La noticia de la pasada semana de que el rey Carlos III ha sido diagnosticado con un cáncer ha sido un mazazo para los británicos, y como es obvio, su familia también se ve afectada.
En concreto, uno de los más 'tocados' por la noticia es el propio heredero de la corona, el príncipe Guillermo, que tal y como publica el prestigioso The Times este domingo, citando a fuentes de palacio, está aún intentando asimilar la noticia del diagnóstico de su padre.
Guillermo, de 41 años, ahora se retirará con su familia a Anmer Hall, en la finca de Sandringham en Norfolk para las vacaciones de mitad de semestre de sus hijos, donde también podrán pasar tiempo con el rey.
Pero quienes están cerca de él dicen que todavía está digiriendo el impacto del diagnóstico de su padre tan pronto después de la misteriosa cirugía abdominal de su esposa Kate, mientras medita lo que este momento podría significar para su papel y el futuro de su familia.
"En momentos como este, es un recordatorio de que, además de ser el futuro jefe de Estado, también es un ser humano", dijo una fuente cercana a la familia real a The Times.
"Está procesando la noticia de que su padre tiene cáncer, como ser humano. Dada la seriedad con la que asume su papel, por supuesto es algo en lo que estará pensando", prosigue la fuente.
Mientras tanto, Guillermo sigue decidido a priorizar a su familia, y los asistentes reales dicen que no "representará" al rey, quien también apoya su decisión. "El príncipe siempre ha dejado claro que su prioridad es mantener a su esposa y a su familia por el momento, y no ha fijado un calendario para ello", prosigue.
Guillermo, de 41 años, cuenta con el respaldo "100 por ciento" de su padre para regresar a sus tareas a su propio ritmo. Una fuente dijo: "El rey adora a Kate y cree que está haciendo un trabajo maravilloso. Él entiende que la familia es lo primero", concluye.
Comentarios