El precio de la vivienda ha experimentado un alza constante a lo largo del 2023, y los análisis de expertos sugieren que esta tendencia alcista podría mantenerse durante el transcurso del año actual, aunque el incremento podría moderarse. Ahora bien, la estabilidad de los precios depende de varios factores como la oferta, la demanda y la evolución económica y política, con particularidades en cada región.

Así, las proyecciones para el alquiler en 2024 presentan diversas opiniones entrelazadas, tal como muestra Idealista, que recoge el testimonio de Miguel Ángel Gómez Huecas, presidente de las patronales FADEI y AMADEI, que sugiere que los precios podrían aumentar en zonas con menor disponibilidad de oferta de viviendas, situación impulsada ante el creciente temor de los ciudadanos a arrendar sus inmuebles.

Iñaki Unsain, director general de ACV Gestión Inmobiliaria, anticipa que los alquileres en las ciudades continuarán su tendencia al alza, sobre todo en aquellas áreas donde se implementen límites de precios conforme a la reciente Ley de Vivienda. Este escenario se espera especialmente en Cataluña, donde está previsto que 140 municipios apliquen estos topes en áreas tensionadas, como Barcelona.

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Se prevé que el incremento en los precios sean más pronunciados en ciertas zonas clave, como las principales ciudades y destinos turísticos. Germán Rabellino, director de marketing de Wolo, sugiere que en lugares como Barcelona y Madrid los alquileres podrían aumentar hasta un 4% y un 5%, respectivamente. En zonas turísticas como la Costa del Sol o las Islas Baleares, estos aumentos podrían ser aún más significativos, llegando al 6% o incluso al 7%.

Se espera que la oferta sea escasa debido a la incertidumbre jurídica provocada por la Ley de Vivienda, mientras que la demanda sigue siendo fuerte debido a las dificultades para acceder a la compra. Además, es posible que haya una gran transición hacia contratos de alquiler temporal, lo que podría aumentar más los precios y reducir la disponibilidad de viviendas en alquiler a largo plazo.

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Por otro lado, estos aumentos se reflejarán en una mayor rentabilidad para los propietarios, ya que los expertos estiman que se podría alcanzar un rendimiento de entre un 2% y un 5% para finales de 2024, representando un aumento del 4% al 8% en comparación con 2023. Y es que la oferta limitada y la alta demanda de viviendas continúan definiendo el mercado inmobiliario español.

En cuanto a las zonas más demandadas para el alquiler en 2024, se espera que las áreas con una amplia gama de servicios, con infraestructuras desarrolladas y con oportunidades laborales sigan siendo las más atractivas para los inquilinos, ya que en general buscan unas buenas condiciones de vida.