Tres años después de que se empezara a pensar en el proyecto, la colocación de toldos en la Avenida de la Constitución de Sevilla para paliar los efectos de las altas temperaturas parece que por fin será una realidad este verano.
Y es que la Comisión Provincial de Patrimonio, organismo dependiente de la Junta de Andalucía, ha informado este miércoles favorablemente respecto al estudio previo para la instalación de las velas del proyecto presentado por el actual equipo de Gobierno de José Luis Sanz, que prometió que este verano habría más sombra en esta céntrica arteria de la capital hispalense.
Dicho proyecto, recoge la Comisión, tiene por objeto dotar a esta avenida de "un sistema con el que reducir el soleamiento" y "recuperar esta vía tan importante para el tránsito de los ciudadanos, manteniendo la actividad y la continuidad en la prestación de los servicios".
Los toldos se instalarán en una posición "centrada" sobre el eje de la avenida, "diferenciando unos tramos de otros para no interferir en la imagen y contemplación de los monumentos más representativos -Catedral y Archivo de Indias-", teniendo en cuenta la "saturación de elementos con la que cuenta actualmente", desde señalética hasta árboles y mobiliario urbano, a los que se añaden terrazas de veladores, expositores, puestos de venta ambulante y músicos, tal como ha recogido el organismo autonómico.
La colocación de las velas se hará en cinco tramos, cubriendo la franja comprendida entre las alineaciones de farolas de fundición que flanquean longitudinalmente la Avenida, con separación variable, distinta en cada tramo.
La promesa de Sanz
Cabe recordar que fue a mediados del año 2021 cuando el entonces delegado de Urbanismo y después alcalde, el socialista Antonio Muñoz, licitó la colocación de toldos en la Avenida de la Constitución, si bien el proyecto no fue adjudicado hasta marzo de 2022, pendiente del visto bueno de Patrimonio, que no ha llegado hasta ahora.
El alcalde, José Luis Sanz, ya prometió durante la campaña electoral que se instalarían más zonas de sombra en el centro de la ciudad, concretamente en el eje comprendido entre la plaza Nueva y la Puerta de Jerez, lo que incluía, además de los toldos, la plantación de más árboles, toda vez que en época de altas temperaturas, cada vez más prolongadas en el año, "es imposible pasear" por la zona.
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