Macron anuncia 230 millones en ayudas para los agricultores y un "pulso" sobre el acuerdo de la UE y Mercosur

Tractores bloqueando la autopista A4 al Este de París como parte de las protestas de los agricultores franceses.
Tractores bloqueando la autopista A4 al Este de París como parte de las protestas de los agricultores franceses.
YOAN VALAT
Tractores bloqueando la autopista A4 al Este de París como parte de las protestas de los agricultores franceses.

El Gobierno francés ha anunciado este miércoles dos dispositivos de ayuda adicionales para los agricultores que representan un monto total de 230 millones de euros, mostrando también su determinación para conseguir que la Unión Europea renuncie a las negociaciones con Mercosur en las condiciones actuales.

Bajo la presión de decenas de puntos de bloqueo de los agricultores por todo el territorio francés, y en particular en las principales autopistas de acceso a París, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, ha presentado dos nuevos dispositivos de ayuda en una entrevista a la emisora Sud Radio. 

El primero, dotado de 150 millones de euros será para el arranque de viñas, que podrá ser temporal o definitivo y que tendrá que recibir el visto bueno de la UE. Para ello, Francia va a negociar en Bruselas dentro de una coalición que tiene intención de constituir con España e Italia, según ha explicado Fesneau.

El segundo, con 80 millones de euros, se destinará por una parte para problemas específicos de sectores que han tenido crisis puntuales, como el mildiu en ciertas regiones vinícolas, y también al pago de los intereses de préstamos de explotaciones agrícolas en 2024.

Asimismo, el ejecutivo francés ha anunciado que controlará que los grupos de distribución respeten la legislación que garantiza a los agricultores un precio que cubra los costos cuando utilizan sus centrales de compra en otros países europeos, como España. De esta forma, se evitaría que esas centrales sirvan para "puentear" la ley 'Egalim', que garantiza esos precios mínimos. 

"Francia está bastante sola"

Sobre el rechazo tajante de París a un acuerdo entre la UE y Mercosur, el titular de Agricultura dijo que las informaciones que tiene son que las negociaciones entre los dos bloques se han suspendido, como Francia había pedido. Reconoció que en esta cuestión "Francia está bastante sola" entre los 27 países de la UE, pero insistió en que "si no obtenemos lo que queremos", es decir, las famosas "cláusulas espejo", "no habrá acuerdo con Mercosur".

La posición francesa -recordó- se basa en que "las prácticas agrícolas" de ciertos productos en los países de Mercosur incumplen las reglas sanitarias o medioambientales que se imponen a los agricultores en Francia, como el recurso a hormonas para el engorde del ganado o el uso de ciertos fitosanitarios, y además la "trayectoria" climática de esos países "no es buena".

El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en otra entrevista a la emisora Europe 1, ha asegurado que "Francia tiene la suficiente fuerza en Europa" para imponer su posición sobre Mercosur: "Ese acuerdo no puede firmarse tal y como está. Y no se firmará".

La cuestión de Mercosur

La cuestión de la negociación con Mercosur es uno de los temas que el presidente francés, Emmanuel Macron, tiene intención de abordar mañana en una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en Bruselas, con ocasión de la cumbre extraordinaria de la UE.

En junio de 2019, tras casi una veintena de años de negociación, la UE y Mercosur llegaron a un principio de acuerdo para establecer un tratado de libre comercio, pero desde entonces Francia (y algunos otros países) se han opuesto a continuar con el procedimiento de aprobación.

Ese acuerdo genera una oposición generalizada entre los agricultores franceses que están en los bloqueos, que llevan ya diez días de protestas. 

Control de las centrales de compra

En otro orden de cosas, el Gobierno francés también ha anunciado que controlará el respeto de la ley 'Egalim' por parte de los grupos de distribución para garantizar a los agricultores un precio que cubra sus costos cuando utilizan sus centrales de compra en otros países europeos, como España.

Este es el mensaje del ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que este miércoles señaló que habrá "controles específicos" para evitar que esas centrales de compra fuera de Francia sirvan para "puentear" la ley 'Egalim' que garantiza esos precios mínimos. 

Esta legislación, que en realidad son dos, impone unas reglas en las negociaciones comerciales entre agricultores, industriales y distribuidores, en particular para que los primeros reciban un precio que como mínimo cubra sus costos de producción. Pero algunos sindicatos agrícolas se quejan de que los grupos de distribución recurren a las centrales de compras en el extranjero para adquirir productos a precios más bajos exonerándose de las reglas de Egalim.

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