Así son los seguros de vida-ahorro: una opción en auge que garantiza a los clientes una buena rentabilidad... con un riesgo bajo

Los seguros de vida-ahorro, una alternativa de inversión que crece.
Los seguros de vida-ahorro, una alternativa de inversión que crece.
Carlos Gámez
Los seguros de vida-ahorro, una alternativa de inversión que crece.

Las subidas de los tipos de interés decretadas desde el verano de 2022 por el Banco Central Europeo (BCE) para frenar la inflación han provocado que los bancos y aseguradoras entrasen en una lucha sin tregua por hacerse con el dinero de los ahorradores más conservadores.

En este contexto, las compañías de seguros apostaron por fuerte con el negocio de vida-ahorro, ofreciendo rentabilidades garantizadas que llegaban al 3,5%. En 2023, estos productos financieros acumularon 196.483 millones de euros, un 5,35% más que al término de 2022, según los datos proporcionados por Unespa, la patronal de las aseguradoras que representa al 96% del mercado español de seguros. 

Estos datos reflejan, según la patronal, que el negocio de seguros de vida-ahorro "tiene aún recorrido en España" y que en el presente año 2024 los ahorradores seguirán apostando por estos productos para rentabilizar sus ahorros o invertir. 

Mirenchu del Valle, presidenta de Unespa, explicó en una entrevista con Servimedia que la subida de los tipos de interés "ha permitido recuperar una oferta de productos muy demandados por los ciudadanos, como son los productos garantizados a vencimiento" y las aseguradoras han podido ofrecer "rentabilidades más atractivas".

Del Valle estimó que en 2024 la bajada de tipos sea "muy paulatina", por lo que "la demanda de seguros de vida-ahorro seguirá manteniéndose en niveles destacados". Pero, ¿qué son exactamente los seguros de vida-ahorro? ¿Qué riesgo tienen? ¿Son rentables?

¿Qué son los seguro de vida-ahorro?

BBVA señala en su blog financiero que "el seguro de vida ahorro se podría entender como la unión de un plan de ahorro y de un seguro de vida", aunque, precisa, que existen múltiples modalidades que "se adaptan a las diferentes necesidades de ahorro que puedan tener los asegurados", ya que "algunos permiten realizar aportaciones periódicas, modificarlas o pausarlas si se necesita y otras se constituyen con una única aportación inicial". 

Se trata, en definitiva, de un instrumento enfocado al ahorro y a la inversión que puede ayudarnos a complementar la pensión de jubilación. Su funcionamiento es sencillo: el ahorrador entrega a una compañía aseguradora la cantidad de dinero acordada en tiempo y forma y esta se compromete a devolver el dinero con los intereses pactados. En caso de fallecimiento, la póliza del seguro, la prima y los intereses pasarían a los herederos.

En cuanto a las ventajas fiscales, la principal del seguro de vida-ahorro se encuentra en el momento de cobrar las prestaciones ya que tributan solo por los intereses que el capital aportado genere.

En este producto mixto, también llamado seguro de ahorro, la cobertura por fallecimiento suele ser pequeña, predominando el componente financiero. Normalmente, las rentabilidades están garantizadas, pero también existen modalidades con mayor riesgo.

Variada tipología

Y es que dentro de este tipo de seguros, existe un variada tipología -Planes de Previsión Asegurados (PPA), Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP)...-, cuyas diferencias suelen estar relacionadas con la fiscalidad, la cantidad máxima a invertir, el riesgo y la disponibilidad de la inversión. 

De entre ellos, el que más riego conlleva es el denominado unit-linked, donde la mayoría del capital se invierte en una cartera de productos vinculados a fondos de inversión sujetos al volátil comportamiento del mercado. Su rentabilidad, sin embargo, es mucho mayor y en algunos casos puede rozar el 10%. 

En el otro extremo, uno de los más conservadores son los SIALP. Su principal atractivo es su fiscalidad, ya que los rendimientos obtenidos por este producto están exentos del pago de IRPF, siempre que se mantenga la inversión en él durante al menos cinco años y que las aportaciones no superen los 5.000 euros por persona y año.

Ojo con las comisiones 

Antes de contratar este y otros productos similares hay que tener en cuenta la letra pequeña, tal y como recomiendan asociaciones de consumidores y clientes de banca, como Asufin o Adicae

Esto se debe a que las condiciones de contratación de los seguros de vida-ahorro están menos estandarizados que, por ejemplo, los depósitos bancarios o las cuentas corrientes, que funciona de manera idéntica en todas las entidades financieras. 

De este modo, es habitual que ignoremos qué tipo de comisiones conlleva la contratación, si podemos o no rescatar nuestro dinero pasado un determinado plazo de tiempo. 

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