Un anciano confiesa en su lecho de muerte que en realidad es uno de los terroristas más buscados de Japón

Satoshi Kirishima, en una foto insertada en otra del edificio donde puso una bomba en 1974.
Satoshi Kirishima, en una foto insertada en otra del edificio donde puso una bomba en 1974.
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Satoshi Kirishima, en una foto insertada en otra del edificio donde puso una bomba en 1974.

Un hombre de 70 años murió el pasado 28 de enero en un hospital de Kamakura, Japón, víctima de un cáncer. Este hecho sería absolutamente normal si el moribundo no hubiera hecho antes una confesión: en realidad era uno de los terroristas más buscados de la historia del país.

Tal y como recoge el Daily Mail, el hombre se identificó como Satoshi Kirishima, que pertenecía a un grupo radical y que participó en un atentado con bomba en 1974, en el que murieron ocho personas.

La policía fue avisada y acudió al hospital de Kamakura la semana pasada para interrogar al anciano, que ha estado prófugo de la justicia nipona durante casi 50 años.

El hombre reveló a los agentes que tenía un cáncer terminal y que quería morir usando su nombre real en lugar de su alias. Además, reveló detalles previamente desconocidos sobre los atentados, dijo la policía.

El lunes, cuatro días después del interrogatorio, el hombre murió sin que la policía pudiera su identidad, pero las pruebas de ADN realizadas a él y a los familiares del sospechoso en el caso mostraron que eran compatibles, según informó la prensa japonesa.

Carrera delictiva

Nacido en 1954, Kirishima era estudiante universitario en Tokio cuando se involucró en el extremismo y se unió al Frente Armado Antijaponés de Asia Oriental, un grupo militante que llevó a cabo una serie de atentados contra importantes empresas japonesas en los años 70.

Ocho personas murieron y más de 160 resultaron heridas en el atentado con bomba de 1975 contra un edificio de Mitsubishi Heavy Industries, del que se atribuyó al grupo. Kirishima supuestamente estuvo involucrado en varios de los atentados.

Además, lo buscaban acusado de hacer estallar una bomba con temporizador en un edificio del elegante distrito de Ginza de Tokio en abril de 1975, en la que nadie resultó herido.

Aunque no era un miembro clave del grupo, se decía que era el único de los 10 miembros que nunca fue capturado. Durante este tiempo, Kirishima no tenía teléfono móvil ni seguro médico y le pagaban el salario en efectivo para evitar ser detectado, según la televisión pública NHK.

Este viernes, investigadores de la policía allanaron una empresa de construcción donde había vivido y trabajado utilizando el alias Hiroshi Uchida durante unos 40 años, revelaron los medios locales.

Mientras, dos miembros del grupo terrorista fueron condenados a muerte, incluido su fundador, Masashi Daidoji, que murió en el corredor de la muerte en 2017.

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