Miles de agricultores catalanes protestan este martes con cortes en alrededor de una decena de carreteras de toda la comunidad que protagonizan con sus tractores. Denuncian la burocracia a la que les somete Europa, los elevados costes y la competencia desleal en el sector. Durante las movilizaciones, se han podido ver carteles con mensajes como "Antes los burros labraban, ahora nos mandan".
Los agricultores han interrumpido la circulación, por ejemplo, en la A-2 en Fondarella y en la AP-2 y la N-240 en Montblanc, lo que imposibilita la conexión por carretera de alta capacidad entre Barcelona y Lleida, y entre Lleida y Tarragona. También han cortado la C-16 en ambos sentidos en Sallent. Según el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) está interrumpida la circulación, asimismo, en la C-14 en Alcover y en la C-15 en Vilafranca del Penedès.
En Girona, los campesinos han recorrido con sus tractores el centro de la ciudad y tienen previsto cortar la N-II y la AP-7 hacia el mediodía. También hay movilizaciones en marcha y se prevén afectaciones en la C-17, la C-25 o carreteras del Pirineo como la N-260 en la Seu d'Urgell.
Las protestas de las últimas semanas en Francia han precipitado el calendario de movilizaciones, que tiene que culminar con una gran manifestación en Madrid el 21 de febrero. Las asociaciones agrarias también están preparando acciones en la frontera con Francia, el Port de Tarragona y Mercabarna el 13 de febrero. Este fin de semana ya ha habido marchas lentas en varios puntos de la provincia de Lleida.
Además de los costes de producción desmesurados y los graves efectos de la sequía, una de las gotas que ha hecho colmar el vaso ha sido la obligatoriedad de presentar un cuaderno de campo digital, una exigencia de la Unión Europea. El sector considera que el Gobierno ha "centrifugado" el coste de esta digitalización con los productores. En este documento, indispensable para acceder a las ayudas europeas, tienen que quedar unificados los registros existentes de información agraria.
El colectivo, por otro lado, pide poner fin a los abusos que sufren los pequeños productores obligados a vender por debajo del precio de coste. También reclaman unos planes estratégicos de la Política Agraria Común (PEC) adaptados a la realidad mediterránea, soluciones para los daños de fauna y acabar con la competencia desleal de productos importados de fuera de la Unión Europea.
Los agricultores también se manifiestan en el resto de España. En Cataluña, las concentraciones están impulsadas por Unió de Pagesos. "2023 fue sobrecogedor y 2024 no va mejor. Los ánimos están muy tocados, la economía está muy tocada, empezamos a ver puntas de sobreendeudamiento en el sector agrario y ganadero, se dispararon los costes de producción", ha detallado Josep Carles Vicente, responsable de organización de este sindicato.
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