La Justicia hongkonesa ordena la liquidación del gigante inmobiliario chino Evergrande, que acumula 300.000 millones de deuda

Complejo de viviendas de la compañía Evergrande Royal Scenery en Beijing, China.
Complejo de viviendas de la compañía Evergrande Royal Scenery en Beijing, China.
WU HAO
Complejo de viviendas de la compañía Evergrande Royal Scenery en Beijing, China.

La Justicia hongkonesa ha ordenado este lunes la liquidación del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande al fallar a favor de sus acreedores tras más de año y medio de aplazamientos mientras la compañía trataba de acordar un plan de reestructuración para su deuda extraterritorial ('offshore').

El diario local South China Morning Post ha apuntado que Evergrande, con una deuda cercana a unos 330.000 millones de dólares (304.327 millones de euros), todavía puede recurrir la decisión judicial. La misma jueza que ha dictado la sentencia y que había otorgado hasta ahora siete aplazamientos a Evergrande, Linda Chan, presidirá una sesión a las 14.30 hora local (06.30 hora española) para nombrar un administrador judicial provisional para la compañía, aunque los analistas ponen en duda que sea reconocido en la China continental, donde el grupo tiene la mayoría de sus activos. 

"La vista ha durado un año y medio y la compañía todavía no ha logrado presentar una propuesta concreta de reestructuración. Creo que es hora de que el tribunal diga que ya basta", indicó este lunes Chan. Según las normativas sobre liquidación de Hong Kong, apunta South China Morning Post, los liquidadores provisionales tomarán ahora el control de la dirección de la compañía y gestionarán sus asuntos, lo que incluye las negociaciones con acreedores sobre la reestructuración de la deuda y el control de los activos y sus libros y registros contables.

Evergrande cooperará

Por su parte, el consejero delegado del endeudado gigante inmobiliario Evergrande, Shawn Siu, ha asegurado que la compañía "cooperará" con los administradores judiciales "en los procedimientos pertinentes con arreglo a la ley" después de que la Justicia hongkonesa ordenase la liquidación del grupo. 

Asimismo, Siu mostró su "máximo pesar" ante la decisión pero avanzó que Evergrande "se comunicará de forma activa con los administradores judiciales" y "promoverá tareas clave como garantizar la entrega de viviendas (vendidas sobre plano)", según ha indicado el diario económico chino 21st Century Business Herald.

Evergrande, que todavía puede recurrir la decisión judicial, "afrontará las dificultades y los problemas de frente, tomará todas las medidas legales y promoverá la operativa normal de los negocios del grupo al tiempo que protegerá los derechos e intereses legítimos de los acreedores locales y extranjeros", agregó el directivo.

Siu reconoció que "las operaciones del grupo se enfrentan a enormes dificultades y los recursos son extremadamente limitados", algo que ha causado que sea "incapaz de cumplir con las condiciones legales pertinentes para las fases clave de la reestructuración de la deuda extraterritorial ('offshore')". 

Pese a que esta situación "refuerza las diversas incertidumbres y dificulta la implementación del plan de reestructuración", Siu aseguró que Evergrande "promoverá la resolución de las deudas con arreglo a las prácticas internacionales y las reglas del mercado". 

¿China reconocerá la orden?

En los minutos posteriores a conocerse la noticia, las acciones de Evergrande en la Bolsa de Hong Kong se desplomaban más de un 20 %, mientras que las de su filial dedicada a vehículos eléctricos, cotizadas en ese mismo parqué, perdían más de un 18 %. La prensa internacional había apuntado que la últimas rondas de negociaciones de Evergrande con sus principales acreedores habían finalizado en ruptura y que, en consecuencia, estos habían decidido apoyar la petición de liquidación presentada a mediados de 2022 por un inversor local por el impago de unos 110 millones de dólares (101.515.150 euros) en concepto de recompra de acciones.

El año pasado, Evergrande aseguró, citando un análisis de Deloitte, que la tasa de recuperación para los inversores en caso de una liquidación rondaría un 3,4 %. Además, algunos analistas plantearon la duda de si una hipotética liquidación ordenada por la Justicia hongkonesa sería reconocida en la China continental, donde el grupo tiene la mayoría de sus activos.

"El mercado prestará atención a qué pueden hacer los administradores judiciales (...), especialmente a si serán reconocidos por cualquiera de los tres tribunales establecidos en la República Popular China bajo el acuerdo de 2021 sobre cooperación en casos transfronterizos de insolvencia entre la China continental y Hong Kong", apunta Lance Jiang, socio de Ashurst LLP, citado por South China Morning Post. "Los administradores judiciales tendrán un poder de ejecución muy limitado sobre los activos 'onshore' (situados en la China continental) si no logran ese reconocimiento", apunta el experto.

Una crisis prolongada

Evergrande entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas. Desde entonces, la otrora mayor promotora inmobiliaria de China ha estado tratando de deshacerse de activos consiguiendo la mayor cantidad de dinero posible mientras negociaba un plan para reestructurar su deuda.

Evergrande, que acumula casi 20.000 millones de dólares (18.444 millones de euros) de deuda extraterritorial ('offshore') impagada, ha suspendido en varias ocasiones las votaciones sobre sus propuestas de reestructuración. La última fue en septiembre, cuando reconoció que sus ventas estaban evolucionando peor de lo esperado y anunció que no podía seguir emitiendo nueva deuda a través de su principal subsidiaria en China. 

Además, el grupo se ha visto sumido en una nueva crisis después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales". Se estima que Evergrande tiene todavía que terminar de construir y entregar viviendas vendidas sobre plano por valor de unos 604.000 millones de yuanes (77.557 millones de euros), siendo este uno de los factores no financieros que más preocupa al Gobierno chino debido a sus posibles implicaciones para la estabilidad social, ya que los bienes inmuebles son uno de los principales vehículos de inversión de las familias del país.

En total, Evergrande cuenta todavía con más de 1.200 promociones en diferentes estados de progreso. Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas.

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