Los campings catalanes trabajan en un plan para llenar sus piscinas con agua de mar en verano

Cámping, piscina, verano
Piscina de un camping en temporada alta
CÀMPINGS TARRAGONA
Cámping, piscina, verano

Ante la expectativa de no poder rellenar las piscinas en verano debido a estar en emergencia por sequía, la Federación Catalana de Campings ha mantenido una reunión con el conseller de Acción Climática, David Mascort. Durante el encuentro, le han explicado que el sector está trabajando en un plan para llenar sus piscinas con agua de mar, según un comunicado emitido por la federación.

En la reunión también estaban presentes la directora general de Turismo, Marta Domènech, y el director de la Agencia Catalana del Agua, ACA, Samuel Reyes. Tras la conversación se ha llegado al acuerdo llevar a cabo este proyecto en colaboración con la Generalitat a través de una línea de ayudas y "de la mano de equipos tecnológicos líderes".

La Federación de Campings  ha enumerado algunas de las medidas que se toman para ahorrar agua y poder tener un consumo medio de entre 135 y 150 litros de agua por persona y día, con "la idea" de ir reduciendo esta cifra. Algunos campings tienen una segunda red de agua que conecta la piscina con el grupo de extinción de incendios o que usan el agua de la limpieza de los filtros de la piscina para los sanitarios, entre otras medidas de ahorro.

Un negocio incipiente

Un ejemplo del mercado pujante del agua de mar es la empresa Aquamarina Costa Brava, con sede en Ullà, en la comarca gerundense del Baix Empordà. Esta compañía ha empezado a llenar piscinas con agua captada directamente desde un barco en el litoral del Alt Empordà. La transporta en cisternas de 24.000 litros. En plena temporada baja, Aquamarina tiene ya más de una veintena de peticiones.

 "No podemos regar campos con agua de mar, pero sí que de alguna forma, con las piscinas, intentamos ofrecer una solución ante las restricciones", explica una de las fundadoras de la compañía, Judit Puig. No hace falta tratarla y se puede verter directamente, pero los clientes deben asegurarse de que el motor que tienen instalado es adecuado.

"Básicamente, lo que diferencia una de otra es la salinidad; en el caso de las piscinas de agua salada, ésta suele estar en 6 gramos por litro, mientras que el agua de mar la tiene mucho más elevada, de 36 gramos", concreta la socia fundadora de Aquamarina. "Generalmente, sin embargo, los motores de piscinas de agua salada también están preparados para tenerla de mar", especifica Puig.

Por otra parte, paralelamente al llenado de piscinas, la empresa distribuye agua de mar microfiltrada a diferentes sectores, entre, la industria alimentaria, que la utiliza como materia prima, empresas de cosmética, farmacéuticas, clínicas respiratorias o el sector deportivo.

El agua que comercializa puede ser hipertónica, es decir, 100% captada del mar, o bien isotónica, a la que se añade una base de agua mineral, que rebaja su salinidad a 9 gramos por litro.

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