La Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta, en la sesión celebrada este miércoles, ha emitido un informe favorable al proyecto constructivo para la contratación de las obras de construcción del subtramo tercero (San Lázaro - Macarena) de la línea 3 del metro de Sevilla y cuyo tramo norte tiene una longitud de casi ocho kilómetros, cuenta con doble vía subterránea en su mayor parte, una estación en superficie y once estaciones subterráneas.
No obstante, este organismo insta a tener "precaución y control" en las fases de movimientos de tierra de las obras, ante la posibilidad de hallar restos arqueológicos, toda vez que el trazado discurre por algunas de las "zonas más significativas del casco urbano", según indica Patrimonio. En lo que al subtramo de la línea 3 respecta, comienza en la zona norte de la ciudad, junto a la carretera SE-20 en Pino Montano, y concluye en la zona del Prado de San Sebastián-Huerta de la Salud; en concreto, al inicio de la avenida de la Borbolla.
El trazado desarrollado en el proyecto parte del presentado en el Anteproyecto de Alternativas de esta línea, en el cual, en el tramo en cuestión, presenta una única alternativa de trazado subterránea, "sensiblemente por el eje de la avenida Doctor Fedriani y la calle San Juan de Ribera", llegando hasta el Hospital Macarena y el Parlamento andaluz.
Precisamente, la consejera de Fomento, Rocío Díaz, anunció la semana pasada que el próximo mes de marzo se prevé licitar este subtramo tercero y recordaba que se trata del trazado más costoso, con un importe estimado de 208 millones de euros.
Además, para su ejecución llegará a un consenso con el Ayuntamiento por la afección al tráfico que supondrá estar construyendo los primeros tres tramos de la línea de manera simultánea, toda vez que las obras del ramal técnico comenzaron hace un año, esta primavera se iniciarán los trabajos de las primeras estaciones del tramo norte que discurren por Pino Montano y el segundo subtramo está pendiente de adjudicar.
En cuanto a la afección al patrimonio histórico, la Comisión ha recordado que "dado el calado de las obras previstas, así como su recorrido" por el casco urbano, desde el comienzo del estudio de esta línea se realizaron los pertinentes estudios arqueológicos, con la finalidad de realizar un diagnóstico y proponer una serie de "medidas correctoras" que se anticiparan al posible impacto de las obras sobre el substrato arqueológico.
En este sentido, y dada la indeterminación de la localización de dichos restos, se propone una "cautela de control arqueológico de movimientos de tierra", durante las fases de retirada de pavimento, desvío de instalaciones de servicio, apertura de zanjas para la ejecución de muretes guía, ejecución de pantallas, y con especial atención a las terreras que se generen como consecuencia de las excavaciones a cielo abierto entre pantallas.
Así pues, Patrimonio propone su informe favorable teniendo en cuenta las cautelas y anotaciones realizadas anteriormente, "al entender que las actuaciones propuestas son adecuadas para la conservación del patrimonio arqueológico y los inmuebles catalogados BIC y sus entornos".
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