Susanna Griso cuenta las comidas que compartía junto a Mariló Montero, Ana Rosa Quintana y María Teresa Campos

Susanna Griso en el pódcast de Pilar Vidal.
Susanna Griso en el pódcast de Pilar Vidal.
ABC
Susanna Griso en el pódcast de Pilar Vidal.

Susanna Griso es una de las presentadoras más conocidas y reconocidas de nuestro país. Tanto es así, que lleva ya 18 años presentando cinco horas un programa de actualidad, algo de lo que está muy orgullosa. Ahora, la presentadora se ha intercambiado los papeles con Pilar Vidal y se ha convertido en la entrevistada, un papel que no termina de convencerle porque no se siente del todo cómoda: "A mí no me gusta nada estar al otro lado del espejo. Lo pasa fatal, pero no me lo he pensado mucho y porque te quiero". 

Así, empezaba la entrevista que la periodista le ha hecho a la catalana en su pódcast con ABC. En la misma, la presentadora de Espejo Público se ha sincerado de numerosas cuestiones relacionadas con su vida personal, pero también sobre su supuesta enemistad con las 'reinas de las mañanas'. Aunque a ella no le gusta sentirse "la reina de nada", eso sí, es un "lujazo" tener "el privilegio de levantar la mañana informativa, con el permiso de Manu Sánchez, que es el primero que lo hace en Antena 3".

Griso ha aprovechado la entrevista para aclarar que pese a los titulares que la enfrentaban con otras 'reinas de las mañanas' la realidad era muy distinta.  De hecho, gracias a un amigo en común, Jesús Andreu, comenzaron a hacer una comida mensual todas juntas: "Empezamos siendo Mariló Montero, Ana Rosa Quintana y yo. Después se incorporó María Teresa Campos. Era muy divertido".   

Asimismo, la presentadora de televisión confiesa que tenían la misión de alternarse para elegir el lugar en el que iban a comer. Y recuerda una anécdota con la madre de Terelu Campos: "Un día, Mariló decidió ser original y nos citó en el Eurostar que está cerca de Plaza Castilla. En la planta 30, hay un restaurante. Y mira que ella conocía a María Teresa, pero no cayó en que tenía una claustrofobia tremenda y que no podía subirse en un ascensor". 

No obstante, tuvieron que cogerlo para llegar al restaurante: "Que me perdona María Teresa, que me estará viendo desde el cielo, pero es que nos subimos al ascensor y tuvimos la mala suerte que nos iban parando en todas las plantas. Cada vez que parábamos en una, se abría la puerta y ella se ponía a chillar: No te acerques, no te acerques, no entres, no se te ocurra. Y yo pensaba Dios mío". 

Al llegar a la planta, Susanna asegura que: "Me caí al suelo de las lágrimas de la risa del show que estábamos montando. Pobre María Teresa. Pero fíjate que en ese momento nos reíamos mucho porque ella además salía de un cáncer y nos contaba la experiencia". 

La catalana también guarda cariño tanto a Montero, a la que tiene muchas veces en su programa, así como a Ana Rosa Quintana, con quien coincidió en Antena 3: "Me acuerdo que hablábamos en maquillaje y nos reíamos mucho comentando lo que era la jornada del día". 

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