La astrología alcanzó una gran popularidad en el apogeo de la Roma imperial y muchos de los emperadores contaron con su ayuda. Estos conocimientos tuvieron su origen en Caldea y siglos más tarde gozaron de un gran apogeo bajo la hegemonía mundial de Roma y a cada uno de los signos se le asoció una de sus deidades principales, como dueño y gobernante. Podemos ver que existe un gran paralelismo entre esos dioses greco-romanos y las influencias planetarias que en estos momentos se consideran afines a cada signo.

Aries

Este signo se hallaba bajo la protección de la diosa Palas Atenea, que según la leyenda surgió de la cabeza de Júpiter, dando un gran grito de guerra y revestida completamente con una armadura y su espada. Recordemos que Aries gobierna, precisamente, la cabeza; y el carácter profundamente guerrero de esta diosa, que nada más nacer se puso al frente de la batalla junto a los demás dioses y les condujo a la victoria, coincidiría a la perfección con la belicosa, audaz y airada personalidad de los Aries. Un gran paralelismo.

Tauro

En este caso la afinidad es tal que coinciden el actual planeta regente con la diosa que le dio su nombre, estamos hablando de Venus-Afrodita, la diosa del amor y los placeres, del arte y la belleza, que era, al mismo tiempo, protectora del signo de Tauro. Según la leyenda era hija de Zeus-Júpiter, pero otra leyenda dice que surgió de la espuma del mar. Su belleza era legendaria y se dice que a su paso nacían las flores. Todos los dioses la amaron y ella tuvo muchos romances. Defendía con verdadera pasión a aquellos que amaba.

Géminis

Para los romanos este signo se encontraba bajo la protección de Apolo, dios de imagen adolescente y que, además, poseía el don de la eterna juventud, en paralelo con el juvenil signo de Géminis. Pero también Apolo tenía un hermano, Hércules, reproduciendo así la dualidad que encontramos siempre en los nativos de Géminis. Asimismo, Apolo era famoso por su inmensa inteligencia y facilidad de palabra, y se hallaba muy relacionado con la comunicación, además tenía varios oráculos desde los que emitía sus mensajes.

Cáncer

Curiosamente, los romanos asociaron a este signo con el dios griego Hermes, que en Roma era conocido como Mercurio, el dios de los viajeros y los comerciantes, pero también de los escritores, conocido como el mensajero de los dioses, protector de las artes, las letras y de los oradores, enseño a los hombres la filosofía, la música y todas las artes. Es muy interesante destacar que el segundo decanato de Cáncer está gobernado por Mercurio, y también que en este signo han nacido grandes escritores e intelectuales.

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Leo

No es casual que los romanos vincularan a este signo, que tiene alma de rey, nada menos que a la protección del poderoso Zeus-Júpiter, rey del Olimpo y de todos los demás dioses y de los hombres, que fue la deidad más importante y poderosa tanto del panteón griego como del romano. Se le representaba bajo un aspecto hercúleo y con la máxima majestuosidad, sentado en un trono regio, todo ello muy en paralelo con la imagen y el destino atribuido a los nativos de Leo, verdaderos reyes sin corona, y algunas veces con ella.

Virgo

Muy acertadamente, los romanos otorgaron como protectora de este signo terrenal a la diosa Ceres, que también era, a su vez, protectora de la agricultura y de la fecundidad, así como del trigo y los cereales. Según la leyenda enseñó a los hombres a cultivar la tierra, recoger las cosechas y, finalmente, elaborar el pan. Ceres era, a su vez, hija de Saturno, otro dios altamente vinculado con el elemento tierra. Todas estas cosas encajan estupendamente con la personalidad responsable, trabajadora y melancólica asociada a Virgo.

Libra

Resulta muy sorprendente, y en apariencia contradictoria, que, a este signo, considerado como el de la paz, la concordia y armonía por excelencia, los romanos le colocaron, sin embargo, bajo la protección del violento dios Vulcano, violento y atormentado, que también era dueño del fuego y los volcanes, forjador del hierro y las armas. No obstante, hay que señalar que Vulcano era el esposo de Venus, actual regente de Libra; y también la experiencia constata que entre los nativos de este signo encontramos personas muy violentas.

Escorpio

Este sería otro de los casos en los que encontramos un absoluto paralelismo entre el planeta que le rige y el dios romano que le protegía, nos referimos al violento Marte, dios de la guerra, que en Grecia era conocido como Ares, y que, en Roma, pueblo belicoso y conquistador por excelencia, era la deidad principal. También estaba considerado como el padre de Rómulo y Remo, los fundadores de Roma. También Marte era famoso por su ardor sexual, todo ello, igual que la guerra, en una gran sintonía con el signo de Escorpio.

Sagitario

Los romanos asociaron al aventurero signo de Sagitario, amante de la naturaleza y los viajes, bajo la protección de la diosa Diana, hija de Zeus-Júpiter y hermana de Apolo, que amaba por encima de todo la caza y también las bellezas de la naturaleza. Dice la leyenda que pasaba los días cazando en los bosques, a menudo acompañada por el centauro Quirón (el centauro que representa a Sagitario), y ella misma le enseñó las virtudes de las hierbas medicinales. Era muy independiente y amante de la libertad, igual que los Sagitario.

Capricornio

Los astrólogos romanos consideraron a este signo bajo la protección de la diosa Vesta, hija de Saturno (el actual planeta regente), y que siempre permaneció virgen. Esta diosa tenía un vínculo muy especial con el hogar y también con la vida interior de las personas. Era de un carácter reservado, pero poseía una voluntad de hierro y rechazaba la procreación. Era una diosa intimista y seria, pero de gran riqueza interior, que gobernaba el lado más profundo y espiritual de cada persona, todo ello muy afín con Capricornio.

Acuario

Este signo se hallaba bajo la protección de la diosa griega Hera, a la que en Roma se conocía como Juno, esposa de Zeus-Júpiter y, por tanto, reina del Olimpo y de los demás dioses. Esta diosa tenía un simbolismo claramente lunar, puesto que protegía a las mujeres y gobernaba sobre el matrimonio y la maternidad, pero también estaba considerada como la protectora de Roma. Finalmente, también Juno era la reina del invierno, del mismo modo que ahora lo es el signo de Acuario; pero salvo eso no hallaríamos mucha afinidad.

Piscis

Sorprendentemente, este signo que actualmente se encuentra gobernado por el planeta Neptuno, también da la casualidad de que tenía por dios protector a Neptuno, que era conocido en Grecia como Poseidón. Estaríamos, por lo tanto, ante un paralelismo total. Este gran dios fue hermano de Júpiter y tenía bajo su dominio a todos los mares y las aguas. Se dice que avanzaba sobre las olas impulsado por caballos blancos y delfines (animal de Piscis), y que habitaba en un gran palacio en el fondo del mar. Muy afín con este signo de agua.