Un factor clave para limitar el gasto energético de la vivienda es conocer los gastos que conforman el consumo fantasma: aquellos que hacen los electrodomésticos cuando están en stand-by, es decir, los que simplemente se producen porque están enchufados.
Aunque parezca un gasto menor, muchos de estos electrodomésticos que parecen enchufados tienen un impacto significativo en la factura de la luz: según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), el consumo fantasma supone de media entre el 7% y el 11% del consumo de electricidad anual de cada hogar en España.
Es el caso de la televisión, los equipos de música y los altavoces, los ordenadores... todo lo que tenga esa famosa bombilla roja o naranja aunque esté apagado supone un gasto fantasma. Sin embargo, según han explicado desde Endesa, hay un aparato que representa el mayor consumo fantasma y que suele pasar desapercibido.
¿Cuáles son los aparatos con mayor consumo fantasma?
Y es que, según explica la compañía energética en base a las estimaciones de la OCU, sería el router el aparato que más energía cuesta en stand-by. Un aparato que es clave en la actualidad para asegurar la conexión a Internet en el hogar, pero que supone 11,91 euros al año en consumo fantasma, es decir, dinero que se va sin que se haya aprovechado ese consumo.
Después del router, los aparatos que más gastan en stand-by son la impresora y el radiodespertador. Otros aparatos que gastan en exceso en stand-by son los ordenadores portátiles (al dejarlos enchufados), los decodificadores de televisión, el televisor o el microondas.
¿Cómo puedo ahorrar en estos gastos en stand-by?
El piloto rojo en aparatos que no están encendidos es uno de los grandes indicadores de un gasto fantasma por un consumo en stand-by, como lo es la presencia de transformadores internos, como en los cargadores de los móviles (si están enchufados a la corriente, consumen energía aunque no tengan ningún móvil conectado).
Algunas claves para ahorrar en estos gastos fantasmas, que pueden suponer entre 50 y 60 euros al año, son las siguientes:
- Desenchufar el aparato cuando no se esté usando: si solo se apaga, puede que siga consumiendo en stand-by, por lo que para asegurarse de que deja de consumir lo mejor es desenchufarlo.
- Desenchufar la fuente de alimentación: a veces no basta con desenchufar solo el aparato, sino que también es necesario desenchufar su fuente de alimentación si no se está usando.
- Las regletas con interruptor pueden ser un aliado, ya que facilita desconectar varios aparatos de golpe.
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