Amarse por carta: cómo escritores, científicos y otros personajes ilustres han hecho maravillas con el género epistolar

La literatura epistolar es una de las más demandadas.
La literatura epistolar es una de las más demandadas.
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La literatura epistolar es una de las más demandadas.

Aunque los tiempos hayan cambiado y las cartas íntimas escritas a mano estén en peligro de extinción, ¿por qué no declararse siguiendo el ejemplo de artistas y personajes de la historia que confiaron en ellas?

Cartas al amor (Ediciones B), una edición recientemente publicada y a cargo de Nicolas Bersihand, reúne extractos del género epistolar de 200 autores. 

En este libro, el tercero lanzado por la editorial española a cargo de Bersihand, reúne a más autoras que autores. "Se trata de una decisión deliberada y no solo por difundir la obra de las mujeres. La relación histórica entre lo femenino y el amor queda patente en las cartas. Hoy siguen siendo ellas, a través de whatsapps y de emails, las que practican los cuidados. Los textos que más me emocionan son los de ellas", asegura el escritor.

Nicolas Bersihand, el autor del volumen 'Cartas al amor' (Ediciones B).
Nicolas Bersihand, el autor del volumen 'Cartas al amor' (Ediciones B).
Archivo del autor

El autor es un experto en la materia: en 2013, fundó Des Lettres (Cartas), en París, la única casa dedicada al género epistolar. "Yo ya vivía en España, pero con la crisis, era muy difícil montarla allí, así que volví a Francia. Con Des Lettres, que ya no existe, publicamos 15 libros, algunos con Planeta. Fue una época muy bonita", explica.

Aunque la mayoría de las cartas no han sido pensadas para ser difundidas, muchas han servido para construir la biografía y personalidad de célebres artistas. Son conocidas las borracheras e infidelidades de James Joyce, el autor del Ulises. "He perdido tu estima. He perdido tu amor", le escribe a su compañera, Nora Barnacle, "Déjame entonces". 

Durante décadas, se ocultó que la poeta chilena Gabriela Mistral, Premio Nobel, era lesbiana. "Lo que yo debo hacer cuando tú te callas, como la cordillera mía, es solamente callarme", escribe Mistral a su amada Doris Dana. 

Este volumen, 'Cartas al amor', contiene más epístolas de mujeres que de hombres.
Este volumen, 'Cartas al amor', contiene más epístolas de mujeres que de hombres.
CEDIDA

Entre sus favoritas, Bersihand destaca la correspondencia entre dos monjas inglesas del siglo XII. "No conocemos sus nombres. Una le manda todo su amor a la otra, y le dice que es 'más dulce que un panal de miel'".

El escritor mandó tanto material a Ediciones B para este libro que en el sello se echaron las manos a la cabeza. "Me querían asesinar, y lo entiendo: les envié para cinco libros". 

El resultado, no obstante, es un libro ágil compuesto de extractos. "El epistolario publicado de Sorolla son miles de páginas. El pintor valenciano dedica la mayor parte a describir a su mujer lo que come, a contarle si está cansado o nervioso…, pero luego tiene fogonazos líricos, como este, 'pintarte y amarte, eso es todo'".

La intención ha sido actualizar el ritual epistolar. "Muchas frases recogidas en Cartas al amor funcionarían como tweets", corrobora el editor.

Las misivas han sido el caldo de cultivo de la ficción. "Jane Austen las empleó como puntos de partida para sus novelas; En el camino, como confesó Jack Kerouac, se inspira en una carta; y El diario de Anaïs Nin es una carta al padre. Por eso, me pareció necesario incluir una carta de ficción". La escogida recoge las palabras de Don Quijote a Dulcinea.

Algunas cartas íntimas evocan a los personajes de los libros. Es fácil intuir a Bel-Ami (el título y el personaje de la famosa novela de Maupassant) en la carta que Maupassant mandó a Hermine Lecomte du Noüy: "Un deseo insensato de volver a verla, de verla enseguida […]. Surcaría el mar, atravesaría las montañas, cruzaría las ciudades, solo para posar mi mano en su hombro". 

La literatura epistolar es de las más ricas que existe.
Este libro contiene testimonios de más de 200 autores.
Unreal / Pixexid

No solo hay espacio para el amor luminoso, también para el tóxico. "Cuenta con una carta terrible de Menéndez Pelayo a Juan Valera en la que reconoce que maltrató a su mujer". La declaración de Alfred de Musset a George Sand, no está exenta de reproches, "creía que me curaría si la veía como una simple amiga. Hay muchas cosas en su carácter que podrían curarme". 

Es el mal querer. "Este género muestra todas las facetas. Desde una perspectiva antropológica, recomendaría a un marciano que las leyera: ahí verá, la grandeza y la miseria. Se entiende lo que es la humanidad".

También hay espacio para las reflexiones sobre el amor. "No puedo vivir sin la atmósfera del Amor: debo amar y ser amado, sea cual sea el precio que pague por ello", plantea en una misiva Oscar Wilde, vaticinando su trágico final.

 Otro filósofo de este sentimiento, el poeta Rainer Maria Rilke, plantea, "que un ser humano ame a otro: esa es quizá la más difícil de nuestras tareas, es lo supremo, el último examen y prueba, el trabajo para el que todos los demás no son más que una preparación". 

"Dentro de cien años, serán los emails los que nos ayuden a formarnos una idea de lo humano", augura Bersihand. 

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