Entrevista

Ana Tijoux, mejor rapera de habla hispana: "Si tenemos miedo a posicionarnos por la vida, nuestras canciones no valen nada"

Ana Tijoux presenta 'Vida', su nuevo disco.
Ana Tijoux presenta 'Vida', su nuevo disco.
INTI GAJARDO
Ana Tijoux presenta 'Vida', su nuevo disco.

"Esto no es utopía, es alegre rebeldía". Aunque han pasado diez años desde que Ana Tijoux (1977, Lille [Francia]) escribió este verso en Somos sur -quizá, junto a Antipatriarca, la epítome musical de su lucha contra la violencia y la segregación-, su compromiso con la igualdad no ha cambiado ni un ápice desde entonces. 

"Todos tenemos una responsabilidad social con el mundo", explica la rapera francochilena a 20minutos. Además de feminista y activista, si hay algo que define a Tijoux es, sin duda, su talento para la composición. Una lírica honesta y directa que trasciende a cualquier estilo musical y que le ha consagrado como uno de los mayores exponentes del género rap en Latinoamérica. No por nada, en 2023, fue elegida por la revista Billboard como la mejor rapera de habla hispana de la historia.

Ahora, la artista presenta Vida, su quinto disco en solitario, en el que apuesta más que nunca por los sonidos bailables como una terapia para "sudar la pena". Aun así, nos aclara: "Un arte que no es cuestionador, no es arte". De esta forma, y sin dejar a un lado su actitud contestataria, Tijoux se rinde al baile, fusionando el hip hop con el R&B, el funk y la cumbia en una colorista amalgama de géneros. 

Ana Tijoux, elegida por 'Billboard' como la mejor rapera de habla hispana.
Ana Tijoux, elegida por 'Billboard' como la mejor rapera de habla hispana.
NACHO ROJAS

Como hija de padres exiliados durante la dictadura de Pinochet, ha crecido a caballo entre Francia y Chile, dos países con fuerte arraigado en el rap, ¿hasta qué punto le ha condicionado como artista?Creo que me ha influido en todo sentido. Al final, es algo que explica mucho de quién es uno, de cómo camina. Te forma el pensamiento crítico, la mirada, la comida, la cultura... Al final, te forma en todo sentido. Creo que lo bonito de haber tenido esta doble formación es que me ha permitido desarrollar una doble mirada, una doble cultura, de manera automática.

¿Qué le ha aportado cada una de estas escuelas?Para mí, la escuela francesa me dio esa parte más estructural -aunque no me guste la palabra-, y educacional o, al menos, así lo siento yo. Me dio una educación más cartesiana, de test y antítesis y de debates, por así decirlo. En cambio, la chilena me ha dado más desde la emoción, siento yo. Una educación más desde el sentir, el pulsar las emociones. No es tanto una cuestión de mensaje, sino de formas del sentir chileno: la sobremesa, el tema de la piel, el abrazo...

Este nuevo disco nació de la reflexión de la pérdida de sus seres queridos, ¿por qué entonces llamarlo Vida
Pues justamente porque la muerte está llena de vida, aunque suene muy extraño. O sea, lo único que todos tenemos claro en la vida es que nos vamos a morir, que una forma parte de la otra. Al final, la vida está llena de entramados, de emociones que muchas veces no sabemos cómo manejar como sociedad. Entonces, en mi caso, aunque suene muy loco, creo que quería dejar de vivir por un rato estos duelos, estas batallas de la vida, y ponerme a bailar con ritmos que me permitieran sudar la pena.

"La industria musical es una caja de ilusión, es como una caja de bombones con un fondo que no es para todos. Y eso es muy duro"

"Si se viene el fin del mundo / bailemos desnudos juntos", dice en El fin del mundo, tema que cierra el disco. Entonces, ¿bailar es, de alguna manera, revolucionario?Totalmente que sí. "Si no puedo bailar, esta no es mi revolución". Soy mucho de ese pensamiento. Creo que lo bonito es cuando el cuerpo habla por sí solo y reacciona también a una emoción, a un mensaje. 

Me llama la atención que su primer disco cuando comenzó su carrera en Makiza se llame Vida salvaje: ¿es cosa de la juventud?Le he puesto vida, sin salvaje (ríe). Ahora que lo dices, me está llamando a mí de vuelta la atención, no me había percatado. Tiene mucho sentido que tenga que ver con esa idea de la juventud y de la madurez que me comentas, pero no lo había pensado hasta ahora.

Han pasado 10 años desde Vengo, ¿era necesario "respirar" un tiempo "para sacar la voz", como dice en uno de sus antiguos temas?
Sí. Contemplar, parar, mirar, observar, sentir, sentir lo que sentíamos años para poder observar de nuevo es un ejercicio que era, para mí, totalmente necesario.

Ana Tijoux, en una sesión de 'Millonaria'.
Ana Tijoux, en una sesión de 'Millonaria'.
NICOLÁS SALINAS

¿Qué cambios ha percibido en los últimos años en la música urbana y, por ende, en la industria?Que todo va cada vez más rápido y es como más efímero por las plataformas... Por un lado, es interesante porque te hacen sentir que cualquiera puede mostrar su trabajo y que hay más democracia para dedicarse a este oficio, pero, por otro, está bien duro para la nueva generación porque los que en verdad lo logran son muy pocos. La
industria es una caja de ilusión, como una caja de bombones con un fondo que no es para todos. Y eso es muy duro porque muchos apuestan todas sus cartas y, al final, no encuentran nada. También creo que en América Latina mucha gente, debido a la escasez económica, ve la música como una salida, del mismo modo que antes se veía al fútbol como una forma de hacerse famoso, tocar las estrellas, tener dinero... Pero, lamentablemente, no hay espacio para todos.

¿Cómo ve a la nueva generación de artistas?Creo que muchos se ven obligados a caber en un estereotipo, entonces no tengo muy claro cuán libres pueden llegar a ser realmente. Al final, ahora todos "nos vendemos" a través de las plataformas. Somos publicistas de nosotros mismos aunque no queramos, cachai. Pensamos que estamos todos empoderados y todos podemos lograr esto y lo otro y, al final, los que realmente pueden vivir de la música son muy pocos. Ahora bien, mirándolo con otros ojos, también hay toda una generación que está menos enclaustrada en los miedos y es mucho más atrevida. Eso también la hace muy interesante.

Actualmente, el reguetón es el género musical que más está triunfando en el mundo, ¿qué lectura extrae de este cambio de paradigma?
Siendo honesta, yo personalmente no consumo reguetón. No es una música que se escuche en mi playlist y no voy a vender alguien que no soy y, ¿por qué digo esto? Porque, dentro de la música bailable, si tú ves la diversidad de la música latinoamericana, hay otras músicas que a mí me gustan: el forró de Brasil, el candombe de Uruguay, la samba, el kuduro de Angola... No es que esté bien o esté mal el reguetón -al final es lo que a uno le gusta y es subjetivo-, pero me parece extraño que todo se haya reducido a un solo género bailable. Siento que hay una multiplicidad de música afro de mucha riqueza -aclaro, no es en contra del reguetón-, pero se termina escuchando un solo ritmo. Al final, Latinoamérica no es solo un género musical, no es un país: somos un continente muy diverso. Yo entiendo que, desde una mirada europea blanca, se piense que se está diversificando la música latinoamericana, pero yo digo, más bien, que se está minimizando Latinoamérica, reduciéndolo a un solo estilo musical.

"Para mí, la música urbana es la que está en la calle. Todo lo demás, son los medios de comunicación o música urbana blanca".

¿Cree que la música urbana y, concretamente, el rap, debe tener una carga más política?Bueno, para mí, la música urbana es la música que está en la calle. La gente en la calle baila samba, baila candombe, baila cumbia, baila forró, baila cumbia colombiana... Todo lo demás, son los medios de comunicación tradicionales o música urbana blanca, diría. Ahora bien, respondiendo a tu pregunta, creo que eso sería atribuirle al rap una responsabilidad que no le corresponde. O sea, si tú escuchas a Víctor Jara o a Violeta Parra, te das cuenta de que, aunque no es música urbana, es superpolítica. Entonces creo que es injusto ponerle el estigma a la música urbana, cuando la música en general, la que porta un mensaje o la que empatiza con la humanidad, puede ser política.

Siempre ha sido una artista muy comprometida con las causas sociales, ¿siente que lo mainstream se ha podido apropiar de sus mensajes?Pienso que los mensajes no se apropian, los mensajes se multiplican. Al final, que las marcas o el mercado usen unos mensajes, no los convierte en políticos. Es algo muy distinto. Estamos en un mundo racializado y lleno de injusticias sociales, en el que ser blanco no es lo mismo que ser negro; en una España en la que el Mediterráneo es uno de los mayores cementerios del mundo y la mayoría que hay muerta bajo el mar es gente negra... Esa es la realidad. El racismo no es un eslogan, es la realidad, aunque intenten hacernos creer que los valores puedan ser un eslogan.

Es la tercera mejor rapera según Billboard de 2023, después de Residente y Vico C, y la primera mujer de entre la lista de 50 personas más influyentes en la música rap. ¿Qué significa ese reconocimiento para usted?Lo abrazo y lo agradezco un montón. O sea, lo único que me sale decir ahora mismo es "gracias". También te digo que tengo ansiedad, una bella ansiedad, de ver qué artista de Latinoamérica de la nueva generación se va a convertir en la primera rapera del mundo este año. 

¿Tiene en mente algunos de esos posibles nombres?No, tengo a demasiadas como para ponerle la corona a una sola persona. Soy demasiado politeísta (ríe). Se me vienen primero a la cabeza raperas chilenas porque son a las que me conozco. Me gustan mucho RAYO, Irina Doom, La Flor del Rap, 22RUZZ, La Mística... es que hay muchas que se está viendo con mucha caña. 

Aunque usted figura en la lista, lo cierto es que la representación de mujeres es bastante reducida, ¿el rap sigue siendo un mundo de hombres?Cariño, el mundo es de los hombres (ríe). Dios es hombre, el Papa es un hombre, el cura es un hombre... No es que el rap sea masculino, es que el mundo es machista. No haría tampoco una postal de este movimiento. Creo que, lamentablemente, vivimos en un mundo que está dominado por la imagen masculina. Entonces creo que lo bonito está en romper esa imagen, esa masculinización, para amplificar la mirada del género. Al final, si uno mira en el rock metal y en la mayoría de estilos, esto también sucede. Creo que se ha señalado muchas veces al hip hop cuando vivimos en un mundo cuya cultura es en sí misma supermasculina y machista.

¿Le costó llegar a ser respetada como rapera?
Sí y no. O sea, te mentiría si te dijera que sí. Ha sido duro en muchas cosas, pero no sé si más duro que lo que debe afrontar una doctora de cirugía a la que no la toman en serio por ser mujer, por ejemplo. Imagínate que a alguien le dicen que su doctore es una persona trans, seguro que mucha gente se volvería loca porque el tema del género está muy arraigado. Entonces siento que no he sufrido más que otras personas en ese sentido.

"El reguetón está minimizando Latinoamérica, pues la está reduciendo a un solo estilo musical" 

¿Nunca se ha sentido atraída a meterse en política?Es que lo hago sin estar metida en ningún partido. Y no, no lo haría porque a mí el oficialismo no me gusta.

¿Por qué no le gusta?Porque básicamente no podría dedicarme a la música (ríe). Además es que pienso que hay otras formas de hacer política fuera de esa vía.

"Yo te quiero libre, Palestina", pedía en Somos sur (ft. Shadia Mansour, rapera británico-palestina) allá por 2014, ¿se imaginó que la guerra (genocidio) por parte de Israel en Gaza llegaría a ser tan cruenta?Creo que nadie se imaginó el nivel de barbarie, el nivel de violencia, que están haciendo con este genocidio en 4K. Ha superado cualquier límite imaginable de la atrocidad, ante la complicidad y el silencio de casi todos los países del mundo. Recién la retórica se está dando vuelta porque ha sido demasiado grotesco el nivel de barbarie contra civiles, mujeres y niños. Jamás me hubiese imaginado que se pudiera llegar a ese nivel de violencia. 

"Tu silencio es parte del problema", dijo en X (Twitter): ¿a quién lanza este mensaje?Era un mensaje para muchos colegas de la música que no dicen nada. O sea, porque si no nos posicionamos frente a un genocidio es que somos incapaces de posicionarnos por la vida y la humanidad actual. Pero yo me pregunto, ¿por qué no dicen nada? ¿A qué le tienen miedo? 

¿A los artistas les perjudica pronunciarse públicamente?Obvio que sí. Mucha gente tiene miedo a perder seguidores, a que se les cuestione, a que se les acuse de ser terrorista... Creo que no hay que tener miedo a posicionarse por la vida. Jamás. Si le tenemos miedo a eso es que nuestras canciones no valen nada.

¿Se siente optimista hacia el futuro del conflicto?
Creo que está muy complejo porque el nivel de desastre humanitario que se ha generado y se sigue generando hasta el día de hoy es grandísimo. Palestina es un pueblo que hoy día está muriendo de hambre, de sed, de amputaciones, de una serie de problemas que no tenemos ni idea porque la información está bastante fragmentada. Yo creo que es inimaginable lo que se nos viene. Aparte hay una islamofobia brutal instalada en el mundo. Se ha creado una retórica brutal respecto a poner a los musulmanes como unos violentos. Nunca se ha hecho una postal así de otras religiones. Entonces creo que esto está tocando el alma de mucha gente musulmana que se siente atacada de alguna u otra forma.

Volviendo a su disco, se ha declarado fiel admiradora de las películas de Hayao Miyazaki (Studio Ghibli): ¿hay algo de ellas en su nuevo proyecto?Ojalá que hubiera alguna impresión de él en el disco porque todo el imaginario de él y de todo su equipo de trabajo, lleno de mensaje, lleno de rincón del pensar y del sentir, me remueve mucho. De alguna manera, con Vida me inspiré en el fueguito de El castillo ambulante, en esa idea de mantener las brasas siempre porque para mí, esas brasitas son la esperanza, pero también la vida. 

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