias, mezcló el realismo con lo fantástico (conocía la literatura fantástica al dedillo). 

Segundo volumen de 'Cortázar. Cuentos completos'.
Segundo volumen de 'Cortázar. Cuentos completos'.
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Ahí está también su prosa cercana al habla, un estilo dificilísimo de alcanzar, y no exento de poesía. Un ingrediente fundamental de Cortázar es el misterio, ¿y qué género intenta conectar con lo invisible? La poesía, un género que Cortázar practicó no solo en sus poemas. 

Su visión del autor del mito del Minotauro, presente en Los reyes y en la entrevista que ofreció a Joaquín Soler Serrano, no deja dudas: el minotauro es un poeta que se enfrenta a la razón, él es la víctima del mito. 

"Recuperamos Los reyes en la versión que escribió y fijó Cortázar. En esa entrevista con Soler Serrano, el autor explica su reinterpretación del mito del Minotauro. Me gusta su idea de que todo está en nosotros y que cargamos con la memoria de los antepasados. Y también la identificación del Minotauro con el poeta, con el ser diferente que por eso se convierte en sospechoso y se le encierra", asegura Carolina Reoyo, editora en Penguin Random House que recupera la obra completa de los cuentos de Cortázar en dos volúmenes

El cuento vive además un renacer: aunque sigue sin gozar de la fama de la novela, son muchos los escritores que lo practican, un género fértil, abierto a la vanguardia e híbrido. "Cortázar será un autor eternamente joven, capaz de conectar con lectores de diferentes generaciones. El desdoblamiento, el juego de espejos, esa confusa frontera entre la realidad y lo fantástico, y el juego como elemento narrativo atrapan", plantea Reoyo.

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