Trabajo y los sindicatos plantean cambiar el registro horario para evitar que la reducción de la jornada laboral sea "bisutería"

  • El Gobierno abre la puerta a endurecer las multas por incumplir el tope horario: "Las sanciones ahora mismo no son suficientemente disuasorias"
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha asegurado que su objetivo es que el registro horario sea "un instrumento eficaz que permita a la Inspección de Trabajo actuar de manera contundente y práctica en aquellos sectores donde se producen incumplimientos".
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, durante su comparecencia.
EP
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha asegurado que su objetivo es que el registro horario sea "un instrumento eficaz que permita a la Inspección de Trabajo actuar de manera contundente y práctica en aquellos sectores donde se producen incumplimientos".
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, durante su comparecencia.
Europa Press

La reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales pactadas por PSOE y Sumar para el año que viene no vendrá sola. Este jueves, el Ministerio de Trabajo se reunió con la patronal y los sindicatos para iniciar la negociación para pactar esta rebaja, y tanto el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, como las centrales sindicales coincidieron en la necesidad de endurecer la legislación que obliga a las empresas a establecer un registro horario de su trabajadores para evitar que la reducción —de 18 minutos al día— en la jornada laboral se convierta en "bisutería".

La disminución de la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales es un compromiso alcanzado por los partidos que componen el Gobierno en su acuerdo de coalición y, tal y como se esforzaron en recalcar tanto Pérez Rey como los negociadores de CCOO y UGT —los empresarios no quisieron valorar la reunión—, no está en cuestión. Lo que se negociará durante las próximas semanas será la forma de aplicar esta reducción, especialmente en algunos sectores que, como recuerdan recurrentemente los empresarios, tienen jornadas atípicas o características especiales. Serán patronal y sindicatos los que mantendrán conversaciones para, posteriormente, debatir sus posibles acuerdos con el Ejecutivo en reuniones tripartitas.

Pérez Rey definió la reunión de este jueves como "absolutamente constructiva", y aseguró que el Gobierno no tiene ningún problema en que sean patronal y sindicatos los que negocien cómo aplicar la rebaja de la jornada laboral, aunque también anunció que Trabajo irá convocándoles "paralelamente" para conocer los "avances" de las conversaciones. Eso sí: el secretario de Estado recordó que "el objetivo del programa de coalición es nítido" y pasa por reducir la jornada a 37,5 horas semanales el año que viene, una medida que "va a beneficiar a 12 millones de personas trabajadoras".

El dirigente, además, insistió en que deben "abordarse los elementos necesarios para que esto no sea bisutería", por lo que la reducción de la jornada laboral irá acompañada de "la modificación del registro horario para que sea eficaz y para que los trabajadores puedan disfrutar la reducción del tiempo de trabajo". "Todas las organizaciones saben que las medidas de reducción de jornada son diferentes en unos sectores que en otros, algunos tienen particularidades y otros han avanzado mucho en la reducción de la jornada", pero "el Gobierno sabe lo que hay que hacer" para implantar de forma exitosa las 37,5 horas, dijo Pérez Rey.

El secretario de Estado, igualmente, abrió la puerta a "endurecer" las multas para las empresas que incumplan la legislación en materia de tiempo de trabajo. "Las sanciones en la legislación actual no son suficientemente disuasorias para evitar conductas incumplidoras", y "el endurecimiento de las sanciones forma parte de las perspectivas de reforma de este gobierno", sostuvo Pérez Rey, que no ofreció más detalles al respecto.

Los sindicatos, por su parte, se mostraron satisfechos de que el Ministerio de Trabajo haya aceptado modificar la normativa de registro horario. "Para nosotros es muy importante el control efectivo de que se hacen las horas que marca la legislación", se felicitó el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, que se mostró dispuesto a negociar con la patronal "cómo se aplica la reducción de la jornada", pero teniendo siempre claro que "la reducción del tiempo de trabajo es un hito irrenunciable y que no está en cuestión".

"Es una buena noticia que abramos este marco entre los agentes sociales para hablar de los descansos, de los permisos retribuidos y del tiempo de trabajo en general", señaló por su parte Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, que sin embargo avisó de que los sindicatos no están dispuestos a alargar las conversaciones "sine die".

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