El Tribunal Superior de Andalucía, Ceuta y Melilla (TSJA) ha aumentado en nueve años la condena a un individuo por violencia machista al considerarle culpable de un delito de agresión sexual del que había sido absuelto por la Audiencia Provincial de Cádiz.

Así, en la sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA se indica que, en noviembre de 2022, la Audiencia de Cádiz había condenado al acusado a dos años de prisión, en concreto, ocho meses por cada uno de los dos delitos de lesiones en el ámbito de la violencia de género y un delito de coacciones.

Además, se dictó una orden de alejamiento de 500 metros durante un año y ocho meses, así como una indemnización de 2.500 euros, pero quedaba absuelto de los delitos de agresión sexual y detención ilegal, así como de un delito leve de injurias o vejaciones que han sido objeto del recurso presentado por la víctima.

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El TSJA, por su parte, sí ha considerado al condenado responsable de un delito de agresión sexual, con el agravante de parentesco, por lo que añade la condena de nueve años y dos meses de prisión, la prohibición de acercarse a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima durante diez años y libertad vigilada por un periodo de cinco años.

La sentencia recoge como hechos probados que la relación, que comenzó en mayo de 2018, fue "bastante turbulenta como consecuencia del carácter celoso, posesivo y controlador del acusado", de manera que concluyó en un primer momento en julio de ese mismo año cuando, tras discutir en un bar de Algeciras, el acusado apagó, de manera intencionada, un cigarrillo en el labio de la víctima.

Tres meses después, en noviembre, la víctima, a escondidas de su familia, "decidió darle una nueva oportunidad" y, tres días después, el 15 de noviembre de 2018, tuvieron lugar los hechos juzgados, cuando el acusado recogió a la víctima en su domicilio en Tarifa y se trasladaron al del condenado, en Algeciras.

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En el trayecto discutieron en el coche y, tras discutir toda la tarde, se fueron a dormir por separado. A la mañana siguiente, la víctima pidió al acusado que la dejara salir porque tenía que ir al trabajo, pero este se negó. Ante esa situación, la mujer se asomó al balcón para pedir auxilio a gritos, a lo que el acusado respondió propinándole golpes y, cogiéndola por los pelos, le empujó la cabeza contra el suelo hasta dejarla sin fuerzas.

Una vez que la víctima languideció, el acusado mostró arrepentimiento, le pidió perdón y le aseguró que la quería y que deseaba mantener relaciones sexuales para "sentirse dentro", tras lo que cometió la agresión sexual mientras la víctima "no paraba de llorar". Finalmente, al mediodía cogió el móvil, que había escondido en el sofá y envió mensajes de auxilio a su hija y su hermana, quienes contactaron con el acusado.

El individuo accedió a llevarla en coche de vuelta a Tarifa, pero el coche se averió durante el trayecto, de manera que, sabiendo que la familia de la mujer conocía su situación, la dejó marchar y ésta se refugió en un supermercado cercano hasta ser acompañada a un centro de salud.