La Comunitat Valenciana ha perdido casi 3.000 pequeños comercios en el último año

  • La patronal alerta de que la rentabilidad sigue en caída y que la inflación les afecta más que al resto.
  • El 82% rechaza la reducción de jornada laboral y solo el 4% se plantearía realizar más contrataciones.
Una persona pasa por delante de un comercio cerrado.
Una persona pasa por delante de un comercio cerrado.
EDUARDO PARRA /EP
Una persona pasa por delante de un comercio cerrado.

La Comunitat Valenciana perdió el año pasado casi 3.000 pequeños comercios y 1.500 autónomos de este sector, aunque, a la vez, el mismo creó 3.000 puestos de trabajo. Según el diagnóstico realizado por la patronal Confecomerç, estos establecimientos se enfrentan a un doble desafío: la caída de la rentabilidad de las empresas y los efectos de la inflación, más acusados, sostiene, que en el resto de la economía. Además, otras medidas como la reducción de la jornada laboral o la subida del salario mínimo o también impactarán en su actividad.

El presidente de la Confederación de Empresarios del comercio, servicios y autónomos de la Comunitat Valenciana (Confecomerç CV), Rafael Torres, expuso que, de los 2.951 pequeños comercios que se perdieron en 2023, cerca del 80% no tenían trabajadores. Asimismo, el 16% de los que cerraron eran online, cerca de 500 empresas, un subsector con "más mortandad" que el resto, aseguró.

El comercio es la segunda actividad que más aporta al PIB de la Comunitat Valenciana. Hay 57.000 locales comerciales en esta autonomía, de los que el 96% cuenta con menos de diez trabajadores, la cifra que fija el límite del pequeño comercio, y el 50% son de un solo empleado. "El formato pequeño, más débil, es el que más está sufriendo", aunque las cifras se vean compensadas por el crecimiento de grandes empresas, explicó Torres.

Confecomerç advierte de un "parón" en el consumo de los últimos años y una "ralentización del crecimiento de las ventas", a pesar de que las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan una mejor situación en 2023, con un crecimiento del 8,5% del consumo, destaca Torres, que también pone en valor que las cifras se sitúan por encima de la media nacional.

Las empresas que mejor comportamiento registran son las cadenas (marcas), tanto grandes como pequeñas, que crecieron un 8%. En cambio, el menor crecimiento del consumo se registra en grandes superficies (3,8%) y comercios de proximidad (4%).

Torres expuso que, debido a la inflación, aunque aumenten las cifras de facturación "no se está vendiendo más". "La rentabilidad de las empresas, sobre todo formatos pequeños, está cayendo sensiblemente porque los costes están subiendo mas que las ventas", apuntó. Con ello, se han reducido los márgenes empresariales y "eso te impide tener capacidad para competir contra otros formatos". En concreto, en los dos últimos años los costes salariales se han incrementado un 17,5% y los energéticos en un 27,6%.

El presidente de Confecomerç indicó que el consumo global se está "manteniendo", aunque no así el consumo medio de las familias, pero teme los efectos que pueda conllevar una ralentización de la creación de empleo. El sector también está pendiente de la evolución de los tipos de interés.

Respecto a la reducción de la jornada laboral que proyecta el Ejecutivo central, el 82% del sector la considera inadecuada y un 75% de los comercios cree que se verá afectado, según una encuesta interna de Confecomerç. El 55% de los comercios valencianos afirma que se trabajarán más horas, porque la "inmensa mayoría" de las empresas son de uno o dos trabajadores, y solo un 4% se plantea contratar a más empleados. Uno de cada tres (28%) estudia reducir su horario. Según Torres, los autónomos trabajarán más horas para compensar la reducción de sus trabajadores porque si recortan sus horarios de apertura "pierden capacidad de competir" contra grandes formatos que pueden permitirse contratar más personal.

En cuanto al SMI, hay menos oposición que a la reducción de jornada laboral, pero el 75% de los comerciantes piensa que les afectará negativamente, ya que supondrá un mayor incremento de costes, también en sus contratos con proveedores.

"La inestabilidad política no invita a la inversión"

El presidente de Confecomerç afirma que el comercio valenciano vive un "escenario que está estable pero cogido un poco con alfileres". En su opinión, "la inestabilidad política no invita tampoco a la inversión" en este tipo de negocios. "Si hubiera un gobierno con más previsibilidad creo que las cosas podrían ir mejor, capacidad empresarial hay", añadió.

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